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domingo, 17 de noviembre de 2013

Educación Daniel Mora defiende proyecto de la nueva ley universitaria. Incendios de escándalo, títulos instantáneos, corrupción y clases encima de un chifa.

Es Una Cosa de Locos

FUENTE REVISTA CARETAS
Universidades
El 11 de octubre, un día antes de la visita de Mora, “misteriosamente” se quemaron las oficinas de actas, cuentas y registros académicos de la U. Nacional Intercultural de la Amazonía de Pucallpa (INIA).
Una batalla campal en las afueras de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (UIGV), dos rectores en La Cantuta y protestas de estudiantes en la Federico Villarreal sazonaron el panorama universitario de las últimas semanas.“Es un desastre, una estafa. La calidad es lo que menos importa”, apunta el congresista Daniel Mora, impulsor del controversial proyecto de la nueva ley universitaria.
Tres son los escenarios que traza el chakano: universidades públicas que rebasan de corrupción, privadas que solo ven el lucro y una Asamblea Nacional de Rectores (ANR) que se resiste a perder su hegemonía.
“Hay rectores que clonan facturas y entregan títulos bamba de doctores con el solo afán de controlar la Asamblea Universitaria. Todo con el consentimiento de la ANR”, señala el general.
La U. Nacional Rodríguez de Mendoza (Amazonas) y la U. Intercultural de la Amazonía (Ucayali) son, para Mora, la punta de un calamitoso iceberg.
En la primera, el rector Vicente Castañeda es investigado por haber gastado S/. 4 millones en la construcción de un pabellón cuando solo tenía aprobado S/. 1 millón. En la Intercultural fueron más avezados. Un día antes que Mora fuera a inspeccionarlos “misteriosamente” se quemaron las oficinas de actas, cuentas y registros académicos.
En las privadas, divididas en sin fines de lucro y las que pagan impuesto, Mora reconoce que la pizarra es bastante dispareja.
Entre las sin fines de lucro, que reciben este beneficio con la condición que todo el dinero recaudado sea reinvertido solo para fines académicos y de investigación, “hay muchas que hacen un muy buen trabajo”, afirma Mora. La U. de Lima, la PUCP, Cayetano Heredia, U. Del Pacífico son los primeros nombres que se le vienen a la mente.
La otra cara de esta moneda tiene su ejemplo máximo en la UIGV con su rector Luis Cervantes Liñán, que gana S/. 2 millones (CARETAS 2274) y ya se encuentra investigado por lavado de activos.
“Hasta el rector de Harvard gana mucho menos que ese señor que fue premiado el año pasado por la ANR como el mejor rector”, sostiene el chakano.
El grupo de universidades privadas que pagan impuestos es el que más ha crecido en los últimos años, pero según Mora, es en donde más se “comercializan títulos”.
“En Pucallpa e Iquitos se dan títulos en 2 meses, ratificados por la ANR. ¿Qué usan para publicitarse? Haber dado en los últimos dos años 300 títulos”. Y añade: “Otras, por la competencia bajan sus precios y cobran mensualidades de S/. 200 y sacrifican la calidad de enseñanza. Para ello tienen filiales, que está prohibido, y que a veces están funcionando encima de un chifa o garaje”.

PRESUPUESTO E INVESTIGACIÓN

“Bajo la premisa de la autonomía universitaria hacen lo que quieren”, se queja.Señala que el uso deficiente de los recursos y la falta de control son los principales problemas de los claustros públicos. Según el MEF, de las 42 universidades públicas en funciones solo 20 han ejecutado más del 50% de su presupuesto asignado.
La Nacional de Moquegua es el mayor ejemplo de esta ineficiencia. Con un presupuesto favorecido por el canon minero y que se estima en US$ 15,200 por alumno, privilegiado en estándares nacionales, solo ha ejecutado el 10% de sus S/. 139 millones.
En esta cola también están la Nacional de Barranca (7.1%), la de Jaén (7.7%) y la de Juliaca (8.1%).
Para el 2014, el MEF ha presupuestado para las universidades públicas S/. 3,400 millones, elevando así la partida en 10% respecto a este año.
La productividad científica de cada universidad, un parámetro esencial de calidad, es otro dolor de cabeza.
El ranking universitario SCImago señala que la Cayetano Heredia (UPCH) ocupa el primer lugar con 965 publicaciones, seguido de la UNMSM (604) y la PUCP con 391.
“Cayetano Heredia por sus 50 centros de investigación desembolsa S/. 8 millones. La U. San Antonio Abad del Cusco tiene ocho veces ese presupuesto. Y ¿su productividad científica?”, pregunta Mora.
El estudio de SCImago es más desolador porque concluye que solo 26 universidades peruanas han elaborado más de 10 publicaciones científicas en lo que va del año.
La U. Particular Alas Peruanas, con 60 mil estudiantes, es la de mayor población. Según SCImago, solo tiene 5 investigaciones. La misma figura se repite en la U. César Vallejo, con 28 mil alumnos y 6 libros. Cierra el círculo la UIGV con 25 mil estudiantes y solo 3 publicaciones.

CALIBRANDO LA ACREDITACIÓN

La acreditación universitaria en nuestro país aún se encuentra en pañales. Solo 11 privadas y 3 nacionales cuentan con algún tipo de acreditación.El Consejo de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Superior Universitaria (CONEAU) es la entidad estatal encargada y solo tiene en su cuenta a cuatro carreras de pregrado.
El viceministro de gestión institucional, Fernando Bolaños, señala que los temas claves para lograr estos reconocimientos son la competitividad y la innovación (investigación). En los últimos tres años, 31 universidades públicas y 46 privadas han iniciado para algunas de sus carreras este trámite. Completarlo puede tomar más de cinco años.
El Consejo Nacional de Acreditación (CNA) de Colombia, el Royal Institute of British Arquitects (RIBA) de Inglaterra y el Consejo de Acreditación en la enseñanza de la Contaduría y Administración (CACECA) de México son entidades que también han entrado a acreditar en el Perú. Son 14 las universidades que han buscado estas calificaciones, entre ellas la UPCH, UNMSM, U. de Lima, UPC, U. del Pacífico y la UNI.
Mora, en cambio, plantea la creación de una controversial Superintendencia Nacional de la Educación Universitaria.
“Se encargará de las licencias de funcionamiento, la supervisión de los fondos y las acreditaciones”, refiere Mora.
Y advierte: “La universidad que no apruebe la primera evaluación no podrá otorgar títulos a nombre de la nación, sino a su propio nombre. Si en tres veces no acredita, la facultad se cerrará. Así sea pública o privada”.
Los nombramientos de los miembros de la nueva Superintendencia se repartirán entre las públicas (2), privadas (2), y a razón de 1 entre el Concytec, Colegios profesionales, Ceplan, Empresarios y el Ministerios de Educación.
“Todos tienen que ser doctores”, advierte desde ya Mora.
Espera sacar la nueva ley antes de fin de año. El lunes último pidió a sus colegas congresistas que quien tenga algún conflicto de intereses con alguna universidad se retire de la Comisión de Educación. Más de uno pasó saliva. (Eloy Marchán)

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