La
campaña política, como proceso en sí, no termina con la elección del
candidato, por el contrario, es un proceso que debe de aprovecharse al
máximo para afianzar la construcción de la imagen.
Es un proceso que
debe ser consistente en el tiempo.
Es un proyecto a largo plazo.
La
integración de las estrategias de la comunicación no le asegura el éxito
político, pero le aseguro que sí lo convierten en un político
diferente, que ejecuta acciones profesionalmente, no de forma
improvisada ni intuitiva. Entre tanto candidato “más de lo mismo”, el
pueblo percibe al diferente.
jueves, 19 de junio de 2014
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