SIETE DIAS CASMA

Dueño de Nada “Una vez más la politiquería se come a la realidad, sembrando campo para broncas de medio pelo…”.

Metapolítica

LIMA, 11 DE OCTUBRE DE 2013Cada vez más la política peruana da la impresión de ser una “metapolítica”; es decir, una práctica enfocada en sí misma y dedicada a sí misma. El fenómeno se hace más evidente en el Congreso y en la manera como su actuar repercute en los medios de comunicación. Cito algunos casos que acaparan el primer plano de la actividad de los padres de la patria y de buena parte del espacio informativo, y que he encontrado a full pantalla luego de un viaje de diez días a Marruecos, que me distanció lo suficiente con lo que dejaba como para esperar encontrar a mi regreso algo distinto, de otra magnitud, con grandeza, con visión frente a los más que enormes problemas que estamos viviendo, por ejemplo, debido a las actividades extractivas, o para irse a otro lado, respecto a la inminencia del fallo de La Haya en el diferendo con Chile.

Urtecho. Un congresista más que se suma a la penosa lista de comepollos y robafocos y lavapiés, esta vez con valor agregado porque no solamente mordía del sueldo de sus empleados en el Congreso sino que traficó con un número importante de sillas de ruedas que nunca rodaron adonde deberían haber llegado. El caso es grave, qué duda cabe. Pero tan o más grave es tener a todo un poder del Estado dedicado por más de dos semanas a investigarlo y debatirlo casi a tiempo completo, con una resonancia igual de aparatosa en los medios de comunicación. Ante eso la pregunta que salta es, ¿para eso elige uno a sus representantes, para que se expulguen y se vigilen y se otorongueen y sus casos sirvan para ventilar las rencillas y diferencias de los ya clásicos parlamentarios peleones que están siempre dispuestos a poner la cara, la lisura, la santa indignación y la voluntad apocalíptica de su propio gremio? Mulder, la Alcorta, Abugattás, los de siempre. Y además, el caso se va enredando en sus propias patas y llenando todo más de humo y comidilla, como que Yehude Simon sabía y dijo que le dijo a Abugattás pero este calló y entonces quién debió haber dicho qué y en cuál momento. Asfixiante, mediocre, políticos que se dedican a sus propios ombligos y medios de comunicación encantados de mostrar la basurita de sus intersticios.

La parada de Ollanta Humala en París. Que el Presidente a veces tiene modales de estibador no es ninguna sorpresa para nadie. Que cuando se descuida se le escapa esa omnipotencia de militar que siente que puede hacerlo todo, ciertísimo. Pero de ahí al escándalo que se ha armado, nuevamente en el Congreso y en los medios de comunicación con la última gaffe presidencial, hay un gran abismo. Y en este caso pecan de confusos y enredadores tanto los que acusan como los que defienden la decisión presidencial de darse una vueltita por su quizás añorado París. Y otra vez, el sofoco, el sobredimensionamiento. Se ha llegado a hablar de vacancia presidencial, se le quiere cortar el pescuezo a la canciller Rivas en un momento tan delicado para la diplomacia peruana como el que vivimos. Es vergonzoso, es bananero. De Urtecho y sus cutras mezquinas a un desquiciamiento histérico frente a una leve metida de pata presidencial.

La “metapolítica” ofusca, impide comprender los avances y retrocesos que se vienen dando en algo tan gravitante como la minería ilegal. Hacen olvidar, aunque los casos los tengamos a la vuelta de la esquina, los niveles de inseguridad ciudadana a los que hemos llegado. Una vez más la politiquería se come a la realidad, sembrando el campo para que en el futuro, quienes nos gobiernen se vayan a sentir seguros en ese estilo de campanario y de radio provinciana, que no exige sino broncas de medio pelo, gatos de tres pies y un nuevo sainete, que ya se habrá de estar gestando por allí, para que otra vez salgan a putearse en público Mulder, Alcorta, Abugattás. Solo para la coda: Keiko Fujimori, a propósito de la parada parisina de Ollanta, declara que no se puede ser tan irresponsable y que hay que actuar de acuerdo con el mandato popular. Toma Memorex, gorda y déjate de hacer “metapolítica”.(Escribe: Rafo León)