ALGO HUELE MAL EN EL GOBIERNO REGIONAL DE ANCASH

Que la Región Ancash tenga una mala fama por la vigencia de un régimen de corrupción no es un hecho que sorprenda a nadie, eso se lo debemos a la actual gestión pública del presidente regional Cesar Álvarez Aguilar, cuyos funcionarios no hacen nada para impedir que día a día se sucedan denuncias por malos manejos.

Sin embargo, lo que si debe sorprender y de manera sumamente desagradable es que la región Ancash ostente un deshonroso tercer lugar entre las regiones de todo del país con mayores índices de denuncias por delitos de corrupción, existiendo 180 de un total de 900 denuncias que se han formalizado en todo el país.

Esta estadística la dio a conocer el representante del grupo de análisis “Solidaridad Perù”, Giancarlo Castiglioni, quien ofreció una conferencia de prensa en la sede de la Diócesis de Chimbote con la finalidad de llamar la atención de la sociedad civil de y los medios de comunicación frente a la realidad que muestra la región y la responsabilidad que tienen las autoridades para revertir este estado de cosas.

Lamentablemente, este triste y penoso record es la secuela de una administración regional que se descompone por todos lados, que es protagonista de denuncias permanentes y que es catalogada como la mas ineficiente de todo el país.No hay que olvidar que los casos mas sonados de corrupción han nacido en el gobierno regional, tienen como protagonistas a funcionarios y al mismísimo presidente regional, quien se encuentra penalmente procesado tanto en Huaraz como en Chimbote a consecuencia de ese accionar sospechoso e irregular que es una constante en todos los actos que derivan del gobierno regional.

El caso de las ambulancias sobrevalorizadas, la estafa a los choferes que las manejaron, los alimentos del friaje, las millonarias compras fantasmas en la DIRESA son solo algunos de los hechos que han derivado en juicios penales en Huaraz, al margen de la investigación por lavado de activos a los familiares y la gente del entorno del presidente regional que se encuentra a nivel del Ministerio Público.

En Chimbote, los casos mas patéticos se han verificado en las dependencias regionales como Chinecas y la Sub Región Pacifico, en donde se han protagonizado toda clase de escándalos que tienen que ver con el derroche y el despilfarro de los recursos públicos, como el caso de la fumigación y desratización, las compras convenidas en Chinecas, las licitaciones amañadas de la Sub región Pacífico, entre muchos otros hechos que han terminado en los estrados judiciales.

Todo ello ha sido coronado por las denuncias formuladas por el ex candidato Juan Calderón Altamirano, un personaje que ha salido del entorno del titular de la región y viene revelando la manera delincuencial como se ha manejado la Región, inclusive, destapando componendas que se han urdido contra altas autoridades del Consejo Nacional de la Magistratura.

Por si fuera poco, en los ultimas días el consejero regional Jesús Rodríguez Fuentes ha anunciado su decisión de renunciar al cargo por que no quiere verse comprometido con los actos de corrupción en los que se ve envuelta la administración regional y frente a la imposibilidad de aplicar correctivos en el ejecutivo regional.

Todo ello no viene sino a confirmar el triste record que ostenta la Región Ancash y que, al ritmo que lleva, podría alcanzar el primer lugar en materia de actos y denuncias de corrupción.

Sin embargo, pese a este lúgubre escenario, frente a la penosa realidad con la que nos tocamos los ancashinos, no existe un sistema punitivo que se encuentre en capacidad de juzgar y sancionar a los corruptos de la región Ancash, por el contrario, Juan Calderón Altamirano ha advertido de la existencia de toda una red de Policías, magistrados y hasta periodistas que reciben coimas para encubrir el régimen de corrupción del gobierno regional.

Esto es lo mas grave y delicado, cada día que pasa lo único que se consigue es que se confirmen todas las aseveraciones del denunciante, hace algunos meses en Huaraz desactivaron a un juzgado cuando debería condenar a César Álvarez y ahora en Chimbote se ha descabezado el sistema anticorrupción por que había recogido las denuncias de Juan Calderón. ¿Alguien cree que podremos eliminar la deshonrosa estadística de corrupción en Ancash?

FUENTE: DIARIO DE CHIMBOTE