Mientras
ella festejaba la fiesta popular de Lluchubamba los sicarios que la
reconocen como autora intelectual, realizaban el “trabajito” que les
encargó: acabar con la vida de Alberto Cobeñas Sernaqué.
Maria
Nery Ruiz Ávila, cuñada y presunta autora intelectual del comerciante
casmeño, viajó tres días antes del crimen a celebrar las fiestas del
poblado de Lluchubamba del distrito de Citacocha en Cajamarca. La
Policía llegó hasta la casa de sus familiares para proceder con su
captura pero, aparentemente, ya no se encontraba en ese lugar.
Para
ayer, según las declaraciones que María Ruiz emitió a través de un
familiar de Casma, ella debió haberse puesto a derecho, sin embargo, al
cierre de esta edición permanecía prófuga de la justicia.
El
jefe de la Dipol-Chimbote, coronel Aguilar Amaro, manifestó que, cuando
llegaron los efectivos policiales enviados para capturar a la presunta
asesina intelectual en su natal Cajamarca, estos fueron recibidos por
hermanas de la acusada y una de ellas habría referido que ya no se
encontraba allá y que ya había regresado a Casma.
Según
las declaraciones del los sicarios, quienes permanecieron dos días en
la casa de María Ruiz, ella les advirtió que viajaría unos días antes a
Cajamarca para no levantar sospechas. Es decir, dejó el encargo, que fue
planeado en su casa y valorizado en seis mil soles, mientras ella
disfrutaba de la fiesta en el pueblo donde viven su madre y hermanas.
QUE SE PONGA A DERECHO
El
jefe policial, sugirió a la mujer que se ponga a derecho pues ya hay
una orden de captura en su contra y explicó que el levantamiento del
secreto de comunicaciones de los sicarios como de María Ruiz, va a ser
determinante para corroborar el grado de complicidad de Raúl Cobeñas,
hermano del occiso.
Según
acotó el PNP, Raúl Cobeñas no ha sido sindicado por los sicarios, pero
“resulta difícil creer que él desconozca las intenciones de su mujer
cuando hospedaron a los asesinos en su propia casa”.
Maria Nery Ruiz Ávila, cuñada sigue oculta.
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