10:48 - 09 Abril 2013
Chimbote requiere un nuevo sistema
de transporte para que ordene su crecimiento natural considerando la
calidad de vida de los usuarios y el desarrollo urbano con visión de
futuro, advierte hoy Luis Luna.
En la última década, la ciudad de
Chimbote ha visto incrementar un buen número de empresas de transporte
público y, con ello, también gran cantidad de unidades móviles. Este
crecimiento es reflejo, en parte, del desarrollo urbano de la ciudad,
especialmente en el distrito de Nuevo Chimbote, y, en parte, de la
incorporación de personas necesitadas de trabajo que cuentan con un
pequeño capital como para adquirir una unidad o simplemente desempleados
que alquilan unidades vehiculares.
Si hacemos un recorrido por las
principales calles, notaremos que aproximadamente el 90 % de los
automóviles en circulación corresponden a este tipo de servicio, con
clara consecuencia de congestionamiento vehicular, falta de respeto a
las reglas de tránsito y al peatón, incumplimiento de la ruta
establecida y las horas de trabajo, elevado riesgo de asaltos y otras
acciones más. Pero a la vez, este sector económico ha permitido que
negocios complementarios tales como talleres de reparación y
mantenimiento, grifos, venta de repuestos, accesorios, llantas, etc.,
proliferen en torno a su actividad.
No hay duda que el transporte se ha
convertido en un importante sector económico para nuestra provincia. En
los últimos años, la reparación de calles y el asfaltado de las mismas
se han convertido en los principales proyectos de inversión que tanto el
Gobierno Regional de Áncash como los municipios han financiado; sin
embargo, es notorio que la falta de calidad en esas obras en poco tiempo
nos han pasado la factura y han aparecidos baches que impiden la
circulación fluida de los vehículos, como primer problema, y la no
inclusión de zonas de estacionamiento vehicular en las obras ejecutadas
producto del mal diseño, como segundo problema, ocasionan que un
automóvil estacionado obstruya la circulación de los demás.
La falta de autoridad en el sector
transporte, la ejecución de obras sin visión de futuro, el desempleo y
el crecimiento urbano sin orden han propiciado que el sistema del sector
transporte se encuentre en una situación caótica que de no ser
corregida oportunamente se corre el riesgo que en poco tiempo pueda
colapsar. El panorama se torna aún más gris cuando escuchamos decir al
presidente regional que quiere instalar centros de recreación y piscinas
a lo largo de la avenida Pardo. Indudablemente no conoce el tema.
La avenida Pardo es la única vía que nos
puede aliviar el tránsito entre Chimbote y Nuevo Chimbote, pero si se
construyen lugares de recreación y piscinas, se necesitarán de
rompemuelles y semáforos en cada cuadra para brindarle seguridad vial a
la población que acuda, con lo cual dejará de ser la avenida Pardo una
vía fluida para convertirse en una más lenta que tugurizará nuestra
ciudad con la consecuente masiva cantidad de asaltos a vehículos y
personas en las noches.
Nuestra ciudad requiere un nuevo sistema
de transporte para que ordene su crecimiento natural considerando la
calidad de vida de sus usuarios y el desarrollo urbano de la ciudad con
visión de futuro. Las obras deben ser ejecutadas considerando los
lineamentos de una ciudad moderna y futurista. Corrijamos el error de
creer que un proyecto de inversión solo debe contener un estudio de
ingeniería y el estudio de impacto ambiental; necesitamos que estos
proyectos consideren el estudio de mercado y el estudio económico
financiero. Solo con un proyecto de inversión con sus estudios completos
nos pueden garantizar mayor tiempo de vida útil de la obra y
rentabilidad económica y social para hacer de esta ciudad un lugar
acogedor y placentero para vivir.
Mg. Econ. Luis Luna Villarreal
Decano del Colegio de Economistas Áncash Costa
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