14:56 - 20 Agosto 2013
La época de vacas flacas en esta
región comenzó en 2007, no por falta de dinero sino por falta de
gestión, sostiene hoy Luis Luna.
El presidente Ollanta Humala reconoció,
esta semana, que la crisis económica mundial ha comenzado a sentirse en
el Perú. En esa misma perspectiva, Luis Miguel Castilla también
reconoció que se viene una época de vacas flacas, con lo cual ambas
opiniones han desatados comentarios diversos de parte de la clase
política, atreviéndose inclusive a afirmar que estamos en crisis
económica producto de la caída de los precios internacionales de los
minerales peruanos.
De acuerdo al último reporte emitido por
el INEI, el PBI del Perú creció el mes de julio pasado 4.4%, con lo
cual tenemos un crecimiento anualizado del 5.8%. La preocupación se
centra en señalar que dicha cifra es menor a la estimada en 6.3%; sin
embargo, el ritmo del crecimiento económico peruano efectivamente ha
disminuido, pero no se ha detenido; sigue creciendo.
El menor ingreso por concepto de canon
minero ha afectado principalmente a regiones como Cusco, Arequipa, Puno,
Ica y Pasco, pero, a decir del ministro de Economía, el Estado apoyará
económicamente para que ninguna obra quede inconclusa por falta de
presupuesto; asimismo, adelantó que se presentará un proyecto de ley
para crear un fondo de estabilización de canon para las regiones con el
propósito de que ahorren sus futuros excedentes para ser utilizados en
épocas de bajos ingresos como las que se vive actualmente.
El ingreso por concepto de canon minero
varía anualmente; está en función a la cantidad vendida y a sus precios.
El mercado internacional fija los precios de los minerales en función a
la oferta y la demanda; en este caso, el Perú no puede hacer nada por
ser un factor externo al manejo de su economía.
En lo que respecta a la cantidad de
minerales vendidos, nuestro país, desde hace muchos años atrás, viene
implementando una política a favor de la inversión en el sector minero
para incrementar la producción de metales. Actualmente tenemos en
cartera varios proyectos mineros que empezarán a ser ejecutados a partir
del próximo año, entre ellos tenemos a Las Bambas en Apurímac por $
5,200 millones, Toromocho en Junín por $ 4,820 millones, Cerro Verde en
Arequipa por $4,400 millones, Quellaveco y Cuajone en Moquegua por
$3,300 y $ 300 millones respectivamente, Constancia en el Cusco por $
1,546 millones, Mina Justa en Ica por $ 745 millones y Toquepala en
Tacna por $ 640 millones. Por tanto, a nivel país está garantizada la
continuidad del crecimiento económico para los próximos años.
Los ocho proyectos mineros se encuentran
al sur de nuestro país y ninguno en Áncash. Por consiguiente, solo
seguiremos dependiendo económicamente de lo que produzca Antamina, sin
tener a corto, mediano o largo plazo proyectos productivos de
importancia para contribuir en el crecimiento económico de nuestra
región.
La época de vacas flacas en Áncash
comenzó el año 2007, no por falta de dinero sino por falta de gestión y
por no saber invertir adecuadamente las ingentes cantidades de dinero
que otrora abarrotaban las cuentas bancarias del Gobierno Regional de
Áncash.
A la fecha, sin dinero, nuestras
autoridades han volteado la mirada hacia el sector privado para que
mediante la modalidad de asociación pública privada se consiga el
financiamiento para los proyectos de siempre. Dura tarea les espera a
nuestras autoridades, sobre todo porque tienen que convencer a los
desconfiados inversionistas de que nuestra región es mejor que otras
para sus negocios, antes que las vacas flacas empeoren.
Mg. Econ. Luis Luna Villarreal
Decano del Colegio de Economistas Áncash Costa
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