LA CLAVE: todo intelectual,
especialmente si es un intelectual público, siente la necesidad de
explicar, y debe hacerlo, porqué cambió tanto y porqué condena hoy lo
que ayer defendió con pasión.
El problema es cuando los cambios no se dan a través de la filosofía sino de la remuneración.
viernes, 7 de diciembre de 2012
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