LA
CORRUPCIÓN TRAS VOTOS Y CANDIDATOS
“La
corruptela comprende el ofrecimiento y la recepción de sobornos, la
malversación y la mala asignación de fondos y gastos públicos, la interesada
aplicación errada de programas y políticas, los escándalos financieros y
políticos, el fraude electoral y otras transgresiones administrativas (como el
financiamiento ilegal de partidos políticos en busca de extraer favores
indebidos) que despiertan una percepción reactiva del público”. Alfonso W. Quiroz Norris. (HISTORIA DE LA
CORRUPCIÓN EN EL PERÚ).
Hace poco ha sido reeditado póstumamente,
en español, el libro arriba citado de Alfonso W. Quiroz Norris, donde hace una
disección de la corrupción en el Perú a través de la historia. En esta obra
magistral encontramos ideas centrales tales como que, la corrupción ha avanzado
tanto que se ha incrustado en la mente del peruano común al punto que éste considera
a esta lacra como una fatalidad, algo eterno a lo que solo cabe resignarse. Nos
dice también que, la corrupción impone o quiere imponer en la sociedad la
cultura de la intimidación. La corrupción como factor histórico frena el
desarrollo y el progreso de un país, una región o una localidad. La corrupción
que captura o convive con el poder deviene en rapaz y abusa del poder. Nos alerta
diciendo que, la corrupción sabotea las bases de la democracia, crea redes de
clientelaje político y acrecienta la arbitrariedad y la injusticia. El
corrupto, manipula, miente, agrede de mil formas. En ese panorama sombrío, la
conclusión es que la corrupción debe ser combatida porque se apropia de la
felicidad, la sonrisa, la calidad de vida y el bienestar de las familias del
pueblo.
La corrupción actualmente en Huarmey, está desplegando
todos sus esfuerzos para captar o promover a candidatos que los sostengan o
mantengan en el poder. Por eso no nos extrañen los “mudos” que no zanjan con la
corrupción. La corrupción está buscando financiar candidatos y manipular y
comprar el voto. En las elecciones pasadas hemos visto el despliegue de regalos
y prebendas en las zonas pauperizadas de la localidad.
Al respecto, desde ya, debemos saber que conductas de ese
tipo son considerados como delitos y son sancionados por nuestro Código Penal. El
artículo 356 que trata sobre los Delitos
contra la Voluntad Popular – Inducción a no votar o hacerlo en sentido
determinado, expresa: “El que, mediante
dádivas, ventajas o promesas trata de inducir a un elector a no votar o a votar
en un sentido determinado, será reprimido con pena privativa de la libertad…”.
La feria de prebendas o regalos, con intención
sistematizada de comprar el voto u orientar la voluntad popular en un sentido
determinado, con la finalidad de coaptar el poder es un grave delito que socaba
la democracia y atenta contra la dignidad de las personas. Lo mismo es cuando,
estando en el poder, el que quiere la reelección, manipula y utiliza para sus
fines electoreros reeleccionistas los programas sociales como el programa del
vaso de leche, los clubes de madre, los comedores populares u organizaciones
afines. Hay dirigentes que se prestan para eso. Es por ello que debemos estar
alertas para denunciar esta nefasta costumbre que se ha impuesto aquí.
También es corrupción y traición cuando se abandona la
lucha contra la contaminación ambiental y bajo la mesa, con dirigentes judas,
no se exige que se verifique documentos amañados que dicen que ya no hay
contaminación. Estos judas, a hurtadillas, forman seudas “comisiones o mesas de
desarrollo”, y bajo las sombras negocian el futuro ambiental y la salud de los
niños que vendrán. El vil dinero se impone. La corrupción no considera a la
persona como un ciudadano, sino como un objeto o un borrego fácil de manipular
o comprar.
Estas son las lacras que querrán comprar tu voto y tu
conciencia en las próximas elecciones. Son quienes querrán enquistarse o seguir
enquistados en el poder para enriquecerse mientras la mayoría posterga su
progreso y su alegría. ¿Lo permitirás?
Por Amador Tito Villena
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