POR LLEGAR AL PODER, TODO VALE
Muchas cosas están sucediendo entre los aspirantes a las alcaldías, regidores o presidentes regionales y consejeros.
Como los políticos, no reparan en nada y se apartan de un partido o movimiento e ingresan en otro sin pensar que antes denostaban de sus dirigentes. Se entiende que un político es una persona, hombre o mujer, que tiene una visión de los problemas de su zona o región, que tiene un alto concepto de la verdad, de la justicia y vive apegado al mundo de los valores; creo que así tiene que ser.
Pues la política es el arte de gobernar y el artista tiene una sensibilidad en grado sumo, y se aleja de lo transitorio, de lo que causa incomodidad y rechaza intereses individuales; su visión está en la colectividad en su problemática. Y aquí cumplen un rol importantísimo los medios de comunicación, en su variedad.
El periodista, personaje transparente, libre de pertenecer a tienda política alguna. Si está a las filas de un partido, su información, su enjuiciamiento, su crítica, no es veraz, se ciñe a los intereses de su agrupación. Y esto está mal.
El periodista ejerce docencia, tiene responsabilidad en la marcha de los pueblos y sus puntos de vista tienen que estar ceñidos a la verdad, ser veraz. Periodista que pone su quehacer a órdenes de un dirigente o se enrolan en su campaña, no merecen ser orientadores de la colectividad.
Por otra parte, en la publicidad, hay una modalidad que se conoce como "publireportaje". Es elaborado por alguien que conoce y sabe lo que quieren informar. Y no es malo. Lo malo está cuando no se pone la denominación "publireportaje" y se hace pasar como una información, capaz del propio medio. Esto es lo censurable.
Hay que mencionar que esta es una mala práctica que ocurre en igual o con mayor frecuencia en los espacios periodísticos radiales y televisivos de la región. Lo estamos viendo en algunas emisoras o canales. Pre candidatos desfilando por distintos programas, a quienes no se les hace preguntas “ incomodas".
Hay que insistir, en política no se puede decir que todo vale con la finalidad de lograr un objetivo. Así no. Los partidos, agrupaciones, sus dirigentes, tienen que tener mesura y un mínimo de cordura para no cometer actos reñidos con la dignidad humana.
6 de septiembre de 2010 14:09
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