Fotocheck político de abril
Viernes, 18 de abril de 2014 | 4:30 am
César Álvarez. A estas alturas parece obvio que está liquidado.
¿Pero por qué los demás presidentes regionales están tan callados? El
caso del político ancashino ha abierto una caja de Pandora cuyas
dimensiones finales nadie conoce todavía. Pero hay un rastro de crímenes
regionales que lleva lejos. Por lo pronto hasta Amazonas y Tumbes.
Luis Castañeda. Los entendidos afirman que es el próximo gran ganador en la política peruana. Al grado que a seis meses de la elección municipal no se está tomando la molestia de actuar como candidato. Pero hay quienes piensan que esa elección va a estar plagada de sorpresas, como aquella que llevó a Castañeda a su primera victoria en Lima.
Lourdes Flores. Cada día más claro que el PPC no tiene un candidato ganador para octubre próximo, y que nunca lo tuvo. Habrá, más bien, un cachorrito para el sacrificio. Lo cual da un sesgo de complicación adicional a la pugna entre sectores del partido. Por ejemplo: los que logren colocar al candidato PPC tendrán que asumir el precio interno de la derrota.
Alberto Fujimori. Los viejos juegos de palabras no habían considerado el fujimorismo con dos Fujimori. El padre se ha metido en una situación donde todos sus actos afectan el futuro electoral de la hija. ¿Es realmente lo que quiere? Los albertistas y demás sectores duros están conteniendo el aliento, pues eso puede terminar en una purga de radicales.
Alan García. La victoria en el Poder Judicial no es el fin de la historia, pero ha bajado mucho la temperatura en el tema de su liquidación política. No será el perseguido N°1, pero tampoco el opositor N°1. Sin ese instrumento, en términos de sus ambiciones presidenciales, los años que vienen sugieren una travesía del desierto.
Ollanta Humala. La sensación es que todos sus rivales ya conocen todas sus movidas. Así, más que un operador de la presidencia, aparece como un prisionero de su presidencia, sin mucha luz al final de ese túnel. Perdió tiempo valiosísimo frente a sus grandes proyectos, y ahora es probable que se vaya con las manos vacías de cosas impactantes que mostrar.
Pedro Pablo Kuczynski. Muy buenas cifras en las encuestas, pero de pronto parece que no sabe bien qué hacer con ellas. Una cosa que está haciendo es mantener el perfil bajo para cuidarlas. Esto incluye un reducido interés por la elección de octubre. En efecto, estos son tiempos en que la popularidad puede quemar, y la derrota de un socio calcinar.
Mario Vargas Llosa. Su perfil está potenciadísimo en este verano del 2014. Su manejo del papel de garante desde las alturas de lo cultural sin duda funciona. Incluso compensa con creces la despintada de Alejandro Toledo. Si fuera un curtido político y no un intelectual público, habría una candidatura esperándolo pacientemente a la vuelta de la esquina.
COLUMNA DE MIRKO LAUER DIARIO LA REPUBLICA
Luis Castañeda. Los entendidos afirman que es el próximo gran ganador en la política peruana. Al grado que a seis meses de la elección municipal no se está tomando la molestia de actuar como candidato. Pero hay quienes piensan que esa elección va a estar plagada de sorpresas, como aquella que llevó a Castañeda a su primera victoria en Lima.
Lourdes Flores. Cada día más claro que el PPC no tiene un candidato ganador para octubre próximo, y que nunca lo tuvo. Habrá, más bien, un cachorrito para el sacrificio. Lo cual da un sesgo de complicación adicional a la pugna entre sectores del partido. Por ejemplo: los que logren colocar al candidato PPC tendrán que asumir el precio interno de la derrota.
Alberto Fujimori. Los viejos juegos de palabras no habían considerado el fujimorismo con dos Fujimori. El padre se ha metido en una situación donde todos sus actos afectan el futuro electoral de la hija. ¿Es realmente lo que quiere? Los albertistas y demás sectores duros están conteniendo el aliento, pues eso puede terminar en una purga de radicales.
Alan García. La victoria en el Poder Judicial no es el fin de la historia, pero ha bajado mucho la temperatura en el tema de su liquidación política. No será el perseguido N°1, pero tampoco el opositor N°1. Sin ese instrumento, en términos de sus ambiciones presidenciales, los años que vienen sugieren una travesía del desierto.
Ollanta Humala. La sensación es que todos sus rivales ya conocen todas sus movidas. Así, más que un operador de la presidencia, aparece como un prisionero de su presidencia, sin mucha luz al final de ese túnel. Perdió tiempo valiosísimo frente a sus grandes proyectos, y ahora es probable que se vaya con las manos vacías de cosas impactantes que mostrar.
Pedro Pablo Kuczynski. Muy buenas cifras en las encuestas, pero de pronto parece que no sabe bien qué hacer con ellas. Una cosa que está haciendo es mantener el perfil bajo para cuidarlas. Esto incluye un reducido interés por la elección de octubre. En efecto, estos son tiempos en que la popularidad puede quemar, y la derrota de un socio calcinar.
Mario Vargas Llosa. Su perfil está potenciadísimo en este verano del 2014. Su manejo del papel de garante desde las alturas de lo cultural sin duda funciona. Incluso compensa con creces la despintada de Alejandro Toledo. Si fuera un curtido político y no un intelectual público, habría una candidatura esperándolo pacientemente a la vuelta de la esquina.
COLUMNA DE MIRKO LAUER DIARIO LA REPUBLICA
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