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sábado, 19 de octubre de 2013

Religión Casos de abuso infantil por parte de miembros de la Iglesia Católica. ¿El papa Francisco cumplirá con su anunciado afán reformista?


Pedofilia en el Mundo
El sacerdote argentino Mario Napoleón Sasso (a) ‘Padre Napo’ abusó de cinco niñas. El 2007 lo sentenciaron a 17 años de cárcel. El 2012 fue beneficiado con salidas transitorias.
Colombia está conmocionada. Como si no fuese suficiente con ser congresista, el cura Jaime Alonso Vásquez ha sido acusado de haber violado a un menor de edad durante 16 años. La denuncia la ha hecho la supuesta víctima, Francisco Javier Bohórquez Franco. Bohórquez ha presentado audios, videos y presuntas pruebas de ADN. El escándalo ha golpeado la ya golpeada política colombiana. Pero es solo uno más en la región. En Argentina ha habido decenas de estos delitos. Solo un puñado ha tenido condenas. Entre los casos más notorios estuvo el del ‘Padre Napo’ Sasso (2007), el de Luis Sierra (2004), el de Edgardo Gabriel Storni (2009) y el del sacerdote Julio César Grassi (2009).
En Chile la lista más reciente incluye a Francisco José Cox Huneeus (2002), José Andrés ‘Tato’ Aguirre Ovalle (2003), Fernando Karadima (2010) y Ricardo Muñoz Quintero (2011).
México es otro de los epicentros. Quizás el episodio más emblemático sea el de Marcial Maciel, infame ladrón y fundador de la congregación católica Legión de Cristo. Un sujeto que llegó a abusar de sus propios hijos, ni más ni menos. Pero la casuística es escabrosamente generosa en ese país. En 1997 cuatro hermanos denunciaron al párroco de la iglesia de San Vicente Ferrer, en Tehuacán. La querella por abuso incluyó estos cuatro episodios, pero al cura pederasta se le investiga por casi un centenar de casos más. Nicolás Aguilar Rivera sigue prófugo de la justicia desde que se emitió la sentencia. Más recientemente, en noviembre del 2012, nueve estudiantes del colegio católico Sagrado Corazón de Jesús en Nuevo León (México) acusaron a un sacerdote. La denuncia fue contundente: besos forzados y tocamientos indebidos en el confesionario. El cura se entregó y admitió su culpabilidad ante un juez. Las pericias psicológicas respaldaron a las víctimas, que tenían entre 9 y 11 años. De inmediato, la arquidiócesis correspondiente le retiró la licencia ministerial al delincuente. Así fue cómo el sacerdote Manuel Ramírez García quedó en libertad condicional, librándose de los cinco años de cárcel que le esperaban. Un año después, su responsabilidad se limita a firmar un libro cada mes y pagar un monto irrisorio de 29 mil pesos mexicanos (US$ 2,300) como reparación civil. Ni para la cuenta del psicólogo. Según The New York Times, fue en su visita a México –en marzo del 2012– que Benedicto XVI decidió finalmente su renuncia.
Más al norte, la historia contemporánea recopila episodios como los de Gilbert Gauthe y Rudolph Kos (Estados Unidos), así como el del sentenciado por violación Hubert Patrick O’Connor (Canadá).
La cantante irlandesa Sinéad O’Connor merece un párrafo aparte. Criticar el abuso infantil por parte de la Iglesia Católica le valió años de ostracismo musical. Romper en pedazos la foto de Juan Pablo II aquel 3 de octubre de 1992 en el set de Saturday Night Live visibilizó el problema ante una audiencia global. Y es que Irlanda es un caso aparte. Allí está el nefasto precedente del cura Brendan Smyth y sus cien víctimas, tragedia que fue llevada al cine. El caso del belga Roger Joseph Vangheluwe, exobispo de Brujas, fue más televisivo: confesó en una entrevista en vivo que había abusado sexualmente de sus dos sobrinos.
Mientras tanto, en el Perú, todos siguen tras los pasos (ver recuadro) de los exobispos Gabino Miranda y Guillermo Abanto. (Carlos Cabanillas)

Confesiones Forzadas

Dos exobispos en la picota. A uno se le acusa de pedofilia. Al otro un juzgado lo declara padre de una hija.
Pedofilia
Alexia de la Lama (26) da la cara. En junio del 2011 tuvo una hija con el obispo auxiliar Guillermo Abanto.
Alexandra de la Lama tenía 22 años cuando conoció al párroco de la iglesia de la Divina Misericordia de Surco, entre octubre del 2006 y enero del 2009. Guillermo Abanto dirigía las charlas juveniles y De la Lama era una asidua oyente. Abanto la enamoró, la joven le creyó, y Alexandra quedó embarazada sin participación alguna del Espíritu Santo. El último domingo De la Lama (26) reveló en Punto Final que su entonces pareja secreta le pidió reiteradas veces que aborte a la hija, aseveración luego desmentida por el aludido. O que en todo caso, de manera más práctica, él podría ser nombrado padrino y así estar cerca de la pequeña sin llamar la atención. La niña nació en junio del 2011.La historia emergió de las sombras luego de que el Tercer Juzgado de Paz Letrado de Surco ordenara el 15 de junio que el monseñor Abanto reconozca a la menor como su hija. El mismo juzgado ha declarado ya su filiación de paternidad.
Abanto fue designado obispo auxiliar de Lima por el papa Benedicto XVI en 2009 y en diciembre del 2012 fue nombrado obispo castrense, puesto que abandonó el pasado 20 de julio.
Según el reportaje, el Arzobispado estaba al tanto del hecho. Sin embargo, recién el sábado 12, Cipriani decretó en su programa radial que “debe enfrentar sus debilidades con hombría”. Si por ‘debilidad’ se refería a su hija, esta ya tiene 2 años.
Inversamente, hace unas semanas, el cardenal pidió “no hacer leña del árbol caído” con respecto al caso del obispo auxiliar de Ayacucho, Gabino Miranda, destituido por supuestas acusaciones de pedofilia.
Al día de hoy, por cierto, Miranda se encuentra inubicable.
Fuentes de la Iglesia dijeron a esta revista que Miranda permanece escondido en una casa de reposo del Opus Dei en la cuadra 4 de la calle Santo Toribio, en San Isidro. Reporteros de CARETAS se acercaron al lugar, pero una mujer que no quiso ser identificada dijo que Miranda solo se quedó hasta fines de julio.

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