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jueves, 20 de junio de 2013

Actualidad Nuevas revelaciones sobre la crisis financiera de Yosef Maiman en Tel Aviv y Nueva York hacen más cuestionable el millonario lío de Costa Rica.

El Cerco de Maiman

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Alejandro Toledo.
La jueza Elizabeth Parco, titular de la 48 Fiscalía Penal de Lima, anunció que durante esta semana se presentaría a ofrecer su declaración el empresario peruano-israelí Yosef Maiman. Al cierre de edición, no había sido definida la fecha exacta.
Maiman tiene mucho que explicar en el caso inmobiliario y financiero que involucra al expresidente Alejandro Toledo y su esposa Eliane Karp.
A la compra de la casa y oficina en Lima, por US$ 4.55 millones, se suma el congelamiento de una cuenta de US$ 6.5 millones en Costa Rica.
La medida la tomó el Ministerio Público de ese país, a pedido de su par peruano. La cuenta pertenece a Ecostate Consulting –otra empresa cascarón como Ecoteva, que sirvió para comprar las mencionadas propiedades de Eva Fernenbug– y es administrada desde noviembre de 2006 nada menos que por Avraham “Avi” Dan On, jefe de seguridad de Toledo durante su paso por la presidencia.
A estas alturas, luego de una sucesión de graves contradicciones, Toledo y sus colaboradores se aferran a un argumento central: Maiman se encuentra en la situación de financiar las inversiones, lo que demostraría que los millones no son del expresidente.
Pero nuevas revelaciones sobre los problemas de Maiman en Tel Aviv y Nueva York no hacen sino confirmar la precaria situación del magnate y sumar más preguntas a una larga lista que sigue sin respuesta.
La historia de Toledo, a quien el abogado costarricense Melvin Rudelman ha señalado como el personaje detrás de la conformación de Ecoteva, es cada vez más inverosímil.
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Documentos judiciales revelan entretelones del proceso que acaba de terminar en Nueva York con declaratoria de liquidación de la corporación Ampal, que fuera el principal negocio de Maiman. ¿Cómo puede “prestar” millones?

TODO A ECOTEVA

El Armagedón financiero de Maiman explotó con el derrocamiento de Hosni Mubarak en Egipto, en 2011. A lo largo de ese año, el gasoducto que trasladaba el gas natural a Israel, que era su principal negocio, fue repetidamente saboteado. Al final el millonario proyecto se hundió (CARETAS 2284).Esto ha tenido graves consecuencias en las finanzas corporativas de Maiman. Pero también en sus cuentas personales.
El diario económico israelita Calcalist publicó en diciembre del 2011 que, según documentos de Merhav, la compañía de Maiman, al empresario le quedaba US$ 30 millones en su cuenta privada.
¿No es muy extraño que solo dos meses después pusiera a disposición de la suegra de Toledo el equivalente a las dos terceras partes de ese dinero con el nominee agreement por US$ 20 millones a Ecoteva?
Los problemas no se han solucionado desde entonces.
En octubre del año pasado, 3 meses después de la adquisición de Las Casuarinas y durante el proceso para conseguir un millonario recorte de impuestos, Maiman entregó al Poder Judicial de Israel una detallada lista de sus bienes y activos, dentro y fuera del país (ver diario Globes del 10 de octubre del 2012).
A esas alturas sus cuentas repartidas en Israel, Suiza, Londres y Nueva York sumaban menos de US$ 13 millones. Ecoteva no aparece por ningún lado. Están sus dos yates, uno de ellos puesto en venta debido al apuro económico por US$ 35 millones (CARETAS 2287). Si bien listaba sus dos casas en Israel y departamentos en Miami y el Soho neoyorquino, del Perú y Las Casuarinas no decía ni pío.
¿Acaso Maiman engañó a los tribunales de Israel y utilizó a Fernenbug de mascarón de proa para mover dinero?
¿O es que sencillamente los millones de Costa Rica no le pertenecían?

EL ESPÍA Y LA QUIEBRA

Porque sus balances no salen de cuidados intensivos. La magistrada Varda Alshech del distrito judicial de Tel Aviv ordenó el pasado 25 de febrero emitir una advertencia de bancarrota contra Maiman.Alshech aclaró al diario Globes que para evitar la declaración de esa figura, el magnate debía pagar en el plazo de 7 días una deuda de 2 millones de nuevos shekels (unos US$ 540 mil) a un solo acreedor, cuya identidad se mantuvo en principio en reserva.
La jueza había encontrado además un sobregiro en la cuenta de Maiman en el Banco Leumi.
Alshech advirtió que “si Maiman no paga la deuda, o garantiza su pago, o deja de cumplir con la satisfacción del acreedor o del tribunal, esto se considerará como la quiebra de hecho, que puede ser utilizada como base para la presentación de una petición de quiebra contra Maiman”.
Merhav, la compañía privada de Maiman, respondió en un comunicado que “aquí hablamos de un exempleado de la compañía que ya ha recibido el 95% de decenas de millones de shekels que se le debían, y que recibirá el resto de lo que se debe. Las razones para peticionar a la corte no son claras, excepto la venganza”.
Dos semanas después, Maiman y su exempleado zanjaron su disputa financiera fuera de los tribunales.
La jueza Alshech levantó entonces la orden de restricción de información sobre el proceso y reveló que el demandante era Shabtai Shavit, nada menos que el jefe del Mossad entre 1990 y 1996, el poderoso servicio de inteligencia israelí, que comenzó a trabajar para Maiman alrededor del año 2001.
Según reseñó el diario Haaretz en julio del 2004, ambos se conocieron en la década de los ochenta:
“Con su dominio de varios idiomas y su relación con Sudamérica, Maiman fue reclutado para jugar un rol en un proyecto específico del Mossad, y (luego) trabajó para Cesárea, el ala operativa de la agencia durante el reinado de Shavit”.
Maiman siguió haciendo trabajos esporádicos para la agencia, incluso cuando volvió a tiempo completo a su trabajo empresarial.
“En una ocasión, por ejemplo, Maiman usó sus pasaportes extranjeros para viajar a Arabia Saudita y participar en conversaciones sobre un proyecto energético, y luego le reportó al Mossad sobre sus encuentros”, aseguró el diario.
Poco después del 11 de septiembre, Maiman y Shavit fundaron juntos la agencia de seguridad Atenea, como una subsidiaria de Merhav, la compañía propiedad del primero.
Atenea se dedicó a asesorar a los bomberos de Nueva York en las mejoras que debieron implementar tras los atentados terroristas.
Maiman y Shavit también dieron los primeros pasos en el proyecto de transporte de gas natural de Egipto a Israel, que se convertiría en el principal negocio del amigo de Toledo y, a la larga, en su más grande dolor de cabeza.
Y se fueron con todo. Shavit llegó a acusar a la familia libanesa Houri, socia de la British Gas que también competía por el proyecto, de financiar grupos terroristas.
El entonces ministro de infraestructura nacional israelí, Yosef Paritzky, formalizó una queja ante la Procuraduría General, donde acusó a Shavit de utilizar para fines privados información confidencial adquirida durante su paso por el Mossad.
El juicio entablado por Shavit contra Maiman se suma al que le interpuso a principios del año pasado su otro colaborador principal, Nimrod Novik. Este exdiplomático, que había sido despedido de Merhav en noviembre del 2011, reclama US$ 30 millones por su participación en los negocios de la empresa (CARETAS 2284).
Las guerras de Maiman con Shavit y Novik son expresión del desplome de sus negocios.

LA LIQUIDACIÓN DE AMPAL

Pero si en Tel Aviv Maiman se salvó por un pelo de la bancarrota personal, en Nueva York ha visto evaporarse el valor de la corporación Ampal, su gallina de los huevos de oro.CARETAS accedió a reciente documentación del Tribunal de Bancarrotas del Distrito Sur de Nueva York, donde el juez Stuart M. Bernstein explica la naturaleza del conflicto entre Ampal, cuyo accionista mayoritario es Maiman con 62%, y sus acreedores por US$ 300 millones, principalmente tenedores de bonos emitidos para financiar la compra de parte de la compañía egipcia que trasladaba el gas a Israel.
Como partes interesadas aparecen también los peruanos Jack Bigio, Leo Malamud y Sabih Saylan. Los nombres de los dos últimos han saltado en el millonario carrusel costarricense.
En febrero, Bernstein ordenó traspasar el control de Ampal a los acreedores. Maiman anunció que también dejaba su puesto de CEO en la corporación.
El pasado 1 de mayo se dio el vuelco más dramático. Bernstein convirtió el caso, que pasó de estar bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras, al Capítulo 7.
En cristiano esto significa que pasaron de una reorganización bajo el amparo del Estado, a una liquidación.
El juez dijo que Ampal “no puede confirmar un plan” de reorganización y que “no tiene esperanza de pagar su deuda”.
Ampal solo tenía US$ 147 mil en la cuenta. La liquidación le permitirá monetizar los activos que le quedan, principalmente su participación en el vapuleado gasoducto en Egipto.
Perú Posible corre el riesgo de ver desmembrarse su bancada. Mientras Eliane Karp alude en Facebook a una conspiración antisemita para explicar el tremendo lío en el que están metidos ella y su marido, Alejandro Toledo anunció que esta semana llegaría a Jerusalén para participar en un homenaje por los 90 años del exprimer ministro Shimon Peres y sostener una reunión de trabajo con Bill Clinton.
Pero no habla de otra entrevista que mantendrá probablemente en Israel. La más importante, sin duda. (Escribe: Enrique Chávez)

No es Broma

Delitos de corrupción y presidentes que terminan entre rejas.
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Guatemalteco Portillo, extraditado a NY.
El contrabando de armas a Croacia y Ecuador le ha valido al expresidente argentino Carlos Menem una condena de 7 años de prisión. Si bien su inmunidad parlamentaria lo protege de cumplir la sentencia, el diario La Nación editorializó que “por encima de todo, es digno de destacar el valor histórico del paso que ha dado la Justicia. Por primera vez desde el retorno de la democracia se ha condenado a un presidente constitucional por un grave hecho de corrupción”.
Otros funcionarios vinculados al caso especialmente sensible para el Perú, sí purgarán prisión.
Y ya no resulta extraño que expresidentes latinoamericanos elegidos democráticamente terminen en la cárcel por delitos “de cuello blanco”.
Menem y una histórica condena. La caída de Mubarak tiene que ver con este caso.
Está el guatemalteco Alfonso Portillo, actualmente recluido en un penal de Nueva York, adonde fue extraditado por acusaciones de lavado de activos.También el costarricense Miguel Ángel Rodríguez, que en el 2004 debió renunciar al cargo de secretario general de la OEA y volar esposado a su país. En el 2011 lo condenaron a 5 años por recibir sobornos del sector privado.
Antes, en el 2004, pasó algo similar con el nicaragüense Arnoldo Alemán.
La corrupción acompañó los crímenes de lesa humanidad por los que ha sido sentenciado Alberto Fujimori. Una figura similar que terminó por sacar del poder al egipcio Hosni Mubarak que aunque sea de una realidad más remota, como se lee en la nota, tiene mucho que ver con la historia de Yosef Maiman.

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