LA RUINA MORAL DE UN GOBIERNO QUE SE VA

EXPECTATIVAS SOBRE EL NUEVO GOBIERNO LOCAL
Y RUINA MORAL DE UN GOBIERNO QUE SE VA
Por Amador Tito Villena, Notario de Huarmey

Cuenta Mario Vargas Llosa en uno de los artículos de su libro Desafíos a la Libertad, que Margaret Thatcher le dijo en una oportunidad: “Para hacer en su país lo que usted se propone debe rodearse de un grupo de personas totalmente identificadas con esas ideas. Porque, cuando hay que resistir las presiones que trae consigo el enfrentarse a los intereses creados, las primeras defecciones ocurren siempre en las propias filas”. Y esto viene a pelo porque nuestro nuevo alcalde Pepe Benites ha declarado a los medios de comunicación que: “La municipalidad necesita gente con perfil técnico y solvencia moral, sin importar su condición política. No toleraremos el menor acto de corrupción y no hay borrón y cuenta nueva, auditoría a la anterior gestión”.

Hay expectativa por saber quiénes serán los cuadros técnicos y profesionales que ocuparán la gerencia municipal y demás gerencias y jefaturas de la Municipalidad Provincial de Huarmey, deberán ser cuadros solventes profesional y moralmente, que sintonicen con las ideas que propugna nuestro amigo Pepe de modo que, garanticen que no defeccionarán y que marcarán clara distancia con la corrupción, incapacidad y ruina moral del gobierno que se va. Veremos pues quienes son los cuadros políticos y técnicos con que se estrena esta nueva gestión.

Ya lo hemos dicho y es verdad, que el que se estrena será un gobierno difícil, que necesitará mucha humildad, tolerancia y transparencia, las provocaciones estarán a la orden del día. Y que un gobernante que se rodea de cortesanos e intereses inconfesables, sucumbe si no sabe mantener incólume su línea de conducta. Tenemos expectativas que con Pepe no suceda eso; caso contrario, encontrará una oposición ágil y activa, no debe olvidar que el 80% y fracción de huarmeyanos no votaron por él y ese dato es importante aunque no le parezca a algunos.

El gobierno que se va (periodo 2007-2010), a pesar del despliegue de una sistemática campaña de propaganda, desinformación, manipulación, sesgos, mentiras y amenazas no logró hacerse nuevamente del poder ni obtener ascendencia y control sobre la opinión pública, a pesar también de sus periodistas, comunicadores y pretendido dirigentes y líderes conseguidos con prebendas o baratijas de poca monta; a pesar de su desprestigio seguirá intentando ganarse a la opinión pública y llevar agua para su molino de los errores o actos dolosos que pueda cometer el nuevo gobierno, por ello, funcionario que falle debe ser desaforado de inmediato y sin contemplaciones para dar una señal clara al pueblo de la certeza de la orientación del nuevo gobierno.

Pepe ha dicho auditoría total a la gestión saliente, no al borrón y cuenta nueva y que lo vivido en los cuatro últimos años no debe repetirse. Esperemos que en su primer año se concrete esta promesa y en los sucesivos las demás que ha esbozado en su campaña y ha vuelto a explicar en la entrevista publicada en el último número de la revista huarmeyana “El Observador provincial”.

Estamos viviendo, día a día, la nueva historia, la historia viva, la historia haciéndose diaria y permanentemente; Pepe y su equipo hará historia todos los días y suponemos que terminado su gobierno quiere ser bien recordado por la historia transcurrida en esos cuatro años y no pasar sin pena y sin gloria, o lo que es peor, con pena y sin gloria, como el gobierno que se va, que ya fue.

Pero, el aporte más importante además de las obras materiales, pepe debe darlo en el plano de las ideas, de los valores, de los buenos ejemplos, es decir, en el marco moral. Si actúa así asestará un duro golpe a los inmorales y a los ladrones. Hace poco ví en el terminal de Plaza Norte en Lima, a varios funcionarios del vacado, el número 1, que marchaban de la mano, seguramente salían hacía alguna municipalidad del interior para seguir con sus tropelías y fechorías, ya no queremos más de lo mismo, no queremos gobernantes que ingresen al gobierno local a enriquecerse y pagar sus cuantiosas deudas adquiridas para afrontar un deleznable tipo de campaña electoral, que analizaremos en algún momento.

Suerte, mucha suerte al nuevo gobierno, suerte que debe construirse con sus acciones diarias.