google42f3ca3d0a624984.html SIETE DIAS CASMA: KEIKO FUJIMORI REPARTE VIVERES EN ZONAS POBRE A CAMBIO DE VOTOS

domingo, 8 de mayo de 2011

KEIKO FUJIMORI REPARTE VIVERES EN ZONAS POBRE A CAMBIO DE VOTOS


Práctica nociva. candidata repite modalidad clientelista del gobierno de su padre. Candidata presidencial de Fuerza 2011 tiene el apoyo de un colectivo que recolecta alimentos para ser regalados en zonas deprimidas a cambio de adhesiones.

La vieja práctica fujimorista del clientelismo y de la entrega de alimentos a madres pobres a cambio de votos se refuerza a cuatro semanas de la segunda vuelta, pero además con el aporte de personajes cercanos a la corrupción fujimontesinista.

El diario El Mundo de España reveló que el comando de campaña de Keiko Fujimori recibe miles de “donaciones” en bolsas de alimentos que luego son regaladas en asentamientos humanos y zonas pobres de Lima y provincias bajo la consigna de sumar votos.

Es decir, el mismo estilo que utilizó el sentenciado Alberto Fujimori para sus campañas de reelección desde el poder.

“El comando de campaña de Keiko Fujimori sigue la misma estrategia electoral que aplicó su padre para llegar a la presidencia: el populismo asistencialista. Al más vivo estilo del fujimorismo de los 90, simpatizantes de Keiko Fujimori quieren cambiar votos por paquetes de arroz, lentejas, azúcar y latas de leche en los asentamientos humanos que rodean Lima”, relata El Mundo.

“Un grupo de señoras de barrios acomodados limeños –continúa– lleva a cabo una gigantesca campaña de recogida de víveres, mantas y dinero en efectivo para que sean entregados por el comando de campaña de Keiko Fujimori en los arenales de pobreza de la capital y en regiones rurales andinas. Esta es una estrategia de campaña legal pero controvertida”.
La recolección

El Mundo relata que la recolección de víveres se inicia en una cadena de correos electrónicos, en la que los adherentes fujimoristas anotan tener el respaldo de la candidata presidencial.

Los correos piden una labor silenciosa, pero efectiva.

“Las instrucciones para los donantes son llevar 2 paquetes de arroz, 2 latas de atún, 1 de azúcar, 1 de menestras y 1 paquete de galletas en una bolsa transparente. Sobre la bolsa, los voluntarios colocan pegatinas en naranja con la K de Keiko”, relata.

Cecilia Matsuda, miembro del comando de campaña de Fuerza 2011, corroboró al diario que reciben las bolsas de víveres para ser regaladas como ayuda social, pero que era una iniciativa individual y no fujimorista.

Matsuda, sin embargo, es señalada como responsable de coordinar esta actividad, según informaron las voluntarias.

“Los correos electrónicos –continúa la crónica– contienen el nombre y la dirección de cinco mujeres que prestan como centros de acopio sus domicilios, situados en distritos limeños como Surco y San Isidro, e incluso en un caso una galería de arte en el barrio de Barranco propiedad de una de las organizadoras”.

El Mundo se puso en contacto con las promotoras y una de ellas, Jeanette Wolfenson Woloch de Stone, relató el éxito de la iniciativa y confirmó que la actividad es coordinada con el comando de campaña de Keiko.

“(Fujimori) usaba los alimentos con fines proselitistas. Las madres tenían que asistir a los mítines que convocaba”.

“La acopiadora explicó que las bolsas con alimentos serán repartidas en asentamientos humanos con motivo del Día de la Madre, pero que las donaciones continuarán hasta el fin de la campaña electoral. Informó que también están acopiando mantas que tendrán como destino comunidades rurales de los Andes que serán visitadas por Keiko para buscar votos”.

Vieja costumbre de repartir

“Esta práctica de repartir víveres es una costumbre en la campaña de Keiko Fujimori, según afirman las dirigentes de los Clubes de Madres”, señala El Mundo.

Cita a Rosa Castillo, dirigente de estos colectivos populares, quien relató que antes de la llegada de Keiko Fujimori a asentamientos humanos son repartidas bolsas con comida. “La gente de su partido llega antes que ella y reparte comida y galletas para que los pobladores estén más contentos”.

La coordinadora de los Clubes de Madres relató que antes de la primera vuelta electoral del pasado 10 de abril era Kenji Fujimori, hermano de Keiko y actualmente el congresista más votado, quien repartía directamente víveres y cocinas de gas a los comedores populares como parte de su campaña proselitista. Al respecto, existe un video en el que Kenji lleva a la espalda una cocina industrial.

Castillo recordó que esta modalidad se repitió esta semana en el asentamiento humano Carmen Alto de Comas y en el Callao (el jueves), donde acudieron cinco mil madres.

Castillo recordó que el Pronaa (Programa Nacional de Ayuda Alimentaria) era un bastión de Alberto Fujmori por una década y repartía alimentos a cambio de adhesiones políticas.

“(Fujimori) usaba los alimentos con fines proselitistas y también represivos. Las madres tenían que apoyar públicamente a Fujimori y asistir a mítines obligatoriamente, si no les retiraban las ayudas alimentarias”, relató.

Las colas

La República constató ayer la denuncia de El Mundo, cuando Fujimori Higuchi visitó el Valle Amauta, asentamiento humano en Ate Vitarte.

Antes de que llegue la candidata, camionetas cargadas de regalos llegaban al local comunal. Previamente, dirigentes fujimoristas habían repartido entre las madres vistosas tarjetas naranjas con motivo del Día de la Madre.

Fujimori permaneció treinta minutos allí, ofreció obras de agua y desagüe, pistas y títulos de propiedad, mejorar la educación y un combo escolar, con desayuno y almuerzo gratuitos.

“Necesitamos reequipar los comedores con cocinas y ollas nuevas”, dijo en un momento.

Incluso como congresista, dentro de la labor de representación, Fujimori siempre se caracterizó por visitar asentamientos de Lima y llevar utensilios y alimentos.

Esta vez el reparto ocurrió una vez la candidata partió. A las 5 de la tarde, la coordinadora fujimorista y responsable del comedor popular ordenó a las mamás hacer colas para que empiece la repartición. En medio del sol, las humildes madres habían esperado ya cuatro horas.

Primero fueron gaseosas y galletas y después “regalitos” donados por congresistas electos, como admitió una activista del fujimorismo. Las puertas del local fueron cerradas para que nadie que no tuviera las tarjetas color naranja pueda acceder.

Quejas

Algunas mujeres se quejaban de la larga espera para obtener solo una bolsa de alimentos.

Un día antes, en el Callao la escena se repitió con la diferencia que también se sortearon artefactos. Allí también ofreció –al mismo estilo de su padre– que les regalará cocinas y ollas nuevas de llegar a la presidencia el 5 de junio.

La candidata, sin embargo, negó condicionar ayuda social a cambio de votos. “Por el Día de la Madre estamos haciendo reuniones con madres de familia como lo hacemos todos los años y a ellas se les entrega un pequeño obsequio. Esto no solamente lo hace el partido Fuerza 2011, sino las empresas, los otros partidos”, aseguró ayer.

Jeanette Wolfenson Woloch de Stone, hermana del ex dueño del diario La Razón y ex legislador fujimorista sentenciado por vender su línea editorial a Vladimiro Montesinos, Moisés Wolfenson, promueve la recolección de víveres relatada por El Mundo.


La penetración fujimorista en comedores populares llegó a niveles elevados entre 1990 y 2000. Nueve millones de peruanos se alimentaban de esta ayuda en esos años y hoy lo hacen 1 millón y medio.

La clave

Defensa. Fujimori también defendió a su legislador electo Rofilio Neyra, vinculado al narcotráfico. “Él no tiene ninguna investigación ni proceso con referencia a lavado de activos o narcotráfico”, precisó. Sobre María Magdalena López, otra elegida por el fujimorismo e investigada por lavado de activos, precisó que dará la cara.

ANÁLISIS

Una forma perversa de ganar votos

Eduardo Ballón
Antropólogo de Desco

El fujimorismo estableció una relación de dependencia con los sectores menos favorecidos de la sociedad desde los noventa. Lo que vemos ahora, en especial en los últimos meses, es el regreso de esta vieja práctica que es la forma más perversa de obtener los votos de la gente pobre.

El reparto de cocinas, víveres, ropa y dinero no es algo nuevo en el fujimorismo, lo hicieron antes y lo hacen ahora; porque es una forma de decirles a las personas ‘estamos de regreso y esta es la forma de relacionarnos con ustedes’. Pienso que el fujimorismo no tiene límites, y lo están demostrando al sacar en algunas provincias, mediante presiones, a los periodistas que les son molestos o son críticos. Para ello tienen el respaldo de los sectores más favorecidos que entraron en pánico por la presencia de Ollanta Humala.

Esta relación de dependencia que fue creada por el fujimorismo en los noventa fue mantenida en los últimos años de forma discreta, pero ahora ya es de una manera abierta y pública, con el reparto de regalos a cambio de votos. Aprovechan la necesidad y el descontento de la gente para poner en práctica esta vieja y perversa costumbre.

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