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viernes, 26 de julio de 2013

La stevia se ha empleado desde hace siglos para endulzar. Imagen: foodnavigator-usa.com

Stevia en lugar de azúcar ¿Demasiado bueno para ser verdad?

Publicado: Hace 2 horas
Consideradas ya como epidemias que azotan los países desarrollados, enfermedades como la obesidad y la diabetes se han convertido en problemas sociales, políticos y económicos, pues afectan a los países y mercados de alimentos. Frente a esta situación, desde hace varios años, se han venido desarrollando diversos productos sustitutos del azúcar, pero ninguno ha tenido tanto éxito como la stevia, que en pocos años se ha posicionado como la elección más natural.

La stevia es una planta que desde hace varios siglos se ha empleado para endulzar en Paraguay y Brasil, y hoy en día se puede encontrar en tiendas naturistas y supermercados. Por sus publicitados beneficios para la salud y su origen natural, es considerado por muchos como el edulcorante perfecto proveniente de la propia naturaleza. Es por esta razón que su demanda en el mercado se ha incrementado a tal punto que en tan solo cinco años, desde el 2008 hasta el 2012, los productos elaborados con stevia se han incrementado 400%, sobre todo en los últimos dos años, entre el 2011 y 2012, hubo un incremento del 158%.

El éxito comercial de estos últimos años se ha debido a que tan solo el 2008 las organizaciones gubernamentales de salud de Estados Unidos aprobaron el ingreso y fabricación de productos con esta planta, mientras que la Unión Europea lo ha hecho recién desde el 2011. A partir del visto bueno de los mercados, su impacto ha sido cada vez mayor en los negocios. La gigante de bebidas Coca-Cola apostó por este nuevo edulcorante natural y, a inicios de este año, decidió lanzar en el Reino Unido una nueva versión de su gaseosa Sprite hecha con stevia que, aseguran, tiene 30% menos calorías. Asimismo, la compañía multinacional de agronegocios Tate & Lyle ha lanzado al mercado un producto híbrido entre azúcar y stevia.

Sin embargo, contra lo que se difunde como el principal atributo de este producto, el ser "natural", hay que aclarar que la stevia llega a la mesa de los hogares como un insumo ya industrialmente procesado. La extracción de esta planta pasa por un proceso similar al del azúcar; consiste en remojar las hojas secas, como en el caso del té, para luego separar a través del filtrado los glucósidos de esteviol, que son los compuestos de sabor dulce cuya concentración es 300 veces más dulce que el azúcar.

Según explica la Dra. Margaret Ashwell, consejera científica del Comité del Instituto Stevia Globallos glucósidos de esteviol permanecen químicamente intactos a través de todo el proceso; este es el principal beneficio de la stevia y el por qué se le considera como un producto natural, en comparación de edulcorantes artificiales como el aspartamo, que se emplea como alternativa para la dieta de los diabéticos o como componente de bebidas dietéticas como la Coca-Cola Diet. Incluso, hay quienes asocian el aspartamo con el cáncer por su origen artificial, por lo que los consumidores mantienen cierta cautela respecto de este y otros productos.

Si bien los consumidores toman en cuenta cuan natural o artificial es el producto al momento de realizar su elección, los especialistas no hacen distinción entre unos u otros. Por ejemplo, la Asociación de Nutricionistas Británicos y la Asociación de Diabetes del Reino Unido aconsejan emplear tanto edulcorantes artificiales, como la stevia; y es que hasta el momento no hay evidencia suficiente que indique que los edulcorantes bajos en calorías, como la sacarina, el aspartamo o la sucralosa, sean dañinos.

No obstante, especialistas como Sioned Quirke, de la Asociación de Nutricionistas, sugieren de todos los productos, consumir la stevia, pues si bien no hay estudios concluyentes sobre el impacto negativo de los edulcorantes artificiales, con esto tampoco se niega la posibilidad de que no lo sean. 

Pero para el experto Robert Lustig, autor de "La amarga realidad sobre el azúcar", el asunto va más allá de la diferencia entre productos naturales y artificiales. Él sostiene que el impacto de los edulcorantes en general no es medido en su real dimensión, pues tanto la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) en Estados Unidos como la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) exigen estudios de toxicidad que cubren únicamente reacciones de daño o envenenamiento a corto plazo. Lo que no se sabe y escapa a estos estudios de toxicidad son los efectos a largo plazo de los edulcorantes artificiales e incluso de la stevia; no se sabe de qué manera responde el cuerpo humano a sustancias que nunca ha recibido o si estas afectan las hormonas que regulan la función cerebral.

De este modo, ya que organismos gubernamentales como la FDA o la EFSA no exigen estudios más abarcadores y completos, las industrias privadas tampoco sienten la obligación de hacerlos. Mientras tanto, el consumo de stevia seguirá creciendo como insumo para los alimentos preparados y además como edulcorante, a pesar de su sabor, que no es completamente el del azúcar, y de su precio.

 
Redacción de Héctor Cárdenas para Sophimanía.
Fuente: 24 HORAS

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