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martes, 4 de junio de 2013

¿Todo tiempo pasado fue mejor?

Abigail Díaz Moncada


Hace muchos años cuando trabajaba en el Diario de Chimbote, me enviaron a cubrir la colocación de la primera piedra en una obra de agua y alcantarillado en un pueblo en la zona de San Luis. En ese pueblo joven de calles anchas y empolvadas, de viviendas mayormente construidas de triplay, esteras y muy pocas de material noble, se vivía una verdadera fiesta, la alegría se podía sentir y ver en cada poblador que sabía que su calidad de vida cambiaría al poder acceder a los servicios básicos.
 
Por esos años, esa algarabía no era empañada, como ahora, por las pugnas de las mafias de ‘chalecos’, el sindicato de construcción civil exigía sus cupos de trabajo y lo hacía coordinadamente con el ingeniero residente y con el comité de obra, integrado por la población. Las exigencias o si existía alguna discrepancia se arreglaban levantando el tono de la voz, a puño limpio y en el peor de los casos a palazos y lisuras.
 
No existían las cartas con balas en las puertas de los ingenieros residentes, no había explosiones en las viviendas de los constructores ni los encargados de la obra eran ‘reglados’.
Los sindicalistas no llevaban sus armas de fuego a las obras, ni mucho menos tenían a delincuentes como ‘seguridad personal’. Llegaban a pie y no en modernas camionetas.
 
Los encargados de la construcción se preocupaban por terminar la obra a tiempo y con buenos materiales, el presupuesto no era recortado para pagar a delincuentes el 1% del total de la obra dizque para seguridad y remesas semanales de hasta 10 mil soles. Y lo más preocupante, las obras no dejaban una hilera de muertos por la pugna de cupos como ‘seguridad’.
 
Solo el año pasado se registraron 47 asesinatos, más del 70 por ciento por sicariato teniendo como común denominador el dominio por el ‘chalequeo’ en las obras públicas de construcción civil.
¿En qué momento el término ‘chalequeo’ ingresó y se quedó en nuestro Chimbote querido para desangrarlo? ¿Por qué se permite que los denominados ‘chalecos’ continúen en las obras? ¿La zozobra será la única acompañante de los chimbotanos?
¿Acaso todo tiempo pasado fue mejor? Que dicen.
 

¿Todo tiempo pasado fue mejor?

Hace muchos años cuando trabajaba en el Diario de Chimbote, me enviaron a cubrir la colocación de la primera piedra en una obra de agua y alcantarillado en un pueblo en la zona de San Luis. En ese pueblo joven de calles anchas y empolvadas, de viviendas mayormente construidas de triplay, esteras y muy pocas de material noble, se vivía una verdadera fiesta, la alegría se podía sentir y ver en cada poblador que sabía que su calidad de vida cambiaría al poder acceder a los servicios básicos. 
Por esos años, esa algarabía no era empañada, como ahora, por las pugnas de las mafias de ‘chalecos’, el sindicato de construcción civil exigía sus cupos de trabajo y lo hacía coordinadamente con el ingeniero residente y con el comité de obra, integrado por la población. Las exigencias o si existía alguna discrepancia se arreglaban levantando el tono de la voz,  a puño limpio y en el peor de los casos a palazos y lisuras. 
No existían las cartas con balas en las puertas de los ingenieros residentes, no había explosiones en las viviendas de los constructores ni los encargados de la obra eran ‘reglados’.
Los sindicalistas no llevaban sus armas de fuego a las obras, ni mucho menos tenían a delincuentes como ‘seguridad personal’. Llegaban a pie y no en modernas camionetas.
Los encargados de la construcción se preocupaban por terminar la obra a tiempo y con buenos materiales, el presupuesto no era recortado para pagar a delincuentes el 1% del total de la obra dizque para seguridad y remesas semanales de hasta 10 mil soles. Y lo más preocupante, las obras no dejaban una hilera de muertos por la pugna de cupos como ‘seguridad’.
Solo el año pasado se registraron 47 asesinatos, más del 70 por ciento por sicariato teniendo como común denominador el dominio por el ‘chalequeo’ en las obras públicas de construcción civil.
¿En qué momento el término ‘chalequeo’ ingresó y se quedó en nuestro Chimbote querido para desangrarlo? ¿Por qué se permite que los denominados ‘chalecos’ continúen en las obras? ¿La zozobra será la única acompañante de los chimbotanos? 
¿Acaso todo tiempo pasado fue mejor? Que dicen.

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