Careo Clave

Justicia :::: Jefe de la Dirandro, general Carlos Morán, revelará en el juicio del caso BTR los detalles del procesode colaboración eficaz de Giselle Giannotti.

La intriga y el misterio dieron pase a la comedia y al absurdo con la presentación de Giselle Giannotti en el juicio oral por el caso Business Track (BTR).

En las tres audiencias negó haber conocido de las interceptaciones telefónicas y de correos electrónicos en BTR; reiteró que le ‘sembraron’ pruebas y hasta se negó a responder a las preguntas del procurador Álex Guerrero.

En la audiencia del jueves 7, el presidente de la Segunda Sala Penal de Reos en Cárcel, el magistrado Iván Sequeiros, le preguntó a qué se refería el procesado Martín Fernández Vírhuez cuando declaró haberla visto, junto al almirante AP (r) Elías Ponce Feijoo, analizando el contenido de los audios chuponeados a los que llamaban “música”. Giannotti respondió: “No lo sé, música para mí es solo eso: música, un término universal”.

El fiscal Tony García le inquirió, entonces, por la versión del procesado Jesús Ojeda Angles, que aseguró haberla visto seguido en BTR junto al jefe de los chuponeadores y al hacker Carlos Tomasio. “Solo hacía análisis”, respondió secamente.

El procurador preguntó cuál era su trabajo específico en BTR.

Giannotti le contestó: “Señor procurador, con todo el respeto que se merece, quisiera decirle que dado que usted es representante del Estado peruano que en este momento está siendo gobernado por el Partido Aprista y dado que yo he sido víctima de una persecución, de una campaña de demolición, no le voy a responder ninguna pregunta. En todo caso le voy a responder al procurador del Estado que nombre el nuevo gobierno”.

Guerrero retrucó: “¿Cuál es su relación con Wilson Gómez Barrios?”.

Giannotti dijo: “Me remito a mi respuesta anterior”. Ese incidente motivó la intervención de Sequeiros: “Estamos en un debate de sordos donde el procurador hace preguntas, la señora no contesta y el abogado se opone a las preguntas”. Pero allí no quedó la cosa.

DILIGENCIA EN CASUARINAS

El martes último, Giannotti insistió en que los dos USB y dos dispositivos portátiles le fueron entregados por el periodista Pablo O’Brien.

El fiscal le preguntó por qué dichos equipos contenían, en total, aproximadamente 50 audios telefónicos y otros 400 correos electrónicos interceptados. Giannoti volvió a indicar que no podía responder esa pregunta. Luego aclaró: “Los USB’s me los entregaba (O’Brien) para que yo pudiera darle una cierta certeza y valorar la calidad de la información que él me estaba llevando”.

En esa línea, se negó a reconocer los documentos, transcripciones e impresiones de correos incautados en su casa de Las Casuarinas porque, según ella, fueron manipulados por la Policía para hacerle daño “e involucrar a gente inocente.”

Entre los supuestos documentos que dijo no poder reconocer se encontraba la transcripción “Canción 001: La rana de los caballos”, supuestamente de los diálogos en la suite de Fortunato Canaán, en el Hotel Country. “Es un papel que no puedo corroborar que esté relacionado con el caso ‘Petroaudios’”, afirmó.

Es una estratagema absurda que podría terminar perjudicándola. Su propósito es invalidar las pruebas, pero Giannotti olvida que ella misma firmó las actas de decomiso de las pruebas en su casa de Las Casuarinas y hasta colaboró con los policías y los fiscales que la intervinieron. Giannotti fue detenida en la puerta de su domicilio a las 10:00 am del 8 de enero del 2009.

A la 12 m. la propia Giannotti autorizó que las autoridades ingresen y registren su casa. En la diligencia, que duró 7 horas, participaron siete policías, la fiscal adjunta provincial Vanessa Araníbar y dos abogados de Giannotti: Sophia Icaza y Luis Ruiz.

Sin embargo, en la última audiencia, la procesada dijo: “ellos (los policías) iban revisando ambientes de la casa en los cuales no estaba presente ni la fiscal. ¿Qué cosa hicieron? Tampoco lo sé”.

Sequeiros intervino: “Usted señaló que ese día se tomaron fotografías, ¿las ha visto?” “No, ninguna, nunca”, dijo.

CARETAS obtuvo dichas fotografías y el video de la diligencia, y allí se aprecia que Giannotti no solo colaboró con los policías y la fiscal al momento de la incautación de sus USB’s, sino que firmó el acta y supervisó el lacrado de las pruebas. Entre ellas figura un block con anotaciones de la propia Giannotti sobre Petroperú y una sentencia en contra de la empresa PetroTech.

MORÁN EN ESCENA

El martes 12 sostuvo: “Me dijeron que me darían el beneficio de la colaboración eficaz siempre y cuando yo responsabilizara a PetroTech y al señor Alberto Varillas… Me lo ofrece primero el coronel (hoy general Carlos) Morán, luego el fiscal (Walter) Milla, y me dicen que no tenía que figurar toda la declaración sino solamente una parte y lo que necesitaban básicamente era poder respaldar lo dicho por Fernández Vírhuez. A cambio de retirarme la asociación ilícita y no tener cárcel efectiva, cosa que tuve”.

“En esas entrevistas yo formulé varias denuncias”, añadió Giannotti y dijo que sospechaba que había sido grabada en la Dirandro. “En un medio de comunicación (en referencia a CARETAS) han colgado un audio de la conversación del señor Ponce y Morán. Se le ha modificado la voz y a mí no me cabe duda de que hay toda una mala intención. Lo que me llama la atención es que no dejan de aparecer grabaciones en los medios de comunicación que no están contenidos en ninguno de los bienes incautados, como por ejemplo la que salió en Cuarto Poder que le pertenece a la empresa Laive. Yo no lo conocía”.

Giannotti buscó adelantarse a la presentación de Morán que está prevista para la próxima semana. Según contó éste en CARETAS 2183, fue Giannotti la que pidió acogerse a la colaboración eficaz. “Ella indicó lo siguiente: “como muestra de buena voluntad voy a aportar nuevos audios y de allí se deducirá quiénes financiaron esas operaciones”. Eso sí, pidió que no se diga que ella entregaría el material. Quería disfrazar su colaboración”.

Giannotti entregó 2 CD´s con los audios de Laive, que difundió Cuarto Poder, Otorongo y de Agroindustrial Laredo S.A. Morán contó que Giannotti “coordinó la entrega con un familiar cercano. En base a esa información reveló que la financista de esta operación (el espionaje a Laive, Otorongo y Laredo) era la empresa Gloria, del Grupo Rodríguez Banda. Según Giannotti, el Grupo Gloria tenía interés en averiguar cómo se manejaba la competencia, conocer sus estados financieros, sus planes de expansión y sus nuevas fórmulas”, relató Morán.

Según el jefe de la Dirandro, “ella (Giannotti) nos dijo que la idea era generar una “bombita” que revele la corrupción de unos “allegados al gobierno”. Acudieron a un medio de prestigio como El Comercio, pero en dicho diario, según sus propias palabras, se produjo “un golpe de estado”, por lo que se vio obligada a filtrar la información a Canal 4. Pero esa “bombita”, reflexionó Giannotti, se les escapó de las manos y produjo el escándalo político que ahora todos conocemos como los ‘petroaudios’”.

El jefe de la Dirandro dijo que el proceso de colaboración se paralizó cuando Giannotti vio que “podía incriminarse a sí misma”. Otra versión indica que un familiar suyo la llamó por teléfono y le habría dicho: “Si sigues hablando te van a matar”.