Cómo empezó el escándalo
El general PNP Aldo Miranda, hasta hoy director ejecutivo de seguridad ciudadana de la PNP, y el ex director general de la Policía, general PNP (r) Raúl Salazar. (Fotos: El Comercio y Perú21)
Mientras se producía la inédita confrontación de versiones y recíprocos desmentidos entre el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, almirante AP José Cueto y el ex director general de la PNP, general Raúl Salazar, IDL-Reporteros entrevistó por teléfono al general PNP Aldo Miranda, quien tiene el conocimiento de cómo se originó la orden que ha culminado en el escándalo desbocado de hoy.
El general Miranda fue sorprendido por el huaico político cuando se encontraba en Costa Rica. IDL-R lo entrevistó al mediodía de hoy, jueves 14, poco antes de que tomara un vuelo de retorno adelantado a Lima.
Su testimonio es vital, porque fue él quien firmó la orden inicial (que ayer dio a conocer IDL-R) para que se estableciera el dispositivo de protección sobre la casa de Batallón Libres de Trujillo 209, donde supuestamente vivía el almirante Cueto pero realmente domiciliaba Óscar López Meneses.
¿Cómo se originó la orden y quién la dio? Esa es la pregunta vital.
El general Miranda lo recuerda con toda claridad.
“A mí me llamó el general Raúl Salazar y me dijo que me iba a llamar el almirante Cueto para que se le de seguridad a su domicilio;” dice Miranda, “al poco rato me llamó una persona que se me presentó como el almirante Cueto y me dio la dirección de su casa para brindarle la seguridad correspondiente”.
¿Cómo lo llamó?
“Primero me llamaba otra persona que se identificaba como el secretario del almirante Cueto y me pasaba con él”, dice Miranda, “… yo he hablado dos o tres veces con él. En una oportunidad, en una actuación, me acerqué a saludarlo. ‘Soy el general Miranda, señor almirante’ … ‘¡Ah, sí, sí, qué tal…’ … ‘El servicio, ¿todo bien, señor?’ … ‘sí, sí, todo bien…’. … no me reclamó ni me dijo nada… o sea, yo he tratado de hacer esto con la mayor transparencia. Recibí una orden de mi Comando, tomé las acciones del caso, y el personal que va, que es el coronel, comandante, ellos verifican pues; yo, como general, ya no; pero si hay un problema ahí ellos me comunicarían por escrito, ¿no?”.
IDL-R.- ¿Cómo sabía que la persona con la que estaba hablando por teléfono era el almirante Cueto?
Miranda.- Porque el director general [de la PNP, general Raúl Salazar] me dijo que me iba a llamar él.
IDL-R.- Pero todo indica que no era el almirante Cueto.
Miranda.- Bueno, es lo que están diciendo, pero es la voz de él también, pues… uno se acuerda, uno conoce la voz de él, ¿no?
IDL-R.- Pero lo concreto es que ese supuesto almirante Cueto, que llama por encargo del general [Raúl] Salazar, es una persona que vive en una dirección diferente y les dieron a ustedes para cuidar la casa de López Meneses como si fuera la de Cueto. Eso está comprobado al cien por ciento. Hemos hablado ayer con López Meneses y él vive y ha vivido en esa dirección.
Miranda.- …Yo no he llegado hasta eso… porque a mí tampoco nadie me dio cuenta de que esa casa no era la de Cueto. Yo lo que hice fue cumplir las disposiciones del director [el general PNP Raúl Salazar], él es el que llama.
IDL-R.- ¿… él es el que llama y el que da la orden?
Miranda.- Sí.
Actualización informativa de las 23:00 horas del jueves 14
¿Y cómo policías experimentados no se dan cuenta durante un año y medio que ahí no vive Cueto sino otra persona [López Meneses]?
Esa pregunta no ha podido ser respondida satisfactoriamente hasta ahora por ninguno de los policías que tuvo que ver directamente con esa vigilancia.
Sin embargo, IDL-R ha conseguido documentos que dan luces adicionales sobre el caso escandaloso –y criminal– de suplantación de direcciones, identidades y del desvío, en realidad robo, millonario de recursos del Estado mediante la acción de impostores y sus cómplices.
El caso de la SUAT
Uno de los grupos que tuvo que asignar personal para la custodia del supuesto hogar de Cueto, en realidad de Meneses, fue la Dirección Táctica Urbana SUAT-PNP. Este es un grupo de élite, especializado en las acciones urbanas más complejas (rescate de rehenes, ingreso a casas donde se parapetan delincuentes armados, captura de criminales peligrosos, etc.). La SUAT es, de hecho, una de las pocas unidades de la Policía que tiene un alto nivel de entrenamiento.
El 26 de febrero de este año, el coronel PNP Walter Arrué Pereyra asumió la dirección de este grupo, y el 1 de abril redactó un informe sobre el servicio SUAT frente a la presunta casa del almirante Cueto.
En el Informe Nº037-2013-DIREJFE-DIRTURB-SUAT, el coronel Arrué indica que cuando se relevó con su predecesor, el comandante PNP Joel Valdivia Montoya, este le informó que el personal SUAT “viene cubriendo servicio de vigilancia móvil en el domicilio del Almirante AP. José Cueto Aserbi [sic], Presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, sito en la calle Batallón Libre [sic] Nro. 209 Monterrico –Santiago de Surco”.
“Dicho servicio” prosigue Arrué “se viene cubriendo desde el día 06DIC2012 a través de una Orden Verbal dispuesta por el entonces Director General de la PNP, Raúl Salazar Salazar”. Aparentemente, a juzgar por lo que sigue del texto, Salazar le indicó al predecesor de Arrué que esa orden era el resultado de una reunión entre el presidente Ollanta Humala y el almirante Cueto, para que el personal SUAT se incorpore a la protección de la casa, “con el fin de prevenir acciones delincuenciales de sabotaje y/o terrorismo, así como ser víctima de la delincuencia común”.
En ese documento, Arrué solicita saber si sigue o no con el servicio, “toda vez que a la fecha no existe documentación para el servicio en mención…”.
Arrué recibió la orden, verbal, de seguir.
El 4 de octubre de este año, Arrué envió otro oficio, el 1031-2013-DIREJFE-PNP/DIRTAURB-SUAT, al general PNP Luis Monar Moyoli, director de las Fuerzas Especiales de la PNP.
El oficio era el encabezamiento para una hoja de recomendación en la que Arrué solicitaba “autorización para repliegue del servicio que personal de la dirección táctica urbana SUAT PNP en el domicilio del Presidente del CCFFAA. Distrito Surco, por duplicidad de trabajo”.
En la Hoja, Arrué reveló que el SUAT “proporciona servicio con una unidad vehicular y dos efectivos durante las veinticuatro (24) horas, en la Av. Batallón Trujillo cuadra dos (02) Distrito de Surco-Lima en razón de que en esta el Presidente del Comando Conjunto de la FFAA Almirante José Cueto Aservi, tiene su domicilio”.
Arrué indica que además del personal SUAT, cuidan al presunto almirante Cueto, dos policías de la UDEX (desactivación de explosivos), dos policías y un patrullero del Departamento de Emergencia Lima Sur y, además, personal de USE (antidisturbios), “todos ellos durante las veinticuatro horas del día, inclusive lo hace un vehículo del Serenazgo del distrito de Santiago de Surco”.
Indicando que “existe duplicidad de servicio” Arrué pidió “que se disponga el retiro del servicio de seguridad que presta el […] SUAT […] en el domicilio del Presidente del Comando Conjunto de la FFAA Almirante César Cueto Aservi”.
La respuesta fue: No.
El 4 de este mes de noviembre, Arrué dirigió otro oficio (el 1135-2013-DIREJFE-DIRTAURB-SUAT-PNP) a Monar, donde, además de mencionar la carencia de personal SUAT para cuidar el “domicilio” que él sigue describiendo como si fuera de Cueto, subraya que “no existe Documento Histórico alguno para cubrir dicho servicio” y que todo se había hecho hasta entonces “solo por una orden verbal del Jefe DIVEME (División de Emergencia). Por eso, insistió en el repliegue de su unidad.
Ello, aparentemente, le fue nuevamente denegado.
Ahora, pese a sus gestiones para liberarse de algo que le pareció evidentemente irregular, Arrué ha sido relevado de su puesto al mando de la SUAT.
Pero si algo queda claro es que la persona que dio la orden para que se confundiera el domicilio de López Meneses con el del almirante Cueto, fue el general PNP Raúl Salazar. Y fue Salazar quien indicó que iba a llamar Cueto, el que resultó ser un impostor telefónico. ¿Su identidad? La tiene que conocer Salazar.
En resumen, en este caso que, aunque grotesco y enormemente bochornoso para la Policía, no es menos grave y delictivo, queda claro lo siguiente:
• En confundir la casa de López Meneses con la del almirante Cueto, o miente Salazar o miente Cueto. Es relativamente fácil determinar quién de los dos fue el que mintió.
• No fue una mentira por error o ligereza sino con planificación, organización y alevosía. Hubo un impostor, que se hizo pasar por Cueto y otro por su secretario. Se empleó un teléfono, el 954-717-650, para llamar a los policías haciéndose pasar por Cueto. No una, sino muchas veces.
Antes de terminar como hazmerreír de todas las policías del mundo (incluyendo Lichtenstein y las islas Palao), la PNP, que tiene buenos detectives, podría recuperar en algo la dignidad socavada descubriendo la identidad de los impostores, la composición de la banda y el tejido de complicidades detrás de ella. La situación es tal, que no tendrían que temer ningún daño ácido si actúan con energía y prontitud♦
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