Nuevamente
se demuestra que la justicia a veces es ciega, un ex militar que quedo
mutilado de los dos brazos y una pierna, en una emboscada en el 2004
en la ciudad de Ayacucho, se encuentra esperando condena en el Penal de
Cambio Puente por haber sido confundido en el 2009 por un delincuente
que asaltó a un taxista con arma de largo alcance, ante tal tragedia el
referido recluso intento suicidarse tomando lejía.
Cansado
de no ser escuchado por que no cuenta con los recursos suficientes para
poder defenderse y probar su inocencia, el ex soldado del ejército
peruano, Jair Humberto Rivera Sifuentes de 36 años de edad,
actualmente preso en el Penal de Cambio Puente por un claro error
judicial, intentó suicidarse tomando lejía el último sábado por la
mañana, y, es que aseguró que la vida para él, ya no tiene ningún
sentido, ya que en el 2004 perdió los brazos y parte de sus piernas en
una emboscada terrorista en la ciudad de Ayacucho, y, en el 2012 fue
arrestado a través de una requisitoria que emitió el Poder Judicial del
Santa, por el delito de robo agravado, y, es que lo acusan de haber
perpetrado un asalto a un taxista, utilizando para ello, un arma de
largo alcance. Una persona común y corriente con el mas mínimo sentido
común se pregunta, ¿Cómo una persona mutilada de ambas brazos puede
haber perpetrado dicho hecho delictivo?, es algo que ni un niño se puede
responder, pero al parecer el juzgado que ordenó su internamiento en el
Penal de Cambio Puente si le encontró lógica.
El
caso de esta persona, que se encuentra privado de su libertad por un
delito que no cometió, fue descubierto el día de ayer, cuando ya lo
veía todo perdido, los hombres de prensa voltearon su mirada hacia esta
persona, pues había intentado suicidarse y fue salvado por los médicos
del hospital la Caleta donde se encuentra internado, sin embargo,
detrás de ello, había una historia mucho más compleja e indignante
tanto así como para que se entienda su desesperación de haber atentado
contra su vida.
Según se registra, en
el año 2009 se produjo un asalto a un taxista de parte de dos
delincuentes, uno de ellos se dio a la fuga, mientras que el otro fue
detenido por efectivos de la Policía, el caso llega la Fiscalía donde
el detenido asegura haber participado con otra persona identificado como
Jair Humberto Rivera Sifuentes , en el 2010 el Poder Judicial emite la
orden de captura a esta última persona que fue detenido en el 2012 en
la ciudad de Chepen, luego fue derivado a Chimbote y puesto a
disposición de la autoridad judicial, donde pudo verse cara a cara con
el supuesto cómplice, este aseguró haber participado con Jair Rivera en
el referido asalto, y, que fue él quien utilizo el armamento de largo
alcance, ante ello, el magistrado, dio libertad al supuesto cómplice,
mientras que al mutilado soldado le pidió que demuestre con documentos
desde cuándo y desde que año se encontraba discapacitado, para cuando
su abogado solicito al Hospital de Lima el referido certificado que
llego en un mes, Jair Rivera Sifuentes se encontraba en el Penal de
Cambio Puente, mientras que el bendito documento no pudo ser recibido
debido a la huelga del Poder Judicial.
El
ex militar fue enviado al Penal de Cambio Puente, el 3 de setiembre
del año pasado, allí y completamente solo pasó, navidad , Año Nuevo y
todos los días, sin poder comer y vivir dignamente, ya que al no contar
con nadie que lo ayude a comer el desayuno y hasta el almuerzo muchas
veces lo tuvo que arrojar al suelo para poder probar bocado con
facilidad, harto de esta vida, el sábado 12 de enero compró lejía de un
sol, y se la bebió, afortunadamente, fue evacuado al hospital La Caleta
donde los galenos pudieron salvarle la vida.
“Es
injusta la vida, me ha tratado mal, cuando pensé que lo peor que me
ha podido pasar es perder mis brazos y parte de mis piernas, viene esto,
y, más indignante es que nadie me escucha, no tengo dinero para poder
asumir los gastos del abogado, los gastos que se requieren para tener
mis documentos que demostraría mi inocencia, ya no era vida comer del
suelo, ya no era vida vivir en el Penal por eso es que conseguí comprar
lejía, y me la tome , de que vale, a quien le sirvo vivir así”,
manifestó.
Por su parte, sus amigos
de Chimbote, una de ellas, la madre de su mejor amigo, Asteria Chavarria
Francisco de 65 años de edad, enterado de ello, llegaron a visitarlo
al hospital, donde al tener un pequeño dialogo con la prensa, aseguraron
que Jair Rivera, llegó a trabajar a Chimbote, ayudado por su hijo, se
dedicó a vender caramelos en el Mercado Progreso, allí ganaba no mucho
pero si lo suficiente para vivir bien, y, aportar también los gastos de
la que consideraba su familia, tanto así llego el cariño que fueron
ellos, el día de ayer, que dieron fe de su inocencia, por lo que
pidieron sean escuchados y se observe el caso con ojos de justicia.
El
llamado se hizo a los integrantes de la Comisión de Justicia Social, a
la Defensoría del Pueblo, y hasta los abogados que a cambio de nada, se
solidaricen con ver este caso, y solo con el único fin de hacer
prevalecer la justicia de quienes no son escuchados.
FUENTE DIARIO DE CHIMBOTE
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