Caminar por las calles de Casma ya no es tan fácil como era antes. Ahora, es común que, al despedirnos, nos digamos “ten cuidado”. Nadie está exento de ser víctima de un asalto y esto genera un miedo constante. La inseguridad ciudadana se define como el temor a posibles agresiones, asaltos, secuestros, violaciones, de los cuales podemos ser víctimas.
Hoy en día, es una de las principales características de nuestra ciudad, y es que vivimos en una situación de excepción en el que la extensión de la violencia se ha desbordado en un clima generalizado de criminalidad. Los asesinatos con sicarios, los asaltos a mano armada , los secuestros, las violaciones, las extorsiones, etc. Son hechos de todos los días en nuestra ciudad.
La persona o institución que sufre un robo se ve privada de lo que es de su propiedad, lo que causa daño al patrimonio de personas, empresas, instituciones y del propio país. A veces, esto ocurre con violencia. Se genera un clima de desconfianza, desesperanza y desánimo, de manera que la persona que es víctima de un robo se cuida más y toma medidas más estrictas y excluyentes en perjuicio de los que no roban.
Esto encarece los costos de la vida, pues obliga a instalar medidas de seguridad que implican contratación de pólizas de seguro, contratación de infraestructura de seguridad (paredes, rejas, cerraduras, etc.), contratación de personal, creación de áreas de seguridad en las instituciones y de instituciones de vigilancia en el país, entre otras medidas de protección.
Además, en el caso de los secuestros o raptos, el acto delictivo tiene como consecuencia la violación física y psicológica. Los secuestradores juegan con los sentimientos de los familiares de sus víctimas al amenazarlos con la muerte de estos, si no pagan por el rescate. Asimismo, los delincuentes abusan físicamente de sus víctimas si estas no son rescatadas.
Mientras tanto las instancias como el COPROSEC, la labor de la Policia Nacional. el serenazgo, y la falta de liderazgo del alcalde José Montalván , han llevado a un situación del caos y de la inseguridad de la ciudadanía.
Ante los últimos asaltos y asesinatos, estas autoridades municipales, policiales, entre otros, se han lavado las manos, justificando el delito bajo el supuesto de que la criminalidad de ha extendido en todo el país y Casma no puede ser la excepción.
Esto nos parece sin sustento. Hay municipios en los cuales las autoridades han logrado disminuir los índices de criminalidad.
Entonces se requiere un verdadero Plan de Seguridad Ciudadana provincial, en el cual se reúnan todas los aportes de las instituciones públicas y privadas. Además debe haber aportes del presupuesto municicipal.
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