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miércoles, 19 de junio de 2013

El Estado debería acentuar el servicio militar voluntario con mejores condiciones para los jóvenes que deseen servir a la patria, comenta hoy Sabino Ponce.
Ha traído una serie de críticas y cuestionamientos la Ley del Servicio Militar pues se ha dicho que es groseramente inconstitucional y discriminatoria en lo personal y en lo económico. Los políticos que opinan a favor de dicha norma afirman que da la oportunidad a muchos jóvenes para forjarse de una carrera técnica y que puedan servir libremente a su patria. Del lado de los opositores, señalan que dicha norma es discriminatoria porque se dirige únicamente a las personas de escasos recursos que no tienen posibilidad de estudio y que se vulnera la libertad personal.
La Defensoría del Pueblo interpuso una medida cautelar para que se deje sin efecto el sorteo del servicio militar previsto para el día de hoy, convocado por el Comando de Reservas y Movilización del Ejército, que pretendía incorporar a 12 mil 500 nuevos reclutas; sin embargo, el Primer Juzgado Constitucional de Lima admitió a trámite dicha medida cautelar, suspendiendo el sorteo y notificándose a las entidades demandadas y a los procuradores públicos a fin de que cumplan con el mandato.
Lógicamente suponemos que dicha medida cautelar no solo será apelada, sino que ha sido motivo de cuestionamientos por parte del ministro de Defensa, Pablo Cateriano, quien ha dicho que el proceso de amparo tiene un tufo político. Puede ser, lo cierto es que no se puede obligar a un estudiante a servir obligatoriamente si es que no tiene vocación de servicio militar, ya que servir a la patria no solo es identidad, sino vocación para incluso dar la vida a cambio de defenderla. Entonces, eso implica tener la absoluta libertad personal para tomar la decisión adecuada.
De igual modo, nos parece un absurdo que aquella persona que salga sorteada y no quiera servir, pague una multa de 1,850 soles, lo cual desnaturaliza el servicio militar voluntario. Pregunto: ¿podrá pagar semejante multa un estudiante o una persona de escasos recursos económicos, cuando la remuneración básica es de 750 soles? Imposible. Pero ¿qué sucede si la persona no paga la multa? Le origina la “muerte civil”; es decir, no podrá realizar ningún acto jurídico civil ya que queda incapacitado, el DNI solo podrá servirle como un documento de identidad. Eso me parece abusivo y absurdo.
Vuelvo a preguntar, como lo hace gran parte de la población: ¿acaso servirá a la patria el hijo de un presidente, de un congresista, de un ministro, de un alcalde, de un general, de un mayor, de un comandante, etc.? Sinceramente, creemos que no lo harán. Por eso consideramos que la norma es discriminatoria porque permite desigualdades sociales.
Algunos países cuentan con el servicio militar voluntario, lo mismo debería pasar en nuestro país. Pero, para ello el Gobierno Central tiene que hacer apetitivo dicho servicio, pagándole un sueldo decoroso a los reclutas. Especialistas señalan que con el 0.1% del Presupuesto General de la República, que asciende a 108 millones de soles, se puede mejorar muchos aspectos referentes al servicio militar. Pero para ello se debe contar con personal de altos mandos que destine los recursos para dicho fines y que no se lleven las raciones a otro lado o que paguen menos a los reclutas. Esos abusos deben terminar. Necesitamos un ejército identificado con su patria, pero tratado dignamente para servir e incluso ser capaces de morir por el país.
Ahora, no podemos sentirnos felices o satisfechos de decir “no habrá sorteo; mejor”. Considero que el Estado debe difundir y acentuar el llamado al servicio militar voluntario con excelentes condiciones de logística y otros para el servicio, debiendo exceptuar y ordenar el reclutamiento para aquellas personas que no estudian alguna carrera técnica o universitaria, ni tengan trabajo conocido. Allí el Estado puede otorgarles una carrera técnica a las personas que no tengan los recursos económicos para estudiar e incluso otorgarles una propina. Entonces, sí se podrá hablar de una verdadera inclusión social y de un Servicio Militar Voluntario.

Sabino Ponce Roso
Decano del Colegio de Abogados del Santa

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