¡AMI MARE!
“Estas líneas pretenden ser el resumen y la continuación de Mi Madre”.
Estoy casi seguro que muy pocos de nosotr@s entendíamos la dimensión de las palabras cuando escuchábamos en la radio cantar melodiosamente a Leo Dan: ‘Todos tienen una Madre ninguna como la Mía’ y solo hasta ahora que Cachín Alcántara ha hecho mas famosa ‘ASU MARE’ tenemos la certeza que tenemos MADRES UNICAS.
Mi Madre se llama Ana María Hurtado Beltrán y sus niet@s la llaman cariñosamente ‘MAMANA’; pero ell@s desconocen los detalles de todo lo que tuvo que hacer para criar – y hacerlo bien – a una dama y cinco varones prácticamente sola; sin embargo, recién ahora empiezan a conocer de la rigurosa sabiduría que la acompaña.
Mi Madre nos enseño de la responsabilidad a través de un horario de tareas que colgaba en uno de los muros de la cocina, del practicismo cuando resolvía nuestra inexperiencia para ayudar en la cocina con un simple ‘pícalo igual a como lo comes’, de la suficiente personalidad para ir de regreso a la bodega a devolver una mala compra y de la observación criteriosa para comprar la asadura de res y el pescado.
ELLA tiene una lógica demoledora que se expresa en las cosas que dice - y en la forma en que las dice – porque cuando te llamaba por tu nombre y se te ocurría gritar un QUE’ respondía que no te llamaba para escuchar tu voz, porque cuando pedías permiso para salir a ‘dar una vuelta’ te decía muy seria ‘cuidado te mareas’ y porque cuando se enteraba de alguna enamorada se asociaba con su hija para gritarle al verte salir: ‘apunta la fecha… por si acaso’.
Desde hace 9 años - cuando nació mi hija - cada día trato de trasmitirle todo eso, así como el cariño por los libros que ‘MAMANA’ me enseño a leer y a resumir, sus dichos y las frases que ahora empleo recordando el día que me a mi me las dijeron con la seguridad que provienen de mi querida abuela y con la esperanza que este legado se extienda mas allá de mi existencia.
Finalmente debo decir que otro cantante como Juan Gabriel nos ayudo a comprender que hay un amor eterno al cual debemos valorar lo suficiente en vida y recordar pacientemente su partida hasta volver a encontrarnos. Mi Madre no es muy dada a los regalos y las flores, tampoco le gustan mucho las fotos que podrían servir para recordarla, porque nuevamente estoy seguro que ella sabe que nos ha entregado y nos sigue entregando algo tan valioso como la vida misma, ella nos ha enseñado a vivir.
Fuente: Plural Radio
Pablo Cesar Carrion Hurtado
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