RESPONSABILIDAD SOCIAL

Los individuos que integran una sociedad deben conocer qué responsabilidad tienen sobre sí mismos como comuna y su desarrollo común.

Por : Hernán Espinoza Vara.

Desde hace muchos años atrás, lo que conocemos como sociedad, comunidad, Región, Nación o País ha requerido de una representatividad política, simbólica, para la buena administración de los llamados recursos públicos, de esta manera poder realizar actividades que vayan de la mano con el desarrollo y evolución de toda la sociedad. Sin embargo, a pesar de existir mecanismos considerados “democráticos” como las famosas elecciones a nuevas autoridades, la cosa no da buenos resultados, ya que la democracia conocida como tal no es considerada concientemente por el ciudadano como importante ni el ejercicio de sus famosos deberes y derechos.

La discusión se hace mayor cuando al elegir malas autoridades la ciudadanía suele criticar duramente el trabajo de éstos y hasta llegan a revocarlos del cargo porque a juicio de la mayoría no realizan una buena labor. Hasta este punto es considerado un acierto político – social porque todos tenemos DERECHO a reclamar y revocar a una mala autoridad. El punto es que cuando se revoca a alguien es porque se eligió mal, porque los individuos o ciudadanos votaron por alguien que misteriosamente cambió sus promesas y compromiso para apoderarse del poder y beneficiarse con sus propios intereses. Para muchos, detectar a alguien que miente cuando es candidato es muy difícil ya que no se sabe si dice o no la verdad.

La responsabilidad ciudadana, social y/o política es más bien un deber que cada ciudadano debe cumplir con él o ella misma(o), ya que se trata de cumplir con un mecanismo impuesto por las altas esferas de gobierno para elegir a una nueva autoridad, ahora; ¿cómo es que te puedes enterar de que un candidato te miente con sus propuestas?, ya no es difícil porque existen aspectos muy básicos como la responsabilidad que tiene el mismo candidato como ciudadano, como integrante de una familia, sea hijo, hermano, esposo y padre, como trabajador, compañero de trabajo o jefe, en su desenvolvimiento personal y social, en conclusión ¿cómo es él o ella en la sociedad en que vive? Esto parte del hecho de que las personas mismas son las encargadas de poner a un candidato en el poder, por cuestiones superficiales, como regalos, promesas de cupos laborales, relaciones amicales o intereses personales, entre otros. Esto compra el voto de un ciudadano(a) y lamentablemente se obtienen resultados que saltan a la vista; robos de los recursos públicos, mala administración, falta de representatividad, malas obras y finalmente una desorganización social que no conduce a ninguna parte más que a la desunión de la misma comunidad.

Si decimos que el problema radica allí sería mentir, porque el problema es de sistema global, todas las personas en su mayoría no sienten un compromiso hacia ellos mismo, no existe una conciencia social o ciudadana, no hay un marco bien establecido en la persona hacia lo que quiere desde una perspectiva común. Lamentablemente todos quieren “agua para su molino” y ven la forma de ir contra muchos aspectos que solo buscan eso, la desunión, el desvalijamiento de las arcas municipales, beneficio propio. Y aquí radica el egoísmo, la hipocresía, la falsedad, la avaricia… en conclusión, la maldad. Reflexionemos un poco sobre nuestra responsabilidad que es sinónimo de libertad real, de acciones que son causa positiva con resultados o efectos positivos y realmente evolutivos. Así se sentirá bienestar real, cuando todos están bien gracias a la responsabilidad social, responsabilidad de todos y todas