El Nopal es rico en calcio, potasio, y fósforo , sodio, vitamina C y fibra vegetal.
Y tiene usos medicinales en la gripe, las quemaduras, las inflamaciones de la vejiga y otros padecimientos. Cerca de un centenar de especies de las 2.000 que integran las familia de las cactáceas tienen el nombre genérico de nopales. Los carnosos y aplanados tallos o pencas tienen forma de raqueta, poseen espinas fuertes y lisas y almacenan grandes reservas de jugos nutritivos. Sus flores son muy coloridas, pudiendo ser rojas, rosadas, amarillas, anaranjadas o verdosas.
Las variedades comestibles se encuentran aclimatadas en casi toda América, desde Canadá hasta Argentina y pueden crecer hasta 4,7 metros de altura. Los misioneros que llegaron al Nuevo Mundo calificaron al nopal de planta "monstruosa", lo que no impidió que viajara a Europa. Sin embargo, en muchos países se desconocen sus virtudes gastronómicas y medicinales y solamente son aprovechados sus frutos, que en España denominan higos chumbos y en México, tunas. Los indígenas prehispánicos de México criaban en las nopaleras la cochinilla de grana, un insecto del que se extraía uno de los colorantes para tejidos más apreciados en el mundo entero y que posteriormente fue empleado también en perfumería.
El nopal es un alimento excelente, rico en sales de calcio (100 gramos proporcionan 96 miligramos) y de potasio-- especialmente sulfatos y oxalatos, fósforo, sodio, vitamina C y fibra vegetal. Las hojas del nopal, que una vez cortadas y aliñadas reciben el nombre de nopalitos, se comen en una gran variedad de platillos, tales como las ensaladas acompañadas de cebolla, limón, chile y aceite de oliva. También se consumen asadas, con huevos ahogados, cebolla, ajo, chile frito y cilantro, y de muchas otras maneras. Los nopalitos figuran como ingrediente en diversos platillos típicos de la cocina mexicana: nopalitos con charales, "indios vestidos", revoltijo, nopalitos navegantes y mixiotes de pollo, por ejemplo.
Desde tiempos prehispánicos se utiliza en la medicina popular, y varias de sus propiedades curativas han sido confirmadas por investigaciones llevadas a cabo recientemente. En el Códice de la Cruz- Badiano se observa un nopal acompañado de un texto en el cual se afirma que la penca del nopal aliñada, junto con otras sustancias, ayuda a aliviar y curar toda clase de quemaduras. El agua de cocimiento del nopal se utiliza también como vermífugo y diurético, contra las lombrices intestinales y la inflamación de la vejiga. Para el primer fin se toma en dosis elevadas: obra como laxante y expulsa los parásitos. Las pencas del nopal, cortadas por la mitad y calentadas, se emplean en ciertos casos como cataplasmas para favorecer la madurez de los abscesos y descongestionarlos.
A esta planta se le ha encontrado propiedades expectorantes y antipiréticas en casos de GRIPE; de acuerdo con numerosas investigaciones, ayuda a expulsar las flemas y a bajar la fiebre. Una de las mayores controversias que se han suscitado en torno al nopal durante los últimos años ha sido la afirmación de que el jugo de esta planta podría servir para tratar la diabetes. Nada hay a favor o en contra. Algunos médicos señalan que hasta el momento no existen plantas medicinales que sustituyan la insulina. Sin embargo, es un hecho que los antiguos habitantes del continente Americano no conocieron la diabetes, por lo que se continúa investigando el efecto del nopal en relación con este padecimiento.
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