CÓMO CONSTRUIR LA UNIDAD
TODAVÍA PUEDEN RECONCILIARSE
CON LA HISTORIA.
A propósito del conflicto socio-ambiental que viene sosteniendo el pueblo de Huarmey con Antamina, últimamente escuchamos voces invocando a la Unidad. Ello amerita reflexionar en torno a la Unidad y formularnos diversas preguntas, entre ellas, qué es la Unidad, cómo se logra, qué factores impiden la Unidad y cuáles son los necesarios para alcanzarla.
La sola palabra Unidad nos invoca términos de mucha significación: unión, concordia, acuerdo, conformidad, inteligencia, afinidad, avenencia, unión, ligazón, nexo. Lo contrario de Unidad es desunión, separación, disconformidad. Para lograr la Unidad es necesario articular, sumar, incorporar, fundir voluntades, construir la Unidad. El Real Diccionario de la Lengua nos dice que Unidad es el acuerdo entre varias personas o grupos en torno a una opinión, interés o propósito.
En principio hay que saber que la Unidad no nace por generación espontánea, no se logra por simples conjuros, arengas o invocaciones; la Unidad se construye.
Normalmente quien convoca a la unidad es una determinada organización que cuenta con un liderazgo fuerte e influyente, honesto, inteligente y valiente. Esta organización y el líder deben generar, espontánea y naturalmente, con sus acciones, confianza, autoridad y respeto. Como quiera que la organización y el líder convocan a la Unidad del pueblo, deben ser honestos, no mentir ni sorprender, deben decir siempre la verdad, saber escuchar y ser tolerantes. Todo esto es valorado y gana la movilización y adhesión a la causa que se propugna.
Un buen líder, sobre todo cuando está al frente del gobierno (nacional, regional o local), se mide por su capacidad de construir Unidad, por saber cuándo, cómo y con quiénes hacerla. Probablemente no se podrá lograr una Unidad general o total, pero si mayoritaria.
Cómo se construye la Unidad, qué factores son necesarios para lograrla?
En primer lugar, la comprensión de que la Unidad es una necesidad estratégica, fundamental para el éxito y solución de la diversidad de problemas.
En segundo lugar, generando mucha discusión, debate, deslinde de ideas, un análisis profundo y no superficial sobre nuestra problemática. Lógicamente, con altura y con ideas, exponiendo con argumentos y no personalizando los problemas que son colectivos. Descubriendo y aislando a quienes atentan contra la Unidad.
No basta los buenos deseos o buenas intenciones o las invocaciones. Los líderes y dirigentes más calificados deben efectuar una labor de educación y de esclarecimiento para limar escollos, celos y unir voluntades, en el proceso de construcción de la Unidad.
Por último, la madurez social y personal. Últimamente todos hemos visto distintos hechos y acciones de nuestras autoridades y sus corifeos, en nuestro escenario social local (leer en nuestro blog nuestros artículos anteriores), que atentan contra la Unidad que pregonan e invocan, que, estimo, no es necesario abundar en mayores explicaciones al respecto en esta reflexión porque ya las conocemos; solo repetimos: madurez social y personal.
También es necesario que los conductores del proceso en nuestra ciudad, aprendan a escuchar, se hagan una autocrítica y corrijan el cúmulo de errores en los que están incurriendo.
Los lideres y distintos dirigentes de las organizaciones de base deben tomar conciencia que solo trabajando y construyendo la Unidad estratégica todos los días, podremos alcanzar nuestros más grandes objetivos. A esa tarea deben coadyudar permanentemente, deslindando contra los que atentan contra ella, sus corifeos, martinillos y saltapericos.
Todavía pueden reconciliarse con la historia. Sino ésta los juzgará, ya los está juzgando, ya que la historia se escribe todos los días.
AMADOR TITO VILLENA
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