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viernes, 12 de abril de 2013

José Cedeño analiza hoy un par de situaciones escandalosas que tiene como protagonistas a miembros de nuestra “clase política”.
La clase política que sufrimos en el país posee un cuajo inmenso. Cada día, al ver un noticiario (escrito, radial o televisado), se nos muestran sus perlas, las mismas que lindan con el delito. Pero por alguna razón (¿$?) sus escandalosos casos, poco a poco, o de pronto, salen del escándalo mediático.
1° caso: Kenyi Fujimori (digno representante de la putrefacta clase política nativa), fundó la empresa Logística Integral Marítima Andina S.A. (LIMASA) el 23 de julio de 2009, teniendo como socios accionistas a José Antonio Begazo Bedoya y Marco Antonio Ynaba Reyna, sujetos comprometidos en  el reciente hallazgo de 100 kilos de droga en las instalaciones de sus  almacenes (11 de marzo último); pero no fue la primera vez, pues los dos ejecutivos fueron implicados en las investigaciones abiertas en Perú a raíz del decomiso en el puerto de Valencia de 513 kilos de clorhidrato de cocaína ejecutado por la policía española el 25 de julio de 2006. Los análisis practicados a la droga arrojaron un 83 por ciento de pureza y su cotización de mercado a esa fecha se estimó en 14 millones de euros. Tres años antes de que se asocien con el hijo del reo, autoproclamado candidato presidencial; ¡qué conchudo!
2° caso: el reo narcotraficante Óscar Benítez Linares denunció que durante el gobierno aprista se pedía el pago de 10 mil dólares por la reducción de cada año de condena. Inmediatamente los mastines de AGP salieron a ladrar para asustar a quienes osen investigarlos. El adiposo ex presidente ya había salido a desmentir supuestas anomalías en la conmutación de penas e indultos habidos durante su gestión. Los mastines hoy, fieros ellos (dicen que perro que ladra no muerde), salieron a amenazar, a descalificar al acusador Benítez, pretendiendo atemorizar a quienes “se atrevan a investigar”. Incluso, acusaron a su delator de “cometer el delito” (¿?) de ser amigo de Antauro Humala, pretendiendo distraer a la opinión pública. Paso seguido se dirigieron al Ministerio Público para que éste les lave la cara…..¡¡qué conchudos!!
En el primer caso, no sorprende que un integrante de la mafia que destruyó la institucionalidad del país esté implicado con el narcotráfico. El Perú aún espera las investigaciones a la congresista fujimorista López Córdova por lo que se sospecha sea enriquecimiento ilícito, presuntamente proveniente de vínculos con el ilícito tráfico de drogas. Vladimiro Montesinos tiene probados vínculos con carteles de la droga; los casos son muchos.
Para el segundo caso reproducimos declaraciones de Abugattas referente al valentón acto de amedrentamiento por parte de la cúpula aprista: “Esta es una petición al Fiscal de la Nación para que se realice una indagatoria de las presuntas declaraciones grabadas de un delincuente condenado a muchos años de prisión por ser integrante de una cúpula del narcotráfico”… “No olvidemos que Jorge del Castillo prácticamente se libró haciendo este tipo de maniobras en el Ministerio Público. Presionan, tienen mecanismos y gente colocada ahí que investiga rápido y ellos quedan oleados y sacramentados” (…) “Extrañamente los apristas han salido librados, casi siempre, de toda investigación que ellos mismos han solicitado a la Fiscalía”.
Recordemos que Benítez tuvo la valentía de acusar, frente a frente, a Zevallos (“El Lunarejo”) y es un testigo privilegiado, mientras que la cúpula aprista (hay que separar la paja del grano) ya tiene muchos delitos impunes. Al concluir, es necesario ser contundente: la cúpula aprista traiciona al pensamiento primigenio de VRHT, a las amplias bases. Sino, preguntémosle a Jaime Bedón, ex Secretario Nacional de Juventudes y tenaz crítico de quienes destruyen su partido.

José Cedeño León
Catedrático de la Universidad Nacional del Santa

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