SIETE DIAS CASMA

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Hoy, de nuevo, me resfrié

Pasa ligera la maldita primavera... Y está pasando tan ligera que ni rastros del sol. El clima sigue estando, como diría Juan Luis Guerra, "frío, frío como el agua del río". Revisa estos consejos para cuidar tu pechito. 

Aaron Salomón Grimaldo I El verdadero culpable

Publicado: Hace 1 hora

Luis se despertó con dolor en todo el cuerpo —casi no se pudo despegarse de su cama—. Con mucho esfuerzo, logró levantarse. La cabeza le retumbaba y tenía la nariz tupida. No podía faltar al trabajo. Se cambió —sin bañarse—, prendió su auto y antes de enfrentar al dragón que es el tráfico limeño a las 7 de la mañana, se fue a la primera farmacia que encontró. Dos antigripales, un kit de pañuelos y caramelos para la garganta fue lo que compró. A duras penas, volvió a su auto y empezó su odisea al volante desde la Molina hasta Camino Real.
A la misma hora, al otro lado de la ciudad, en un cerro de San Juan de Miraflores, Ercilia se encuentra bajando las escaleras amarillas con Diego —de 8 meses— en sus brazos. El pequeño respira demasiado rápido. Tan rápido como su madre sortea las escaleras que son su única vía para llegar —con las justas— a tomar un bus que la lleve a una casa en San Borja, en donde apoya lavando y cocinando. Ercilia levanta la mano y se convierte en atún dentro de una lata. Por suerte, un buen samaritano, le cede asiento. Dieguito, no es el mismo de otros días, ya no sonríe, solo llora y su tos es constante.
Luis y Dieguito evidentemente están sufriendo de algún tipo de enfermedad respiratoria. En el caso de Luis, padece un cuadro de gripe, la cual debe tratarse a tiempo, para no sufrir de otras afecciones más complicadas. Por su parte, la situación de Diego es de alta preocupación, si Ercilia —su madre— no se da cuenta de que el pequeño puede estar sufriendo de neumonía, podría ser mortal para él.

EL CLUB DE LA MALDAD

 El frío aumenta la predisposición de contraer afecciones respiratorias. El sistema de defensa natural que tenemos en la nariz se ve afectado por el cambio de temperatura. Los vellos y la mucosa nasal se congelan y al hacerlo no controlan como deberían el paso de microbios ni pueden calentar el aire para que llegue a los pulmones de forma adecuada. No en vano nuestras madres siempre nos han dicho la repetida frase “no salgas sin tu abrigo”.
Este es el escenario idóneo para que un club de villanos planeen en su guarida secreta la forma de instalarse en nuestro cuerpo. Te presentamos a los rostros de la maldad.

RESFRIADO COMÚN: Dura hasta 3 días y la curación la produce el mismo organismo, en forma espontánea. Es un problema que se origina con los cambios estacionales y se presenta congestión nasal, secreción en la nariz y tos.

GRIPE: Es un proceso viral en el cual hay una dificultad respiratoria, tos y malestar general. Para reducir los síntomas se recomienda tomar paracetamol o ibuprofeno y antigripales. El tiempo de curación puede durar hasta 5 días dependiendo del organismo de la persona.

RINOFARINGITIS : Es una infección a nivel de la nariz y faringe ocasionada por bacterias. Fuerte dolor de garganta y fiebre son los síntomas más comunes. Se origina la mayoría de veces por el mal tratamiento de una gripe. Para curar esta enfermedad se necesitan antibióticos prescritos por un médico. El tiempo de recuperación puede ser hasta 7 días.

BRONQUITIS: Los bronquios se inflaman y producen bastante mucosidad a causa de una infección. Tos con flema, malestar general y fiebres altas son los síntomas de la enfermedad. Generalmente se produce por una rinofaringitis mal curada. Se utilizan antibióticos en su tratamiento y la recuperación puede tardar hasta 10 días.

NEUMONÍA: Es una infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. Este órgano está conformado por alvéolos —que son como pequeños sacos—, se llenan de pus y líquido. Tos con o sin expectoración, fiebres altas, dificultad para respirar, respiración muy rápida y escalofríos son los síntomas principales. Su curación es a partir de antibióticos prescritos por un profesional de la salud, si no es detectada y tratada a tiempo, puede tener consecuencias mortales.

LIBERA TU SUPERPODER

Si los virus y bacterias fueran villanos que pretenden invadir y destruir la ciudad en que vivimos —nuestro cuerpo—, tenemos para elegir una gama de superhéroes que nos salvarían de su plan malévolo. Spiderman, Batman, Superman, saldrían con sus poderes sobrehumanos a evitar que esto suceda. Un “pow” , “ka-pow” y “bam”; y resuelto el asunto.
Pero la vida real no es como el cine o los comics. Aquí no tenemos un superhéroe que nos salve de los enemigos. Los virus y bacterias en esta época están al acecho. Nosotros mismos somos los responsables del cuidado de nuestra salud ¿Si no lo hacemos, quién más lo hará? Sigue estos consejos para evitar enfermarte por alguno de estos “villanos”. Tu superpoder es la prevención.

• No hacer cambios bruscos de temperatura.

• Evitar el consumo de bebidas heladas.

• Ingerir bastante agua.

• Dejar de fumar.

• Abrigarse ante las bajas temperaturas.

• Tomar paracetamol e ibuprofeno para el malestar general que ocasionan las enfermedades, pero si continúan los síntomas acudir inmediatamente al médico.

• No abusar de los medicamentos para la gripe porque pueden dañar el hígado y los riñones.

• No utilizar antibióticos sin supervisión de un profesional de la salud. • Acudir a un centro de salud apenas se presente fiebre.

• Vacunarse contra la neumonía, principalmente a los niños y a los adultos mayores.  

RECETA DE LA TÍA ABUELA

Como dijimos en líneas anteriores, nuestras madres y abuelas, sí que tenían razón al decirnos que debíamos abrigarnos ante el frío. Sin lugar a dudas, la experiencia les da la sabiduría necesaria para recomendar algo tan simple, pero tan efectivo, para evitar enfermarnos. El reconfortador “caldito de pollo” que nuestras sacrificadas mamás preparaban con tanto esmero y cariño para reponernos ante un cuadro respiratorio infeccioso, dan también muestra de ello.
El hogar para ellas es su consultorio y su cocina es su farmacia. Te revelamos algunos de sus secretos. No dejes de probarlos.

• Cortar cebolla en rodajes finas la cantidad equivalente a una taza. Poner en capas cebolla y azúcar. Dejar reposar durante la noche y luego filtrar con un colador. Tomar una cucharada 4 veces al día.

• Ingerir una taza de infusión de Tilo tres o cuatro veces al día. • Beber infusión de hojas de Eucalipto. También se recomienda realizar inhalaciones. Es un excelente expectorante.

• Consumir rábanos realizando la misma preparación que con la cebolla. • Los jugos de zanahoria, los de espinaca y los de pepino –solos o en combinación- son útiles para fortalecer los pulmones.

• Las menestras de los lunes ocupan un papel importante. El consumo de lentejas es una excelente fuente de proteínas de alta calidad y muy beneficiosa para la salud.

• Consumir frutas que contengan antioxidantes como manzanas –si son horneadas mucho mejor.

• La vitamina C es conocida por su gran capacidad de prevenir enfermedades respiratorias. Qué más efectivo que un delicioso jugo de naranja para el desayuno.

SABÍAS QUE…

-Respiramos unos 5-6 litros de aire por minuto.
-Al toser, el aire puede salir a una velocidad de 140 km/h.
-El pulmón derecho es más grande que el izquierdo; para dejar espacio al corazón.
-Se debe respirar por la nariz, porque el aire así tiene un mayor recorrido y llega más caliente a los pulmones. 
 -Casi la mitad del agua que tomamos, la expulsamos a través de la respiración. 
-El hipo es causado por la contracción repentina del diafragma. El aire entra muy rápidamente y las cuerdas vocales se cierran, lo que origina el peculiar sonido. 

Sigue estas recomendaciones; y si padeces —o algún familiar tuyo— uno de los síntomas que aquí mencionamos, o te das cuenta que persisten y empeoran al pasar los días. No dejes de acudir al centro de salud más cercano .Y sí somos víctimas de alguna de estas enfermedades, unos días de descanso en el hogar, lejos de las actividades diarias, no solo te beneficiarán, sino que evitarán que se expongan a las demás personas de un posible contagio. Sé tu propio superhéroe. Y dale gracias a tu mamá que siempre decía que te abrigues.