¿QUIEN ES WALDITO?

Por: Iris Domínguez Díaz
irisdominguezdiaz@gmail.com

El pasado fin de semana estuve de visita por Chimbote y me sorprendió ingratamente ver como algunos chimbotanos exhibían en sus casas banderas y afiches de Waldo Ríos Salcedo, el autodenominado "Padre del Canon", por ello considero necesario realizar algunas precisiones acerca del popular Waldito.

Vivo en Huaraz hace más de ocho años y durante todo este tiempo conocí a diversos personajes locales, entre ellos Waldo Ríos Salcedo. Es fácil darse cuenta que Waldo Ríos goza del cariño de la mayoría de huarasinos, sobre todo por su prédica plañidera y utilización de la religiosidad popular para captar adeptos, pero también por sus constantes insultos a los chimbotanos, tema que a los huarasinos les encanta.

Waldo Ríos en las anteriores campañas electorales se dedicó a insultar a los chimbotanos directamente, él mismo megáfono en mano vagaba por las calles de Huaraz diciendo lo siguiente: "expulsemos a los chimbotanos de Huaraz..." "...todos los chimbotanos son ladrones y corruptos..." "...Huarasino, no permitas que los chimbotanos gobiernen la Región..." "...los chimbotanos solamente vienen a robar a los serranos...".

Esos insultos se daban en público y privado. Ya en reuniones más restringidas Waldo manifestaba que era necesario que los huarasinos gobiernen Ancash porque todo el canon minero se lo llevan los chimbotanos y que todos, absolutamente todos son delincuentes y ladrones.

Ahora resulta curioso que venga a Chimbote a pedir nuestro apoyo, pero aún es mas raro que hayan paisanos que se lo brinden.Waldo no es ningún profeta ni santón, es más bien un pillo que se dedica a vivir de la política y la corrupción. Fue Alcalde de Huaraz con mucho apoyo de la población, pero realizando obras de dudosa calidad y sobrevaluadas lo que le valió más de 12 procesos penales en la Corte de Huaraz, por peculado, malversación de fondos, colusión, corrupción de funcionarios, entre otros; los mismos que afrontaba diciendo que él no sabía nada de administración municipal y que toda la responsabilidad la tenían sus funcionarios, que él ni siquiera sabía firmar documentos.

La familia Ríos Salcedo es una de las más ricas de la ciudad de Huaraz y han sido terratenientes importantes antes de la Reforma Agraria, no son para nada pobres como pretende engañar Waldo Ríos, quien hace creer en Chimbote que es casi un pordiosero, ello es absolutamente falso. Waldito ha tenido una infancia y juventud afortunada y si no concluyó sus estudios superiores fue por flojo y vago, pero no por falta de recursos.

Un capítulo aparte merece su condición de transfuga y corrupto. Como ustedes saben Waldo Ríos fue elegido Congresista por el FIM de Fernando Olivera, sin embargo a los pocos meses de estar en el congreso fue "comprado" por la bancada fujimorista. Acudió al SIN, se entrevistó con Montesinos y a cambio de 10 mil dolares se convirtió en uno de sus topos.

Estos hechos están absolutamente probados en el proceso judicial que se le siguió en Lima, es más, obra el recibo que le expidió Montesinos y que Waldo obedientemente firmó. Pocos saben que es por este proceso penal, donde fue condenado por Peculado, que Waldo está inhabilitado para ejercer la función pública, es decir fue condenado por CORRUPTO.

Ahora Waldo pretende engañar a los electores haciéndoles creer que es candidato, se esconde de los periodistas y no da la cara, porque no va a poder explicar a ninguna persona que tenga más de dos dedos de frente como es que va a ser Presidente Regional con D.N.I. prestado, como lo ha dicho en Huaraz ,

Es evidente que Waldo Ríos se cree un predestinado y en reuniones privadas manifiesta que son las familias decentes de Huaraz (entiéndase las que fueron aristocráticas) las que deben gobernar la Región y el país y que los demás "serranos" no piensan ni tienen condiciones por ser indios y que a ellos solamente hay que tratarlos paternalmente "papachito y mamachita" para que estén contentos.

Este es señores el verdadero Waldo Ríos Salcedo, así que piensen bien a quien apoyan y permiten entrar en sus casas.