La fiesta terminó para el Gobierno Regional de Áncash
14:17 - 11 Febrero 2014
La realidad es dura, pero hoy no tenemos dinero porque este fue destinado a proyectos no productivos, advierte Luis Luna.
Toda familia siempre aspira mejorar sus
condiciones de vida, tener una buena casa, usar un carro último modelo,
ir a los mejores restaurantes, asistir a los espectáculos más
promocionados, darles una buena educación a los hijos y tener dinero
para gastarlo en lo que les plazca. Sin embargo, no todos tenemos la
suficiente capacidad económica para vivir como queramos, debemos
adecuarnos a lo que nos permite nuestra remuneración familiar. Es decir,
gastamos dinero en función a nuestros ingresos. La prioridad familiar
del gasto está orientada a financiar nuestro estilo de vida; luego, de
tener todavía dinero, lo destinamos a la inversión o actividades
banales. Una inversión nos da la posibilidad de recuperar el dinero y
obtener ganancias; gastar en una actividad banal como es una fiesta,
diversión, etc., sabemos que no tiene retorno.
Administrar los recursos económicos de
una entidad pública es similar. Para elevar el nivel de vida de la
sociedad necesitamos producir más bienes y servicios, y para lograr ello
requerimos ejecutar proyectos de inversión con lo cual, mediante el
incremento de los impuestos, recuperemos el dinero y volvamos a
invertirlo. Si se destina dinero únicamente a proyectos no productivos,
no solo no habrá retorno del dinero sino también se acabará lo que se
tiene. Eso es lo que le ha pasado al Gobierno Regional de Áncash: ha
invertido en proyectos para recibir el aplauso del electorado.
Es importante comprender que las
instituciones públicas, aun cuando tienen un presupuesto aprobado, no
tienen garantizado el ingreso de dinero establecidos en ese documento.
Ello depende de factores tales como la cantidad vendida de los minerales
o recursos naturales, el precio a nivel internacional, el tipo de
cambio, la inflación y otros. Por estas razones, el ingreso
presupuestado no siempre se cumple exactamente, solo es un estimado o
sencillamente se presupone que así va a ocurrir. Exactamente igual le
sucede a un comerciante: no siempre tiene los mismos ingresos monetarios
todos los meses, está sujeto a diversos acontecimientos tales como la
cantidad vendida, la estacionalidad, el precio, promociones,
competencia, etc.; no por tener ingresos diferentes cada mes significa
que le han recortado su ingreso el mes que obtuvo menos dinero. La única
forma de tener un ingreso fijo es siendo trabajador cuya remuneración
mensual está definida. Los comerciantes, las empresas y las entidades
públicas no tienen esa condición.
La realidad es dura, hoy no tenemos
dinero, se acabó la fiesta. Entender que nuestra capacidad de gasto es
menor porque el nivel de ingreso de dinero ha disminuido lleva a
complicaciones sociales. Las expectativas políticas atormentan, sobre
todo si desea volver a ganar las elecciones. En estos momentos, antes de
participar en el proceso electoral que se avecina, debe servir para
conocer las medidas correctivas que debe aplicar el presidente regional
de Áncash con el propósito de mejorar la administración. De no
pronunciarse, resultará significativo escuchar su opinión al actual
vicepresidente regional. Él, finalmente, va a ser la persona que sobre
sus hombros cargará la actual caótica situación económica que atraviesa
el Gobierno Regional de Áncash.
Mg. Econ. Luis Luna Villarreal
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