Salvo el poder, todo es ilusión
Domingo, 14 de septiembre de 2014 | 4:30 am
Un juego de percepciones sobre las influencias.
Entender el poder –quién lo tiene y cómo se obtiene, pierde o ejerce– constituye una antigua curiosidad académica y popular que lleva a la tentación de identificarlo.
En el Perú se realiza desde hace 34 años mediante la tradicional encuesta de Apoyo. Otras encuestadoras lo hicieron luego, como Datum, pero con una base distinta pues le pregunta a la opinión pública por las personas con más poder en el país.
Datum concluyó que el binomio indestructible conocido como ‘pareja presidencial’ comparte el primer puesto poderoso en proporción similar –26% la primera dama, 25% el presidente–, lo cual implica un aumento de Nadine Heredia frente al 18% que tenía en la misma encuesta del 2012, y una caída de Ollanta Humala desde el 30% de entonces.
La encuesta del poder que Semana Económica anuncia que revelará hoy es distinta y, como señaló Mirko Lauer ayer en su columna, más creíble porque no le pregunta al ciudadano ‘común y corriente’ sino al que tiene poder o está cerca de esa ‘gentita’, por lo que, se supone, está mucho mejor informado.
Pero, seguramente, el resultado en la encuesta a la élite será parecido a ese ‘empate’ que el ciudadano identifica entre el presidente y su esposa, algo que a nadie debiera sorprender porque así es la manera como ambos han estructurado el ejercicio del poder en ‘su’ administración, y así lo han pregonado.
El presidente siempre ha estado en el primer puesto del poder en el Perú, pero un empate parecido al de ahora ocurrió también durante la copresidencia de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. En otro momento, Abimael Guzmán creció tanto que llegó a amenazar con desplazar del trono al jefe de Estado.
Lo otro relevante de estas encuestas es que, por la fragilidad institucional, el poder individual acaba pesando más que el de la institución. Así es en la política, en la empresa y hasta en el periodismo.
La encuesta del poder que hoy publica Semana Económica, y antes lo hizo Perú Económico, empezó en realidad hace 34 años en la ya desaparecida revista Debate. Felipe Ortiz de Zevallos la dirigía entonces, y yo era su ayudante y único redactor a bordo. Durante mucho tiempo la encuesta del poder fue la edición emblemática de la publicación.
Un día de 1980, FOZ me dio un ejemplar de US News & World Report con una encuesta del poder en Estados Unidos y la indicación de adaptarla al Perú, usando la definición de poder que se mantiene hasta las encuestas de hoy: “la capacidad de influir en el curso de los eventos”.Desde entonces, es una encuesta entretenida que siempre ha sido nada más que un ‘juego de percepciones’.
Columna de Augusto Alvarez Rodrich, Diario La Republica
Entender el poder –quién lo tiene y cómo se obtiene, pierde o ejerce– constituye una antigua curiosidad académica y popular que lleva a la tentación de identificarlo.
En el Perú se realiza desde hace 34 años mediante la tradicional encuesta de Apoyo. Otras encuestadoras lo hicieron luego, como Datum, pero con una base distinta pues le pregunta a la opinión pública por las personas con más poder en el país.
Datum concluyó que el binomio indestructible conocido como ‘pareja presidencial’ comparte el primer puesto poderoso en proporción similar –26% la primera dama, 25% el presidente–, lo cual implica un aumento de Nadine Heredia frente al 18% que tenía en la misma encuesta del 2012, y una caída de Ollanta Humala desde el 30% de entonces.
La encuesta del poder que Semana Económica anuncia que revelará hoy es distinta y, como señaló Mirko Lauer ayer en su columna, más creíble porque no le pregunta al ciudadano ‘común y corriente’ sino al que tiene poder o está cerca de esa ‘gentita’, por lo que, se supone, está mucho mejor informado.
Pero, seguramente, el resultado en la encuesta a la élite será parecido a ese ‘empate’ que el ciudadano identifica entre el presidente y su esposa, algo que a nadie debiera sorprender porque así es la manera como ambos han estructurado el ejercicio del poder en ‘su’ administración, y así lo han pregonado.
El presidente siempre ha estado en el primer puesto del poder en el Perú, pero un empate parecido al de ahora ocurrió también durante la copresidencia de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. En otro momento, Abimael Guzmán creció tanto que llegó a amenazar con desplazar del trono al jefe de Estado.
Lo otro relevante de estas encuestas es que, por la fragilidad institucional, el poder individual acaba pesando más que el de la institución. Así es en la política, en la empresa y hasta en el periodismo.
La encuesta del poder que hoy publica Semana Económica, y antes lo hizo Perú Económico, empezó en realidad hace 34 años en la ya desaparecida revista Debate. Felipe Ortiz de Zevallos la dirigía entonces, y yo era su ayudante y único redactor a bordo. Durante mucho tiempo la encuesta del poder fue la edición emblemática de la publicación.
Un día de 1980, FOZ me dio un ejemplar de US News & World Report con una encuesta del poder en Estados Unidos y la indicación de adaptarla al Perú, usando la definición de poder que se mantiene hasta las encuestas de hoy: “la capacidad de influir en el curso de los eventos”.Desde entonces, es una encuesta entretenida que siempre ha sido nada más que un ‘juego de percepciones’.
Columna de Augusto Alvarez Rodrich, Diario La Republica
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