SIETE DIAS CASMA

AGUSTÍN FIGUEROA

SUPUESTOS

Elecciones y confusiones

Es una tradición en el Perú que las encuestas probabilísticas referidas a la intención de voto de los ciudadanos durante los procesos electorales no tengan coherencia ni consistencia entre ellas. Para un analista resulta muy difícil establecer cuál o cuáles de las empresas encuestadoras están trabajando de manera profesional. Esta situación también incluye a las elecciones para elegir al alcalde de Lima Metropolitana. Para disminuir el riesgo de llegar a conclusiones provisionales erradas suelo comparar los resultados de las encuestadoras que realizan y publican encuestas mensuales porque en ellas es posible establecer las tendencias y las incoherencias. En cualquier caso, las posibilidades de errar son aún mayores si los Jurados Electorales Especiales y el Jurado Nacional de Elecciones continúan analizando las tachas cuando faltan tres semanas para las elecciones.

Es obvio que los organismos electorales no son eficientes y que los partidos, los movimientos y las organizaciones locales son una coladera por la cual pasan los mentirosos, los prontuariados, los procesados, los que han logrado limpiar sus expedientes penales y los financiados por el narcotráfico y por todos las demás organizaciones delictivas que integran el lumpencapitalismo, que maneja o corrompe a muchas de las organizaciones del Estado peruano. El resultado de esta infiltración de la corrupción es ahora más evidente que nunca si nos atendemos a los presidentes regionales, a sus consejeros y a los alcaldes provinciales y distritales que están presos, prófugos, investigados o acusados de usar mal los fondos del pueblo que les han sido confiados, de estar vinculados con el narcotráfico o de incluir terroristas entre sus candidatos.

Es una broma de mal gusto decir que los ciudadanos deben conocer a los candidatos antes de votar por ellos. Es cierto que en el proceso electoral que termina el 5 de octubre se han detectado a muchos delincuentes y a muchos mentirosos, pero los electores aún tienen muchas posibilidades de votar mal porque hay muy pocos candidatos calificados entre los miles y miles de postulantes. Los partidos, los movimientos y las organizaciones locales no son ni han sido un filtro que garantice al elector que votar por su símbolo o por su número asegura una elección correcta, si no modificamos las leyes que norman a las organizaciones políticas y a los procesos electorales ni limpiamos de manera radical el sistema electoral no tendremos posibilidades de elegir bien.

El control por los organismos electorales de los gastos de las campañas y de su origen es tan limitado que permite que en muchas regiones el financiamiento provenga de fuentes ilícitas tal como lo he señalado en varias oportunidades, las elecciones regionales y municipales del año 2014 no están garantizadas; es decir, también serán antidemocráticas por su origen y por sus procedimientos. Tenemos que actuar desde el 5 de octubre para lograr que las elecciones presidenciales y la elección de los congresistas en el año 2016 no sean peores que las realizadas el año 2014. Tenemos muy poco tiempo y estamos en manos del peor Parlamento en la historia del Perú.

En la medida en que se acerque el día de las elecciones, las encuestas serán reemplazadas por los simulacros de votación, que suelen ser más precisos. Datum realizó un simulacro en Lima que fue publicado por Perú 21 el 8 de setiembre. El resultado referido a los votos válidos, tal como será el día de las elecciones, confirmó el liderazgo de Luis Castañeda. Solidaridad Nacional obtuvo el 51.7% de los votos; Diálogo Vecinal el 10.3% y Perú Patria Segura el 7.7%. Según estos resultados obtenidos cuando faltan muy pocos días para el 5 de octubre, el exalcalde de Lima tiene todas las posibilidades de ganar. Salvo que aparezca un milagro electoral, Castañeda será el próximo alcalde de Lima. Los simulacros de votación que tienen un margen tan elevado a tan pocos días de las elecciones son muy difíciles de superar. Salvo mejor opinión.