Solo amigos
Breve
Publicado: Hace 1 hora
No es un descubrimiento afirmar que somos personas
mortales potenciales capaces de ser mejorados. Unos buenos padres, una
buena familia, buenos maestros, una buena mujer, son algunos de los
motores que nos hacen ser mejores, son como los complementos vitamínicos
para el alma. Sin embargo, estoy convencido de que si no has tenido un
buen amigo en la ruta no habrás de soportar el cambio de piel, ese
cambio que nos deja de pronto en una etapa nueva cada vez, el
crecimiento. Tenemos amigos de la infancia, amigos de colegio, amigos de
la universidad o el instituto, amigos de tus amigos que se hacen tus
amigos, amigos de tus primos que se hacen tus amigos, amigos del
trabajo, estos últimos son los más difíciles de hacer por razones
obvias, uno cambia de trabajo generalmente seguido. En el colegio
pudiste hacer amigos de once años y algunos están allí hasta hoy,
contigo. En la infancia o en barrio estuvieron los que te marcaron, los
que te siguieron, los que tú seguiste, los de los partidos de fulbito en
la pista, los de las aventuras de patota, algunos también están ahí aún
pero luego, ya que uno se casa o se muda, cualquiera de esas dos
razones nos ofrecen una vida nueva, nueva y distinta, y empezar
nuevamente desde cero, cuando uno está casado y llega a un nuevo barrio
hacer amigos es más difícil que cuando se era soltero o se era más
chico, entonces era más sencillo, había un código secreto, un común
denominador que hacía las cosas más sencillas. En el trabajo muchos no
desean hacer amigos porque las relaciones son inconstantes, porque uno
ya llega con amigos, porque uno ya llega con responsabilidades, con una
vida hecha que sigue un itinerario, una vida valida o validada en todo
caso por la fuerza de la costumbre. Es aquí donde es más difícil el
terreno para afianzar una amistad, es aquí donde sólo algunos tenemos la
suerte de conseguir los mejores amigos, amigos sinceros, de los que
siempre están allí cuando los necesitas, de los que te dan la mano sin
esperar nada a cambio, de los que están contigo para escucharte, de los
que tienen una broma a la mano para reanimarte, de los que tienen un
abrazo para confortarte en la pena, de los que te aceptan como eres, con
tus errores y con tus posibilidades, de los que pueden compartir
contigo metas, ideales, logros, de los que justifican una buena
película, una buena conversación, un buen libro, un buen momento, son
aquellos que de verdad son tus amigos, los que lo son gratis. Lo difícil
es hallar aquel que cumpla toda la lista anterior; para mi suerte, yo
ya lo encontré y solo me queda retribuirle de la misma manera todo,
escuchando cuando sea necesario, tendiéndole mi mano cuando la necesite,
reanimándolo, confortándolo, entendiéndolo, aceptándolo, ayudándolo,
compartiendo con él momentos y conversas y buenos libros y buenas
películas y hacer que todo ello justifique el tiempo invertido, y al fin
poder, sin más ni más, ser amigos y ya. Solo amigos.
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