55 DIAS DE UNA GESTION MUNICIPAL QUE NO TERMINAR POR CONVENCER A LOS CASMEÑOS

Sólo 55 días han bastado para que la población casmeña se termine de convencer que esta gestión es más de lo mismo. Y la decisión de empezar a ejecutar la obra de “Mejoramiento de la plaza San Martín. I Etapa” ha servido para poner en evidencia la traición a la identidad casmeña.

Todo Casma debe saber que esta obra se inicio sin Ingeniero Supervisor pues recién sería seleccionado en proceso de el pasado 11 de febrero. Ojala que no sea un ingeniero que tenga antecedentes laborales con empresa contratista. Tampoco hubo ningún funcionario que entregue formalmente el terreno.

Se dice hay un ingeniero de planta de la municipalidad apellidado Príncipe que hará una supuesta labor de supervisión. Hasta ahora no se sabe cual será su labor. ¿Habrá estado el pasado martes en la madrugada del inicio de la destrucción de la plaza San Martín?

Para la mayoría de la población aquí han pesado más de dos y medio milones de razones. En estos casos se siente el poder de don dinero, haciendo finalmente que se olviden los compromisos y las promesas electorales, incluyendo la famosa consulta popular. Y como resultado de todo este dizque “gran cambio” tenemos una gestión cuyo alcalde es llamado mentiroso y ya se empezó a vocear su revocatoria. Aunque esto ultimo legalmente no es posible.

Esta semana se ha demostrado la escasa capacidad del alcalde para dirigir la administración municipal. Dirige las sesiones y todo es consulta con su asesor Joe terrones, el docente que ya fue contratado como Jefe de Logística o necesita el apoyo del regidor sabihondo, don Oscar Apèstegui.

Los jerarcas de la gestión están alegres y celebrando. Claro que si. Así de contentos deben estar los traidores, los lobistas, los que han concertado para darle el visto bueno a este adefesio, a este desperdicio de dinero ,mal llamado " boulevar",cuando hay otras obras más importantes y más prioritarias como el Plan Integral de residuos sólidos-el PIGARS.

La destrucción de la plaza San Martín servirá para recordar la traición de Carlos Ochoa, el alcalde mentiroso y todos sus regidores de Alianza para el Progreso. Prometió, prometió y prometió. Y luego de ser electo simplemente su compromiso lo utilizó - parece ser- para los servicios higiénicos.

Se comprometió con las fuerzas vivas de nuestra provincia, con el Frente de Defensa, con el FREDEMAC, con los sindicatos de construcción Civil, con la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, entre otros, para no dar pase a la construcción de este engendro de los compromisos oscuros.Luego en su primer mensaje como alcalde casmeño anunció una dizque Consulta Popular. Después en la primera sesión ordinaria traicionó su palabra empeñada, anunciando que la obra se hacia de todas maneras pues la ley lo obliga y por el adelanto dado. No tengo otra alternativa si no me denunciarán penalmente.

Dejo mucho que desear escuchar decir al alcalde Ochoa que “hace un mes estoy esperando un informe del jefe de Presupuesto y hasta ahora nada” ¿Que hago? Señor alcalde, usted es la máxima autoridad municipal, salvo que todavía sus asesores no se lo hayan hecho conocer. Si sus funcionarios no sirven, déle las gracias por sus servicios y busque otros más eficientes.

En sesión ordinaria, muy suelto de huesos y con una conchudez insultante, como diría César Hildebrandt, el martes 09 de febrero, justificaba su decisión y su poco interés por parar esta obra durante todo este tiempo."Yo no estoy de acuerdo, pero no puedo anular esta obra. La ley no me lo permite," gimoteaba en la sesión ordinaria de concejo municipal ante el pedido de paralizar la destrucción e investigar para encontrar a los responsables de esta afrenta para los intereses de la provincia de Casma.

Nuestro alcalde como sus regidores oficialistas parecían cadáveres andantes ante la realidad de la empresa ganadora de la buena Pro, que se dice casmeña y de casmeños pero que no ha dudado para actuar como delincuentes y de madrugada, para hacer su labor destructiva pero que le dará pingues ganancias.Peor aún se escuchaba decir al regidor Apéstegui que era una mala herencia, que se debía conversar, que no se debía paralizar la obra, que ya no hay nada que hacer sino tan sólo fiscalizar.

Era la voz de los empresarios Bautista y compañía. Ni ellos lo habrían dicho mejor. Pero no es novedad, Oscar Apéstegui fue regidor con el ex alcalde Michael Rosales y en la práctica, apoyó todo lo que hizo y deshizo el burgomaestre transitorio. Ahora sólo es consecuente con su posición traidora y cómplice a favor de los empresarios como siempre.

Mis respetos al regidor de oposición Lorenzo Samaniego, el único fiscalizador. No hay otro. Con argumentos sustentó el pedido de paralización de la obra y la investigación de este proceso irregular, por decir lo menos. Con argumentos desbarató la posición del alcalde Carlos Ochoa que sólo buscaba, como Pilatos, lavarse las manos y eludir su responsabilidad.

Le dijo, de frente y sin ambigüedades:"Usted señor alcalde Ochoa es un mentiroso". Y le puso evidencias irrefutables. Cuando se le pidió que se retracte le volvió a demostrar que sólo decía la verdad y que no se retractaba. Triste papelón del alcalde don Carlos Ochoa, que se quedo sin argumentos.

Finalmente, desde el martes 08 de febrero del 2010 ha quedado escrito en la historia casmeña el nefasto papel que le ha tocado desempeñar al alcalde Ocho y a los regidores aliancistas: responsables por omisión de la destrucción de la Plaza San Martín. Y eso que no hemos hablado de las coimisiones o el diez por ciento.

La población organizada en el Frente de Defensa , FREDEMAC y otros esta preparando la denuncia penal contra los integrantes del concejo municipal que no están a la altura de las circunstancias. Ojala sea así.