Entrevistas Excontralor en reforma administrativa del Congreso. Mejorar con el personal actual sería, dice, “transfusión entre anémicos”.
El Oficial Matute
“El
próximo año se implementarán las modificaciones y el nuevo software
administrativo. La filosofía del cambio implica transparencia”, refiere
Matute.
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–El primer problema es que la organización es muy inestable. Dura un año, nada más. Entonces, los cuadros de los funcionarios cambian año a año y eso impide tener una visión de largo plazo, un manejo apropiado. La organización debe ser independiente del nombramiento del Presidente.
–¿Cuáles son sus propuestas de cambio?
–Una división clara de lo que es la parte parlamentaria y administrativa. Luego comenzar a trabajar en procesos. Estamos ahora haciendo un planteamiento claro de lo que es el manejo de control interno y se va a definir esquemas de manejos de calidad. Queremos hacer la modernización del Congreso con una visión de un nuevo SIGA (Sistema Integrado de Gestión de Administración) que nos va a dar todos los elementos y la transparencia necesaria. Eso va a lograr que el Congreso mismo pueda evaluar qué es lo está haciendo y que la ciudadanía y los medios tengan acceso. La filosofía del cambio implica transparencia.
–¿Cuáles son los plazos?
–En diciembre se debe acabar el planeamiento y el próximo año implementar las modificaciones en la organización e introducir el nuevo software. Esto debe hacerse muy rápidamente para tener una respuesta inmediata.
–¿En qué cambiará el organigrama del Parlamento?
–Existe una Oficialía Mayor que está a cargo del área parlamentaria y ven los procesos legislativos. Al costado habrá un gerente general, cuya función es el manejo administrativo de todo el sistema. Es el que le dará soporte a toda la organización. Hasta este momento (la Dirección General de Administración) al depender del Oficial Mayor no tenía el nivel, con la presencia de un gerente general eso va cambiar.
–¿Cómo serán los nuevos parámetros al personal de confianza?
–Se va a establecer funciones más claras para aquellos que se contraten a propuesta del congresista. Lo que la administración haría es tener un control del desempeño para beneficio del mismo congresista; porque es ahí (personal de confianza) donde se han presentado más problemas.
–¿No es exagerado que el Congreso tenga 4 mil trabajadores?
–Eso está por evaluarse.
–¿Hay personal calificado que ha sido relegado?
–En algunos casos sí se ha dado. Lo que tenemos que hacer es evaluar con actualización lo que necesitamos. Al reavivar con el personal que hay acá es posible que estemos haciendo una transfusión entre anémicos, que sería un problema serio. Lo ideal sería traer sangre nueva.
–¿Habrá cambios en los regímenes laborales?
–Esto genera muchos inconvenientes. Pero desde el punto de vista de gestión la idea es tener una capacidad de manejo homogéneo. En este momento ya no debemos contratar a nadie con el (régimen laboral 276) porque a futuro no debe existir.
–¿Cómo reformarán el sistema de proveedores?
–Lo primero que hay que hacer es una depuración de la lista y después revisar algunas de la formas de contratación que hoy día ya son una forma simple, tipo el convenio marco. Se debe tener un sistema logístico que permita revisar cada paso de la contratación.
–¿Pondrán énfasis en los gastos de representación de los congresistas?
–Todos los gastos tienen que ver evaluados y revisados por la administración. Por otro lado, la Contraloría está libre de venir y solicitar la información.
–¿Usted recomendó a las 18 personas que el presidente Otárola presentó el viernes? (Ver cuadro)
–Esas personas lo que van a hacer es supervisión continua y monitoreada. Los propuso la presidencia.
–¿Ha tenido facilidades en el Congreso?
–Hasta el momento tenemos las facilidades para hacer los planteamientos. Nosotros no tomamos decisiones, aportamos con conocimientos para ir ajustando las necesidades que tiene el Congreso y encontrando soluciones prácticas en el corto plazo con visión de largo plazo. (Eloy Marchán)
El Primo y la Reforma
Cambios administrativos en el Parlamento vienen con lazos de la familia presidencial.
Wilman Pebe Heredia, primo de la primera dama, es el parte del “dream team” de la reforma que Otárola presentó el viernes 18.
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Ante las cámaras también presentó a su “dream team” de 18 trabajadores que se encargarán de supervisar a los 4 mil funcionarios y las contrataciones de proveedores que circulan en el Parlamento.
En el “dream team” de Otárola figura Wilman Pebe Heredia (60), primo hermano de la primera dama y coronel (r) de la FAP. Desde inicios del gobierno nacionalista se desempeña como asesor de la Dirección General de Administración con un sueldo de S/. 10 mil.
Integró la terna de observadores que contrató a los polémicos “gestores para el desarrollo” en la gestión de Daniel Abugattás y ahora es uno de los que implementará la reforma administrativa.
El Congreso padece el 10% de aprobación, según la última encuesta de Ipsos. Cuidar sus contrataciones y actualizar su portal de Transparencia, estancado hace cinco meses, no le haría nada mal.
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