Olla a Presión

En estos días turbulentos, Ollanta Humala tiene su refugio en su oficina de Magdalena. El tradicional ambiente del Puericultorio es ahora parte del Programa de las Naciones Unidas en apoyo al Desarrollo (PNUD). Allí, el presidente electo es apoyado por un pequeño equipo con miras a la transición de gobierno.

Su día laboral comienza alrededor de las 9 de la mañana. El martes comenzó su agenda de citas con el embajador Manuel Rodríguez Cuadros. Por la tarde se reunió con los directivos de la Sociedad de Comercio Exterior (COMEX) y siguió con la secretaria general de Unasur, la ex canciller colombiana María Emma Mejía, que vino de avanzada para preparar la cumbre de ese organismo que se desarrollará luego de la transmisión de mando.

Humala no declara y solo posa para las fotos, en blazer y jeans.

Se esperaba que tuviera una muy corta luna de miel con la prensa. Pero lo que ya puede verse es que no le concederán ni siquiera el beneficio de la duda. Así lo demuestra el episodio de su hermano Alexis en Rusia, implacablemente exagerado por severas primeras planas de la última semana.

Al periodismo le corresponde una actitud vigilante y fiscalizadora. Y más en el caso de un movimiento curtido a trompicones como el humalista. Pero el fuego mediático al que Humala viene siendo sometido es demasiado intenso, incluso para los estándares de los presidentes electos peruanos.

Humala, a su vez, ha demostrado su inexperiencia en la reacción ante el problema. Resulta paradójico que quienes lo salieran a defender de las mencionadas críticas fueran el presidente Alan García y el canciller José Antonio García Belaunde. Las nuevas moscovitas sorprendieron al presidente electo en Washington y desde allí prometió que respondería a su regreso. En Lima, su portavoz Blanca Rosales anunció la “suspensión” de Alexis de Gana Perú mientras se realizaban las investigaciones sobre el viaje. Tras un desgastador intercambio de comunicados, el martes 12 Humala todavía no tomaba el toro por las astas.

GABINETE SE BUSCA

A menos de dos semanas de asumir el mando, la tensión vuelve a trasladarse a la conformación del gabinete. La plana mayor del equipo de transferencia salió con el pie en alto el lunes 11 para denunciar que la economía se había desacelerado en los últimos meses por cortesía del gobierno saliente (ver recuadro). Salieron a responder García y su canciller, que los llamó “caraduras”, probablemente acicateados por su deferencia con el caso de Alexis.

Humala cavila con el cubileteo ministerial y no suelta prenda. El miércoles 13 estaba programada una cita con el ex presidente Alejandro Toledo y lo que ya no es un secreto es que Perú Posible podría tener entre tres y cuatro carteras. Humala sopesa los despachos que deben quedarse bajo su control.

Como siempre ocurre, marcará la pauta la elección de quien ocupe la Presidencia del Consejo de Ministros. “Para nosotros será tan importante la tecnocracia económica como la social”, adelanta Kurt Burneo, el más voceado para ocupar el Ministerio de Economía y Finanzas, quien integró el gobierno de Alejandro Toledo. “A diferencia del 2001”, compara, “aquí la agenda de inclusión marca el paso”.

El perfil de la PCM tendría que responder a esa agenda. A los rumores en torno a Beatriz Merino, que ella misma descartó, se han sumado otros nombres recomendados por Mario Vargas Llosa, como los de los economistas Raúl Salazar y Gastón Barúa. Para centrar la discusión sobre el premierato, otra fuente que trabaja con Humala recuerda que “los neoliberales no han ganado”. Diego García Sayán también se ha sumado al bolo.

Por encima de los personajes, Burneo destaca que ahora mismo se vienen nucleando los equipos que, espera, trasciendan en señal de estabilidad a los propios ministros en los sectores.

LOS 100 DÍAS

Burneo también revela que “ya tenemos bien perfilado” el esquema de los primeros 100 días de gobierno que, se espera, sea anunciado en el discurso inaugural del 28 de julio. “El desafío es recuperar el ritmo de crecimiento económico que se tenía hasta antes del proceso electoral”, explica Burneo. “Las señales van a ser muy claras en el sentido de infundir confianza, siempre manteniendo los equilibrios fiscales. Por eso es que los programas sociales se irán implementando de modo gradual”.

Aunque el ex viceministro no revela datos específicos, sí ubica el incremento de la presión tributaria como un elemento central. “Tiene tres factores”, señala. “El crecimiento, la reducción de la evasión con una SUNAT mejor empoderada, y la mayor contribución minera”. Sobre lo último, revela que ya está listo “un paquete completo de políticas”.

Burneo adelanta que, en su mensaje, “el presidente empezará a honrar sus compromisos. Recobrará la confianza no solo del sector privado sino, sobre todo, de los ciudadanos de a pie”.

Esa confianza que, a juzgar por las primeras planas, ya comenzó a ser erosionada por el extraño viaje de su hermano.

LA CARTA DE ALEXIS

En el despacho del presidente electo insisten en que Alexis Humala se “autodesignó” como representante del partido ante el gobierno de Rusia. Reconocen que dentro del CEN de Gana Perú el menor de los Humala tenía encargadas las relaciones con ese país y Asia.

No era casual. Alexis hizo sus estudios superiores en Rusia y se casó con la rusa Tatiana Murashova. Actualmente ambos se encuentran separados pero son propietarios de una agencia de viajes con estrechos contactos con la embajada.

La historia confirmada por el propio Alexis consiste en que fue a la recepción por el día nacional ruso que se realizó a la semana siguiente de la segunda vuelta, el 12 de junio. Alexis ha declarado que entonces recibió la invitación del embajador. Según las versiones cercanas al presidente electo, en cambio, su hermano habría expresado interés de realizar una visita a Moscú a nombre del partido.

Esa versión correspondería al fraseo del comunicado emitido por la embajada el martes 12 de julio. Allí la legación “confirma su posición presentada anteriormente en el sentido de que la visita del señor Alexis Humala fue organizada por la iniciativa de la parte peruana y el nivel de los contactos correspondía a la solicitud recibida por la embajada, inclusive en lo que se refiere al estatus del jefe de la delegación peruana”.

En Gana Perú insisten en que no hubo comunicación entre la embajada y el partido. Fuentes de cancillería, además, añaden que la “iniciativa de la parte peruana” se hizo explícita con una carta enviada por Alexis a la embajada. Esa misiva no fue firmada por su hermano ni, menos, por ningún nivel de Torre Tagle.

Los ambiguos términos presentados en el comunicado han causado fastidio en las dos tiendas mencionadas. El embajador Nikolay V. Sofinskiy, que antes ocupó cargos consulares en Madrid y Houston, había presentado sus cartas credenciales apenas en mayo último.

EL CANCILLER LAVROV

De ser cierto que Alexis jugó su partido solo, no sería poca cosa la responsabilidad por la organización de su agenda en Rusia, pues el plato fuerte llegó con una audiencia con el propio canciller Serguéy Lavrov. Diplomático forjado en los días de la Unión Soviética, con un largo período destacado a Naciones Unidas, Lavrov fue designado como ministro de Relaciones Exteriores por Vladimir Putin en el 2004 y desde entonces se mantiene en el cargo. Un apparatchik en toda regla. Sentarle al frente a alguien que no representaba al presidente electo, por más hermano que fuera, constituiría en ese orden de ideas un auténtico papelón. Del mismo modo tuvieron encuentros con representantes de la poderosa empresa Gazrprom. Los rumores sobre una reunión con la exportadora rusa de armas, Rosoboronexport, fueron desmentidos a CARETAS por altas fuentes del Ejército peruano.

A la luz de todo ello, las declaraciones de Alexis ofrecidas a La República resultan entre candorosas y alarmantes: “Simplemente acepté una invitación de cortesía como Alexis Humala, un profesional que hizo su carrera de ingeniería geológica en Rusia, que se casó con una rusa y que tiene numerosos amigos rusos con los que mantiene vínculos”, dijo. “Yo no soy un don nadie que pidió que lo invitaran a Rusia aprovechando que a su hermano lo habían elegido presidente, como afirma la desinformada prensa limeña. Yo hablé con los rusos a título personal. No necesitaba autorización de Ollanta ni de Gana Perú”.

Señala que le comunicaron de la agenda cuando se encontraba de vacaciones en Montenegro, parte de la ex Yugoslavia, y de ahí voló a Moscú donde se unieron el congresista electo por Huánuco, Josué Gutiérrez, quien tiene dos denuncias penales por peculado y difamación, y Hugo Loarte Santillán, agregado científico del Perú en Rusia durante el gobierno de Alejandro Toledo. El chakano Daniel Mora aclaró que fue expulsado de Perú Posible por “faltas graves”.

Lavrov ha mantenido varios encuentros durante cumbres internacionales con el canciller José Antonio García Belaunde. Pero el más significativo se produjo en setiembre del 2007, cuando se convirtió en el primer canciller de la federación rusa en visitar el Perú. Entonces hizo una gira relámpago de regreso a Moscú de la cumbre de APEC en Sidney y García Belaunde le impuso la Orden del Sol. El interés del ruso se basaba en convenios de repotenciamiento de material bélico peruano. El segundo ítem era el de revivir la presencia de su país en el sector de pesca peruano. Ya era sabido que, con las experiencias depredadoras del pasado, los rusos no eran bienvenidos en una industria con gran mayoría de inversionistas nacionales. Como consecuencia, García Belaunde ni siquiera llegó a visitar Moscú durante el gobierno que termina. Alexis se reunió también con altos funcionarios de la dirección de pesca.

El benjamín de los Humala dice que todo lo tomó por sorpresa y que no tenía ni siquiera un terno, lo que parece cierto a juzgar por su pinta desgarbada de las reuniones. Pensar que estaba en capacidad de subastar el mar de Grau y comprometer la compra de tanques resulta desorbitado. Pero su hermano ya sabrá a estas alturas que una familia muy problemática y una prensa sumamente hostil pueden hacerle el nudo de la corbata mucho más complicado.

El Dilema Del Vaso

Dancourt: “Al MEF se le fue la mano”.

Medio vacío o medio lleno: el choque del gobierno entrante con el saliente.

La presentación del equipo económico de Gana Perú el lunes último, centró el debate sobre la realidad económica del país en el clásico dilema: el vaso medio lleno o medio vacío.

Kurt Burneo, voceado ministro de Economía, lamentó que el gobierno de Alan García deje una “economía en desaceleración”. Responsabilizó del frenazo al DS 012 del MEF, que restringió la inversión pública de gobiernos locales y regionales a cero. “El auto estaba yendo a 120 km por hora y acercándose a una curva”, describió Oscar Dancourt, “y el MEF hizo bien en poner el freno. Pero se le fue la mano”, explicó.

Burneo declaró a CARETAS que la contradicción se hace más latente cuando los mencionados decretos fueron emitidos para alejar los fantasmas inflacionarios basados en el aumento del consumo, pero al mismo tiempo, en marzo, “se bajó un punto del IGV para, supuestamente, estimular la demanda. Es totalmente contradictorio”. Burneo sostiene que ambas jugadas salieron mal, pues en el caso del IGV la rebaja no se trasladó al bolsillo de los consumidores sino que se quedó en el de los empresarios.

El ajuste fiscal tuvo éxito en contener la inflación, pero castigó en particular al sector construcción.

La incertidumbre de los agentes económicos por el triunfo de Ollanta Humala, su patente incapacidad de controlar las huestes antimineras de Puno y la indefinición respecto al futuro gabinete ministerial también explican sin duda la desaceleración.

Burneo insiste en que se produjo por las declaraciones alarmistas del ministro Ismael Benavides durante la campaña (CARETAS 2181), a las que ahora se ha sumado Julio Velarde del BCR, que ha criticado propuestas como la del aumento del salario mínimo y el aumento de los tributos mineros.

El vaso medio lleno es que como consecuencia del ajuste fiscal –dejado sin efecto a fines de junio–, el superávit fiscal es 5% del PBI al primer semestre, unos S/. 5,000 millones.

El gasto está plenamente programado en la Ley de Presupuesto 2011. De cumplirse el programa de inversiones en el segundo semestre, el superávit fiscal finalizará el año en 0.5% del PBI.

En ese sentido, Gana Perú no puede quejarse que Alan García no deja las arcas llenas.

FUENTE: REVISTA CARETAS