Rendimiento. La región moqueguana obtiene desde 2011 el
primer puesto a nivel nacional en logros de aprendizaje. El cambio de
mentalidad, la capacitación a los docentes y la participación de los
padres en la educación de sus hijos, fueron determinantes en este
proceso. Un ejemplo que deben seguir las demás regiones.
Elizabeth Huanca Urrutia
Arequipa
La profesora Liliana Parras Reyes, de la
institución Adelayda Mendoza de Moquegua, no encontró mejor remedio para
elevar el rendimiento de sus alumnos que acudir a la Fiscalía de
Familia. El objetivo era claro: comprometer a los padres con la
educación de sus hijos. Si no lo hacían, los demandaría por abandono
moral ante esa dependencia.
El sabor a amenaza del método funcionó. Corría el 2006.
Los padres comenzaron a asistir a las reuniones de aula para informarse
sobre los logros y debilidades de sus vástagos.
“La denuncia no solo se haría si el padre no iba a las reuniones, también si el niño no rendía”,
aclara la maestra, que llegó a ocupar la dirección del plantel y que
actualmente es la directora regional de Educación de Moquegua.
Parras y la Fiscalía trabajaron de la mano. Si
algún alumno descendía de nivel, el padre era notificado para que acuda
al colegio. La profesora lo asesoraba para que ayudara al hijo en sus
estudios. Si continuaban las malas calificaciones, el colegio
citaba dos veces más. La última, además de enviarse al padre, se
presentaba un informe a la fiscal del área para que proceda la denuncia.
“Los padres reaccionaban a la primera citación y nunca llegamos a la
denuncia. Gran parte del éxito de los estudiantes depende de los padres.
Es difícil integrarlos, pero hay que hacerlo”, comenta Parras, con 30
años en la actividad docente.
El centro Adelayda Mendoza ocupa uno de los primeros
lugares en calidad educativa de la región moqueguana, que desde el 2011
es primera a nivel nacional en comprensión lectora y razonamiento
matemático. Los resultados se desprenden de la Evaluación Censal de
Estudiantes (ECE). Esta prueba mide la calidad educativa de los
estudiantes del país, tomando como referencia a los alumnos del segundo
año de primaria.
Moquegua no solo ha mantenido el liderazgo en estas
materias y ha desplazado a Arequipa y Lima, cuyos estudiantes
mantuvieron los primeros lugares por varios años. En 2013, Lima ocupa el
cuarto lugar en razonamiento matemático y Arequipa el quinto (ver
infografía).
En cambio, en Moquegua, de cada 100 alumnos, 43 pueden
resolver ejercicios matemáticos sin ninguna dificultad. Y 63 comprenden
lo que leen. El logro de Moquegua fue expuesto a través del II Foro
Macro Regional que reunió a docentes del sur del país que contaron las
experiencias más exitosas. La actividad se desarrolló el fin de semana
pasado.
CAPACITACIÓN Y VOCACIÓN
La directora de Gestión Pedagógica de Moquegua, Carmen
Montes, explica que la mejora educativa fue un trabajo concertado entre
las autoridades políticas y técnicas.
Montes aclara que la gestión y voluntad política
de los titulares regionales, sobre todo del último, Martín Vizcarra, ha
sido determinante. Hasta el año pasado, Moquegua invirtió más
de S/. 90 millones en infraestructura educativa y capacitación a los
docentes moqueguanos.
Y el apoyo persistirá este año. Mediante un convenio,
Vizcarra logró que este año la empresa minera Southern derive S/.108
millones al sector. Con este dinero se implementará aulas virtuales en
350 colegios de Educación Básica Regular. Las aulas virtuales están
equipadas con tecnología de punta, que va desde bibliotecas, proyectores
hasta pizarras digitales. Cada profesor recibirá una laptop.
La revolución educativa en Moquegua tuvo su punto de
partida tras el terremoto de 2001, que dejó dañados a 450 colegios. Los
presidentes regionales comenzaron con la reconstrucción. “Fácil fue
construir las escuelas, equiparlas, lo complicado estuvo en cambiar la
mentalidad del docente”, aclara Liliana Parras.
Al momento,
según Montes, al menos el 70% de los docentes del magisterio ha cambiado
sus métodos y han sido los causantes de los logros educativos.
Gaby Ticona es una de esas maestras. Tiene 53 años y
enseña en la I.E. 43070 de Omate, escuela donde todos los alumnos
alcanzaron el 100% de los logros en la prueba ECE por tres años
consecutivos.
La maestra asegura que son tres los componentes que
contribuyeron a la mejora en la educación de sus niños: la vocación
docente, tener procesos de enseñanza y el apoyo de los padres.
Reconoce que la capacitación la ayudó a ser mejor maestra.
Desde el 2011 fueron adiestrados y evaluados todos los años. La
participación de los denominados acompañantes del Programa Educativo de
Logros de Aprendizaje (PELA), ha sido clave. Estas personas supervisan los métodos de enseñanza de los maestros y los orientan cuando fallan.
En su escuela, todos los días, los docentes preparan sus clases con la
supervisión de “acompañantes”. El Gobierno Regional también ha
reconocido el aporte de estos especialistas y ha contratado a más
personal.
SON SUPERVISADOS
Gaby tiene un lema, “sin felicidad en el aula no hay
aprendizaje óptimo”. “Al niño le tiene que gustar venir al colegio”,
dice, por eso en su aula el juego es fundamental. Así, la matemática a
su lado, se aprende con chapitas, cajas y otros métodos. Una regla
básica en su clase es que los niños siempre lean. Una vez al mes, prepara tertulias con los padres para que ellos lean frente a sus hijos y viceversa. “Un
alumno de segundo de primaria debe leer 60 palabras por minuto, al
principio mis niños solo leían 5 o como máximo 50, los padres vieron eso
y han ayudado a sus niños, ahora algunos pasan las 85 palabras”, dice
orgullosa.
La profesora Jackeline Sevairos (34) es otro ejemplo. Ella
enseña en la capital de Moquegua. Sus alumnos también obtuvieron el
100% de logros educativos. La maestra coincide con Gaby y asegura que
los padres deben jugar un rol activo en la enseñanza de sus hijos. Con
mucho esfuerzo ha logrado que los “progenitores” lean todos los días del
año un cuento, chiste, revista, etc. junto a su hijo. Para verificar
ello, los padres deben grabar un CD con sus niños, donde se plasmen las
lecturas y sus voces. “Si leen el cuento de la Caperucita, el
papá debe ser el lobo y la niña la Caperucita. Con ello se forja la
comprensión lectora y la formación de valores”, explica.
Además con ayuda de fichas educativas, que los
progenitores aplican en casa, Jackeline ha logrado que sus alumnos
entiendan lo que lean. También emplean títeres en el aula y se recuestan
en el suelo para disfrutar de la lectura.
Rose Mary Vera, formadora regional del PELA, aclara que el
cambio de mentalidad de los docentes se ha logrado porque en Moquegua,
la Dirección de Educación, conoce el perfil de cada docente. “El examen
de contrato sirve de referencia para saber en que están fallando, según
eso los capacitamos”, narra.
La directora regional de Moquegua sabe que si bien
ocupan el primer lugar a nivel del país, hay mucho por mejorar. La
prueba PISA de este año colocó al Perú en el último lugar en calidad
educativa. Parra dice que en la práctica, el promedio de nota
de los alumnos moqueguanos en matemática es 10 y en comunicación es 13,
cifras que deben mejorar y que grafican como está la educación en el
país.