León Trahtemberg
De sentido común¿Cómo reconocer a un buen profesor?
Por ejemplo, yo consideraría que independientemente de la personalidad y estilo pedagógico es necesario que domine los temas que va a enseñar y sea una persona honesta, no dogmática, con mente libre y abierta. En su quehacer apreciaría mucho lo siguiente:
1) Nunca hace dos clases iguales, aunque enseñe el mismo curso en dos clases paralelas en el mismo colegio (porque lo contrario supone que le importa un bledo lo que surge de modo particular en cada clase y lo que aportan los alumnos);
2) Procura ser muy equitativo, es decir, no cree en la igualdad entre alumnos (inexistente) sino en la equidad: cada uno de acuerdo a sus capacidades y posibilidades;
3) Es innovador e interactivo, promotor de que los alumnos hagan investigación propia y busquen soluciones originales a los temas que se discuten;
4) Mantiene un buen vínculo y comunicación con cada uno de sus alumnos y los alienta a resolver armónicamente sus conflictos;
5) Tiene la capacidad de discrepar con el director y otras autoridades cuando se discuten temas vinculados a la vida escolar con los que no está de acuerdo (en lugar de agachar la cabeza sumisamente).
Finalmente,
no existe un buen maestro a secas, en el vacío, que será bueno para
cualquier contexto y cultura institucional, porque el impacto del
docente se siente a través del vínculo que establece con cada uno de sus
alumnos y grupos, lo cual es distinto en cada contexto. Al evaluarlo
hay que observar cómo es que logra que sus alumnos se motiven y
aprendan. Eso no se puede hacer con un simple checklist.
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