Policiales ::::
Carlos Álvarez Arrieta: drogas y modelos
Con la modelo venezolana Ana Caroline Visser Duhartte, quien exhibe el rostro del crack.
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El narcotraficante advierte que cobra S/. 5,000 por entrevista, pero igual acepta conversar ad honorem. “Aquí en este pabellón, por suerte, todos somos bien hombrecitos”, advierte tras divisar, a lo lejos, a un reo travestido. “Uno se puede volver loco, hermano, uno puede perder la cabeza al no ‘verla’. ¿Me entiendes?”.
‘Tío Charlie’ no quiere hablar de las acusaciones policiales que lo señalan como jefe de una organización de tráfico de crack en Miraflores y Asia. Prefiere hablar de mujeres.
Se jacta de haber mantenido relaciones con decenas de modelos a lo largo de sus 55 calendarios. Dice que las conocía “en juergas”, donde las drogas iban de mano en mano y que ellas mismas se “regalaban” luego de consumir el crack que éste tan gentilmente les ofrecía.
Por cierto, toma distancia de las narices inexpertas y pontifica: “Yo me puedo meter toda la droga del penal y caminar como si nada. Ya ni me afecta”.
Pero la verdadera historia es otra.
El día de su captura, el pasado 9 de abril, la Policía encontró en su departamento –ubicado en la av. La Paz 675, en Miraflores– una laptop con decenas de fotografías de modelos drogadas y abusadas por el ‘Tío Charlie’. Dos de ellas son las ex reinas de belleza Ana Visser Duhartte (32), y Orfelina Camargo Chavarro (29), venezolana y colombiana, respectivamente. Es por eso que la Policía acusó al ‘Tío Charlie’, además de microcomercialización de estupefacientes, de proxenetismo y violación.
LA RUBIA OCULTA
La venezolana Visser tiene antecedentes por tráfico de drogas y Camargo trabajaba en el nightclub Moonlight de Surco. Según la Policía, a ambas, como a otras modelos más, ‘Tío Charlie’ las drogaba y usaba para vender crack en discotecas de Miraflores y Asia. “Ellas, además, eran damas de compañía de los ocasionales visitantes al departamento del ‘Tío Charlie’”, sostuvo el mayor PNP Carlos Castañeda Rojas, jefe del Departamento de Investigaciones Policiales de la Comisaría de Miraflores.Testigo y víctima de lo que ocurría con las chicas que rodeaban al traficante de crack era la modelo Diana Bajak Robinson (29).
Ella fue pareja sentimental de Carlos Costa Yaker (41), quien integraba la organización del ‘Tío Charlie’ junto al triple campeón nacional de tabla hawaiana Luis Nikaido Onaga (38), y al dj español Jacobo López Gavin, de acuerdo a la Policía. Nikaido y Gavin fueron detenidos la noche del pasado 21 de junio en un inmueble de la calle Ayacucho 222, dpto. B, en Miraflores.
El mayor Rojas Castañeda aseguró que la modelo Bajak escapó cuando la Policía irrumpió en la casa miraflorina. CARETAS ubicó telefónicamente a Bajak y ella hizo una grave denuncia: “El ‘Tío Charlie’ ha violado a varias chicas”, dijo. “No me pidas nombres, pero me dan mucha pena esas chicas”.
“Todas esas chicas iban por droga a la jato (de La Paz). Yo iba donde Charlie. Compraba, salía y ya”, contó.
La modelo alega que estuvo en tratamiento y que ya dejó de consumir crack. “¿Por qué consumí? Porque soy una imbécil y escondo mi cabeza como el avestruz. Porque tengo tantos problemas. Me han violado tres veces, se mató mi novio. O sea, me han pasado cosas feas. Y ahora me estoy quitando para salir adelante, para salir de esta huevada”, dijo y añadió: “Hay un montón de gente involucrada, pero somos todos los que consumimos, pues. Yo estoy saliendo de este mundo de drogas de mierda”.
EL REY DEL CRACK
‘Tío Charlie’ empezó a rozar la fama desde muchacho. Sus vecinos de Miraflores solían verlo con mujeres despampanantes. Según la Policía, en los últimos 20 años viajó unas 70 veces a EE.UU. aprovechando su nacionalidad peruano-estadounidense. Y también sus pasaportes falsificados con nacionalidad uruguaya, española y mexicana. La sospechosa cantidad de salidas del país dio pie para alimentar la tesis acerca de su labor como importador de droga. Aquel detalle fue uno de los varios que sirvieron para coronarlo como el “rey del crack”.Para Bajak, sin embargo, es un “un pobre y triste huevón que usaba la droga como gancho” para que las chicas acudan a su departamento. “Si el huevón no tuviera droga, no tendría nada. Ni mujeres ni amigos”, dice. “No hubiera tenido a nadie en su casa”. (Eduardo García)
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