IVÁN SLOCOVICH PARDO
DELDIRECTOR¿Y los que rompen manos?
Hay que reconocer que la justicia ha tardado, pero llegado para las mencionadas autoridades y algunos de sus funcionarios. Sin embargo, ¿por qué no pasa nada con aquellos que les rompen la mano? ¿Alguien en estos meses ha visto en prisión al responsable o los responsables de esas empresas y consorcios que "aceitan" a funcionarios públicos para ganar licitaciones irregularmente, y llenarse de plata valiéndose de la laxa moral de los presidentes regionales y alcaldes?
Veamos los casos de Áncash y Chiclayo, donde los "postores" dejaban bolsas de dinero en efectivo para obtener la buena pro en diferentes obras, que en su mayoría o han sido un desastre o quedaron inconclusas.
Habría que ver por qué nadie apunta a estos corruptores que lo único que hacen es formar una empresa semanas antes de las licitaciones, conseguir "un jugador" dentro del gobierno regional o la municipalidad, pagar por lo bajo y esperar la apertura de sobres para celebrar.
Ahora, conocidas las
"movidas" del prófugo Martín Belaunde en el gobierno de sus amigos
Ollanta Humala y Nadine Heredia, habría que ver el accionar de esa
empresa española llamada Antalsis, que por lo visto estuvo muy
interesada en mover cielo y tierra para ganar millonarias licitaciones.
¿Si fue capaz de recurrir a un "lobista" en lugar de seguir los
procedimientos regulares para contratar con el Estado, por qué no pensar
que fue capaz de romper algunas manos débiles por ahí?
Si
se busca sancionar a los corruptos, pues que también se castigue con
todo el peso de la ley a los corruptores, para que al menos en el futuro
lo piensen dos veces antes de sobornar a algún otro delincuente
enquistado en la administración pública. ¿No era que se iba a castigar a
todos, caiga quien caiga? En el caso de Belaunde, estamos ante una
oportunidad de oro para demostrar que también les puede caer a los malos
empresarios.
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