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viernes, 21 de septiembre de 2012

Personajes ::::

Discurso Francote de AGP

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“La presión de los capitales es tal que, aunque dicen que Conga no va, yo digo que sí irá, pero no digo cómo todavía”.
Alan García se sincera sobre presidentes y gobiernos en foro empresarial realizado en el Hotel Westin.


“Tenemos un izquierdista, que no lo es, arriba. Pero igual sigue viniendo el dinero. Porque el círculo virtuoso ya se lanzó. ¿Qué es lo que hay que hacer? Lo que venimos haciendo desde hace más de diez años. Comenzó con el señor Fujimori, a quien no hay que negarle su mérito, el señor Toledo que lo mantuvo y nosotros que lo aceleramos. ¿Por qué? Porque tenemos algo que ellos no tienen”.Alan García parpadeó en una pausa casi imperceptible pero determinante. Y exclamó:
“¡Discurso!”.
El nutrido auditorio empresarial reunido en el Hotel Westin estalló en aplausos. El ex presidente cerraba Expogestión, el evento anual centrado en logística, con una conferencia de unos cien minutos el pasado jueves 13. No pareció leer nunca de su hoja de papel. La prensa no tuvo acceso y se marchó sin dar declaraciones. Su intervención, bastante más entretenida que un discurso de 28 de julio, ratificó su confianza en el sistema económico mundial y reveló mucho de lo que se puede esperar de aquí al 2016.
“Yo digo lo que pienso, ¿sabe? Estoy viejo, dos veces presidente, ¿y voy a callarme lo que pienso? Es una tontería”.
Ya no era el inquilino de Palacio el que hablaba. Ni siquiera –todavía- el candidato. La franqueza era permitida.
“El evangelio de San Juan comienza diciendo primero fue el verbo. El discurso motiva, estimula. Ningún corazón se conquista con dinero por más que usted lo crea, señor (Rafael) Belmont (presidente ejecutivo de GS1, organizadora de evento). El corazón se conquista con argumentos, bien dichos, y si hermosos, mejor. El discurso es fundamental porque es el espíritu del sistema político. Ese es un trabajo infatigable porque uno tiene que convencer día a día. Es un problema de diván psiquiátrico. Y por eso crecimos con más velocidad… Qué lástima que uno se tiene que ir”.
El líder aprista encaja en su nuevo rol de conferencista no solamente por su habilidad para sacar de la chistera cifras y datos que empaqueta en ideas persuasivas. García, que se ha sumado al establo de una agencia londinense que ofrece los servicios de keynote speechers que dan vueltas por los centros de convenciones del mundo, interpreta el rol actual de un mandatario inmerso en una economía global como el de un motivador de la inversión. Y motivación es lo que estas audiencias vienen a recibir.
“Somos una provincia del mundo. El que gobierna una provincia del mundo es simplemente un alcalde de una provincia del mundo. ¡No maneja el mundo! Cuando me preguntan cuál fue el error de mi primer gobierno respondo, hombre, me confundí. Creí que desde aquí se podía manejar el mundo”.
Su admisión levantó algunas cejas entre empresarios que padecieron el fin de los ochentas. “Y lo dice así nomás, como si hubiera sido un pequeño error”, se escandalizaba un peso pesado en el cóctel de clausura. Pero García insistió en la muerte del voluntarismo.
“Por más que pongan a Bin Laden en el gobierno aquí, tienes tal velocidad de captación de inversiones y de crecimiento que el propio Bin Laden tendría que manejar las cosas bien. No le queda otro camino. La presión de los capitales es tal que, aunque dicen que Conga no va, yo digo que sí irá, pero no digo cómo todavía. Tenemos Las Bambas, Antapaccay, Constanza, Toromocho, diez cosas que están funcionando y van a seguir funcionando”.
Esas ideas son proyectadas a las críticas que le hace al actual gobierno que, en líneas generales, “está actuando bien”. Lamentó las contramarchas en Educación y advirtió que “si cede al sindicato, usted perdió el futuro del Perú”. Recordó que “capacitamos a 170 mil un año con plata del Estado. Llegó este gobierno y dice ya no hay examen, todo el dinero al agua”.
También calificó de “señal intermitente” el debate sobre la participación estatal en el sector hidrocarburos.
“Hay personas que no se han despercudido y dicen que el Estado tiene que participar. ¿Por qué? ¿Por qué tienen que decirle a las empresas petroleras que tienes que participar con el 20%? Para que no venga ninguna empresa, automático”.
Aludió al caso de la compañía Talismán, que esa misma mañana había anunciado su retiro de la exploración y explotación en dos lotes.
“Teníamos el compromiso de Braskem,Petrobras y Odebrecht consorciados para invertir US$ 5 mil millones en el gasoducto al sur”, recordó. “Una vez que invierten a su riesgo ellos tienen que poner la fábrica petroquímica de Ilo. Porque sino usted perdió su dinero y tiene que venderle el gasoducto barato a otro. Pero ahora viene el Estado y dice, sí, pero participo con el 20% sin poner capital”.
Efectivamente, Ollanta Humala anunció que el millonario “paquete” compuesto por el etanoducto entre Pisco e Ilo (parte del negocio petroquímico) y el primer tramo del gasoducto será dividido y licitado por separado. Esto luego de que se descartara la financiación de un crédito puente con aval del Estado para la construcción del gasoducto en un modelo de negocio que, a su vez, hubiera garantizado la participación societaria de Petroperú (CARETAS 2249).
El entusiasmo de AGP con los inversionistas brasileños no es el mismo que muestra con la actual presidenta Dilma Rousseff. “El Perú va a crecer casi 7% este año. Brasil, 1.6%. ¿Por qué? Porque no abre sus puertas a la inversión extranjera. Comienzan a subir la inflación y el desempleo. Para defenderse de eso, suben los aranceles. Volvimos al siglo XIX. Hace dos días, el gobierno de la presidenta Rousseff toma una medida en mi concepto suicida para compensar la falta de crecimiento que se debe a la falta de capital externo. Las papas van a pagar 25% de arancel para entrar al país. Pobres familias”.
“¡Apertura total!”, arenga. “Y eso significa dos cosas: Tratados de Libre Comercio y aranceles a cero. Lo mejor que hizo mi gobierno fueron los TLC. Cuando llegué al gobierno los aranceles eran de 13% y los dejamos en 3.8%. Por mí los hubiera dejado en 1”.
En su concepto, “si el Estado tiene dinero, que invierta mayormente en infraestructura. Y, de la manera más medida y prudente, asignación monetaria”. En ese sentido, le parece que la ruta del gigante brasileño por los programas sociales “es un camino horroroso”.
Calcula que, al aumentar 10% el presupuesto de infraestructura, el PBI se incrementa 3% y, por lo tanto, el empleo crece en 2%. “Llegamos a tener una inversión en infraestructura del 6% del PBI. Yo la recibí en 2% y menos. El 2005 se invirtió por todo S/. 6 mil millones, el 2010 fueron S/.23 mil millones en infraestructura. Es esto lo que da trabajo a la gente, no limosna… Ahora se habla tanto de inclusión, hasta molesta. Yo lo llamo justicia social. Toma esta propina y vota por mí, eso es asqueroso”.
Algo de paradoja tiene que la nueva mano derecha de García sea Iván Hidalgo, ex presidente ejecutivo de Juntos, el programa de asignación monetaria modernizado y extendido durante la gestión aprista.
La decepción con Brasil sirvió como punto de partida a su lectura del resto del continente. “¿Usted se asocia con un quebrado o con los mejores? Bueno, los mejores son Chile y Colombia. ¿Qué gano con Venezuela que (el año pasado) tuvo US$ 3 mil millones de inversión frente a los US$ 8 mil millones del Perú? ¿Qué gano con Bolivia? ¿Aprender a bailar huayno y qué más?”.
Celebró que “el señor Roncagliolo tenga otras ideas a las de cuando era joven. O de repente Dios lo ha iluminado. ¿Pacto Andino? Al museo, señor. La Comunidad Andina es para pagarles a 50 señores que hay aquí en un lugar que yo utilizaría en otra cosa. No hay que vivir en antigüedades”.
Y siguió en el mapa: Nuestros amigos del Mercosur son como dos náufragos abrazados, se han repartido la producción como en el siglo XIX. Tú haces los automóviles, tú las refrigeradoras. Dirigismo estatal. Conclusión: quiebran los dos. Pero claro, no se abren a la China, India ni Estados Unidos porque se vería terrible la quiebra pero la están pagando. El gobierno argentino es bien gracioso, dice que tiene el 13% de inflación. Todos los organismos internacionales dicen que tienen el 30%. ¿A quién le creemos?... Solo les queda maquillar las cifras. Es el caso de una señora del continente que se debe maquillar muy bien ella porque las cifras las maquilla mejor”.
García remarcó su “optimismo absoluto” en la economía del mundo e insistió que casos como los de Grecia y España son “insignificantes” frente al crecimiento chino, al que calificó como “la más grande revolución social de la historia”. Dedicó una parte de la exposición a extraer de memoria las cifras publicadas en “La Casta Autonómica” de Sandra Mir y Gabriel Cruz, reciente best-seller ibérico que denuncia la hipertrofia del Estado español en las últimas décadas, con multitud de parlamentos regionales y embajadas en el exterior para vascos y catalanes; además, de un Estado ahogado por burocracia, pensiones de jubilaciones tempranas y subsidios de desempleo.
“Estoy cansado de escuchar a mis amigos políticos españoles como (el secretario general de PSOE, Alfredo) Rubalcaba, corresponsables de la atroz crisis que vive España, decir que es el capitalismo salvaje, el apetito por la plusvalía de los ricos, lo que ha determinado que España esté como está”.
La música continuó colándose por los oídos del auditorio.
“Frente a este modelo que llaman neoliberal, el que ha solucionado más la vida de la gente pobre en América Latina, ¡a mí me van a decir neoliberal! Miren a los que tienen el monopolio del corazón, a los dueños de los sentimientos en Brasil y Argentina. Dicen, será muy inteligente pero no tiene corazón. Miren lo que han hecho ellos”.
Reconoció que el Perú “no es un país paradisiaco pero tener el 48% de pobreza no lo mismo que el 30%. La clase media se va fortaleciendo, con democracia sólida e inteligente. Estamos yendo hacia eso”.
Mientras tanto, subrayó, “al Perú hay que conducirlo con mano firme, con severidad porque cuando usted suelta las riendas, cualquier cosa puede pasar. Eso es lo que yo he aprendido en la vida”.
No fue un discurso de campaña. Pero sí uno que comenzaba a observarla en el horizonte. (Escribe: Enrique Chavéz)

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