19:15 - 03 FEBRERO 2014
César Córdova no cree que el presidente de Áncash tenga posibilidades de ganar la re-reelección
Reafirmo mi pleno convencimiento que ésta será la última gestión de César Álvarez al frente del Gobierno Regional de Áncash. No cabe posibilidad alguna para su tercer mandato.
En 8 años desastrosos, ha pulverizado nuestras expectativas de desarrollo con cuadros técnicos incapaces; ha privado de voluntad propia al Poder Judicial, al Ministerio Público y a la PNP en nuestra región, y ha cubierto de impunidad las irregularidades de su gobierno. El resultado lógico de este caótico y abusivo escenario ha sido la instalación de la corrupción con secuelas de violencia y sicariato, que han enlutado decenas de hogares y tienen a la población polarizada y enfrentada. Este impacto negativo es demasiado fuerte para el elector y seguramente quedará grabado en su memoria, y aflorará cuando tenga las ánforas enfrente y tenga que elegir.
La nula labor fiscalizadora de inútiles congresistas ancashinos, incluido el falso moralizador Modesto Julca (suspendido por el mal uso de su cargo y criticado por su servil labor de escudero de Toledo), y la desacertada e irregular conducta del alcalde Luis Arroyo Rojas y sus regidores en la Municipalidad Provincial del Santa, y del alcalde Gasco en la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote, grafican la equivocación terrible del elector, que ahora está dispuesto y decidido a decir basta a toda esta inmundicia, en las próximas elecciones regionales y locales.
Los millonarios regalos en plena campaña electoral y el efecto arrastre que se dio en la segunda elección de Álvarez ya son cosas del pasado. El elector tiene a la vista todas estas fatales consecuencias y ahora le quedan solo dos opciones: o sigue cautivo en un escenario sangriento y corrupto; o ingresa a una nueva etapa de paz, de calma y de reencuentro con sus grandes proyectos de desarrollo. Lógicamente, escogerá lo segundo. Entiendo, por lo tanto, la desesperación de tantos oportunistas politiqueros en sus intentos por definir un candidato de consenso entre ellos mismos, lo que solo garantizaría al elector cambiar mocos por babas.
La aparición de candidatos honestos adecentará el escenario político local. Esperemos con calma nuevas alternativas electorales, porque lo único seguro es que Álvarez nunca más volverá a gobernar Áncash. La mejor opción se verá en la cancha y en pleno partido.
César Córdova Ponce
Director de la revista “La Voz del Pescador”
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