OLLANTA HUMALA Y SUS PREOCUPANTES ASESORES PRESIDENCIALES

Veo con gran preocupación que el presidente Humala haya elegido como su asesor jurídico a Roy Gates, abogado de Rómulo León y los Sánchez Alayo, investigados por lavado de activos.
Gates está en su derecho y no es ilegítimo defender a todos los acusados de corrupción y narcotráfico que quiera, pero es una pésima señal para el país que la persona que accedió a la Presidencia prometiendo acabar de raíz con la corrupción, nombre como su asesor para estos temas precisamente a un defensor de este tipo de acusados.
En lugar de dar señales claras sobre sus intenciones, el Presidente parece esforzarse por confundir a los peruanos con nombramientos polémicos que lo único que hacen es sembrar más dudas sobre su gobierno. O alguien puede estar tranquilo con el hecho que el coronel (r) del Ejército, Adrián Villafuerte, sea su consejero oficial en temas de Seguridad y Defensa.
Para quien no lo sabe, este militar estuvo íntimamente ligado al montesinismo. Fue secretario personal, es decir, alguien de extrema confianza, del general César Saucedo Sánchez, hombre fuerte de Vladimiro Montesinos.
Tras la caída de la dictadura fujimorista, Saucedo fue condenado en el 2006 a seis años de prisión bajo la acusación de enriquecimiento ilícito, por un desbalance patrimonial de 2 millones de dólares. El 2008, la Corte Suprema no solo confirmó, sino que elevó esa sentencia a 10 años de cárcel. Pese a estos pergaminos, Ollanta defiende a Villafuerte y afirma que posee el derecho a trabajar a su lado y, es más, que tiene toda su confianza. Increíble.
EL “COWBOY” ANTAURO: Como los pistoleros del Lejano Oeste, Antauro Humala no solo gusta de los sombreros de vaqueros sino que dispara -ahora solo frases- que son un dolor de cabeza para su hermano Presidente. Porque está clara la intención de sacarlo de la cárcel cuanto antes, pero de ahí a que se la pase gritando, a los cuatro vientos, que es un hecho que ya sale…
Es como sacarle la lengua a los demás condenados, “yo sí salgo porque mi hermano es el Presidente”. Para reducir la responsabilidad de Antauro ante la ciudadanía por la muerte de los cuatro policías en el “Andahuaylazo”, ahora se quiere direccionar el debate a la cuestión francamente tonta de que no fue él quien disparó las balas asesinas.
Por favor, fue él quien dirigió la toma a la comisaría, fue él quien se puso al frente de los insurrectos. Así que resulta poco viril, para emplear un término suyo, que ahora quiera evadir su responsabilidad.
El Presidente debe recordar que prometió no indultarlo y respetar la independencia de poderes, y eso significa dejar trabajar sin presiones de ningún tipo al sistema judicial. La liberación de Antauro sentaría un peligroso precedente para la gobernabilidad del país.

Hugo Robles