HUMALA VS KEYKO: LA DISPUTA POR LOS MAS POBRES

Humala vs. Keiko: la disputa de los más pobres

Keiko Fujimori y Ollanta Humala tienen altas posibilidades de pasar a la segunda vuelta. Keiko gracias al “voto duro” fujimorista y Humala debido a sus propuestas de inclusión social. De ser así, ¿qué escenario social se configuraría para la segunda elección? ¿Quién tiene más oportunidades de crecer?



En primer lugar, Humala y Fujimori son los candidatos que se disputan el voto popular. El último sondeo de Ipsos-Apoyo señala que Keiko Fujimori tiene un 22% de votos en el sector D y un 26% en el sector E. En tanto, Ollanta Humala posee un 33% de votos en el D y 31% en el E. A pesar que este respaldo, ambas candidaturas se diferencian en sus propuestas. Mientras las propuestas de Humala expresan los intereses sociales y económicos de los sectores E y D, Fujimori apela al aparato clientelar heredado de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, que acostumbró a estos sectores a dar apoyo político a cambio de recibir dádivas.



En segundo lugar, el motor de la candidatura de Keiko Fujimori ha sido recordar los saldos “positivos” del gobierno de su padre Alberto Fujimori. En ese sentido, Keiko no representa una renovación del fujimorismo, pues no plantea propuestas distintas para enfrentar los problemas del país. ¿Podría gobernar de forma democrática una candidata que justifica el golpe de Estado del 5 de abril de 1992? Creemos que un gobierno de Keiko Fujimori sería más o menos parecido al gobierno de Alberto Fujimori, lo que representa una importante oportunidad para que Humala logre explotar a su favor la disyuntiva entre democracia y dictadura. Asimismo, Keiko podría utilizar la supuesta inestabilidad que supondría generar el “cambio” que propone Humala e invocar un voto a favor del orden y la estabilidad.



En tercer lugar, si bien es cierto Keiko no plantea cambios al actual modelo económico, no necesariamente su candidatura resultaría atractiva en los sectores A y B en una segunda vuelta, pues sus credenciales autoritarias son un lastre para estos sectores. Según Ipsos-Apoyo, Keiko obtiene el 3% en el sector A y 9% en el sector B mientras que, Ollanta Humala, llega al 6% en el A y 15% en el B. A decir de estas cifras, Humala también tendría oportunidades de crecer en estos sectores que a primera vista le son adversos.



En cuarto lugar, el “antivoto” de Ollanta Humala y Keiko Fujimori es similar. Actualmente, ambos candidatos generan las mismas resistencias, lo cual abre la posibilidad de que exista una alta cifra de votos en blanco o viciados. Ante este panorama, Humala y Fujimori requieren un ablandamiento de sus candidaturas para la segunda vuelta y lograr las adhesiones de quienes ahora se resisten siquiera a pensarlos como futuros presidentes del país. ¿Quién lograría posicionarse como el menos “anti”?



Por último, ¿a favor de quién jugarían los grandes intereses económicos? En estos días, frente a la posibilidad que los dos candidatos mencionados pasen a la segunda vuelta, un sector importante de la derecha busca identificar a Keiko Fujimori como el “mal menor”. Por ello, es probable que de confirmarse tal escenario, observemos una operación limpieza del gobierno fujimorista por parte de cierto sector de la prensa a favor de Keiko Fujimori, reviviendo fantasmas sin ningún sustento. Cuidado, no caigamos en este juego absurdo que distrae con fantasías de terror las propuestas de desarrollo que nuestro país necesita.

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