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viernes, 21 de septiembre de 2012

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Lucha Antisubversiva: Rescates y Riesgos

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La pareja presidencial con los ‘pioneritos’ rescatados el pasado 5 de julio, cuando las cosas marchaban bien.
El Presidente ha puesto en marcha un equipo antisubversivo que supervisa él mismo. Pero, con niños de por medio en zonas narcoterroristas, el desafío es mucho más delicado.


La tragedia de la niña Sorayda tuvo sus consecuencias políticas. Nadine Heredia fue severamente criticada por tomarse fotos cargando a los hermanitos de la niña muerta y el episodio también dejó en mal pie al ministro de Defensa, Pedro Cateriano. Es obvio que la primera dama no contaba con la información completa de una historia que, como se describe aquí, tiene todavía cabos sueltos. Al mismo tiempo, no tiene nada de extraordinario que un gobierno pretenda sacar créditos mediáticos de operaciones que se presumen exitosas contra la subversión. Pero, como se ha visto, también entraña riesgos importantes. Más cuando los niños son las víctimas de la guerra contra el narcoterrorismo.El presidente Ollanta Humala se ha trazado como objetivo primordial de su gobierno extirpar de manera definitiva los remanentes de Sendero Luminoso.
En Palacio tiene hasta dos reuniones semanales con los jefes de los institutos militares y su asesor Adrián Villafuerte, en las cuales despliegan mapas a puerta cerrada. Colaboradores refieren que, debido a la vocación militar del mandatario, la planificación de las estrategias termina siendo incluso una forma de distensión después de agotadores viajes a provincia y largos consejos de ministros.
Versiones de primera mano describen que el interés de Humala llega al punto que, ante la exigencia de resultados que para él resulta insatisfecha, trabaja con equipos combinados de la Policía y las Fuerzas Armadas donde coroneles, y no generales, llevan las riendas.
En la cúpula del Comando Conjunto, por cierto, niegan que la lucha contra el narcoterrorismo se encuentre desdoblada.
En ese orden de ideas, se supone que la ‘Operación Mantaro’ debía haber resultado siendo exitosa. Fue trabajada desde agosto y Humala estaba al tanto de su desarrollo.
La estrategia corría por cuenta del Ministerio del Interior, la inteligencia era manejada por la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) y la Dirección Antidrogas (Dirandro), y la ejecución a cargo de una Fuerza Especial con elementos de las FFAA. y la PNP.
Este esquema, que combina la inteligencia operativa de la Dircote y la Dirandro, unidades que conforman el legado del GEIN, con el apoyo de las FFAA, empezó a aplicarse con eficacia tras el fracaso de la ´Operación Libertad’ que dejó 8 muertos, entre militares y policías, a manos de terroristas en el Cusco (Leer: Masacre en Mazángaro – CARETAS No. 2246, 23 de agosto, 2012).
El equipo empezó a operar secretamente para evitar filtraciones, reportando directamente a Córpac y a Palacio de Gobierno.
El primer golpe fue el 5 de julio. Se intervino un campamento senderista en San Martín de Pangoa, Satipo, y se logró rescatar a 11 niños de entre dos y nueve años. No hubo una sola baja.
Humala fue el primero en ser informado de lo ocurrido y, en vista de que había conocido todos los detalles de la llamada ‘Operación Albergue’, acudió él mismo con Nadine a recibir a los “pioneritos”.
El rescate de los niños del VRAEM es una forma de lucha contra la subversión y por eso es comprensible que la pareja presidencial haya relevado el hecho. Pero las operaciones que involucran a menores de edad son riesgosas y no calibrarlas adecuadamente trae consecuencias.
En agosto, la Dircote y la División de Investigaciones Especiales (Divinesp) de la Dirandro recibieron dos informaciones importantes: la identificación y ubicación de ‘William’, el cuarto mando senderista del VRAEM, y el posible hallazgo de un importante campamento terrorista, con “pioneritos”, en el distrito de Santo Domingo de Acobamba, en la provincia de Huancayo, Junín.
Ese mismo mes, patrullas combinadas de militares y policías partieron a Ayacucho y Huancayo. El miércoles 5, ‘William’ fue abatido en Llochegua (Leer: La Muerte de ‘William’ – CARETAS No 2249, 13 de septiembre, 2012).
Solo restaba golpear en Huancayo. Humala dio la luz verde. No calcularon lo que ocurriría.

LA MUERTE DE SORAYDA

La información de inteligencia policial aseguraba que en Ranrapata se ubicaba un campamento senderista en el que se dice habían 10 niños entre 6 y 10 años, 19 mujeres y unos seis senderistas bajo el mando del ‘narcoterrorista’ Julio Pucañahui, ‘Chapo’.Tres patrullas con 64 hombres, entre FOES de la Marina, DOES del Ejército y policías de la Dircote y la Divinesp, partieron a pie desde la Base de Mazamari rumbo a Santo Domingo de Acobamba, situada en ceja de selva, entre los 2,500 y 4,000 metros de altura.
Caminaron ocho días y, al llegar, se dividieron en tres patrullas: una compuesta por 32 hombres se desplazó a la localidad de Alto Pavita; otra integrada por 16 uniformados se dirigió al pueblo de La Libertad y una última patrulla llegó a Ranrapata la noche del viernes 7.
El objetivo era golpear los tres lugares a la vez la tarde del sábado 8. La cabaña de la familia Caso se ubica a unos 20 minutos del centro poblado de Ranrapata, donde viven unas 15 familias. Esa mañana, la patrulla vio desde lo alto a dos mujeres con polo, buzo y botas entrar a la choza. Eran cerca de las 7 de la mañana. Casi 30 minutos después, la patrulla avistó a otra menuda mujer de cabello corto y polo azul dirigiéndose a la choza. La intervinieron y ésta dijo llamarse Isabel Quispe Huamán (20), alias ‘camarada Amalia’.
La mujer confirmó que a unos 200 metros de la choza se ubicaba el campamento senderista, llamado “Pauca”. Y admitió que allí –en efecto– había niños, mujeres y hombres armados con fusiles Galil.
A esa hora, tomaban desayuno César Caso Zárate (29), sus tres hijos y su esposa Aquila Paucarcaja Vega (28). Había también dos presuntos senderistas junto a ellos, según inteligencia de la Policía.
La patrulla decidió intervenir y se aproximó en primer lugar a la choza. De pronto, el perro de los Caso empezó a ladrar y, en segundos, aparecieron dos terroristas disparando a discreción.
Los militares respondieron y se desató una balacera. Otros senderistas aparecieron en medio de la selva y se sumaron al enfrentamiento. El tiroteo duró unos 20 minutos. Finalmente, los terroristas escaparon. Cuando la patrulla irrumpió en la cabaña encontró a Aquila Paucarcaja con dos niños tiritando de miedo.
‘Amalia’ condujo al equipo mixto al campamento “Pauca”, pero los senderistas ya habían huido llevándose a las mujeres y a los menores. Dejaron sus pertenencias y algunas cacerolas hirviendo.
Los integrantes de la patrulla, oficiales de la Marina, el Ejército y la Policía, niegan haberse enterado de la muerte de la pequeña Sorayda Caso, de 9 años. De hecho, ese mismo día, cuando Aquila Paucarcaja rindió su primera manifestación ante la fiscal Eneida Aguilar no mencionó a la niña y dijo que su esposo estaba en Satipo.
El despelote empezó el domingo 9 cuando el Comando Conjunto de las FFAA emitió un comunicado anunciando el rescate de niños secuestrados por Sendero. Fuentes confiables aseguran que, a la luz de los hechos posteriores, Humala no vio con buenos ojos el documento.
La presencia de la Primera Dama y de la ministra de la Mujer Ana Jara junto a los hijos de César Caso confundió aún más las cosas.
El lunes 10, el alcalde de Santo Domingo de Acobamba, Jorge Camarena, informó que la niña Sorayda Caso había muerto durante el enfrentamiento. Al día siguiente, Aquila Paucarcaja volvió a ser interrogada y reconoció que su esposo había escapado de la choza y que su entenada Sorayda lo había seguido “hasta perderse”.
El cuerpo de la pequeña fue encontrado la noche del martes 11 en medio de los matorrales, a 50 metros de su casa, aproximadamente.
La necropsia reveló que falleció producto de un balazo de fusil Galil 5.56 por la espalda, presumiblemente efectuado a larga distancia.

EL DRAMA DE LOS NIÑOS

“Parece que el mismo padre estaba ahí metido. Estaba corriendo junto a la chiquita. En mi opinión personal la bala provino del lado senderista. Nosotros no hemos mentido”, sostuvo el jefe del Comando Conjunto, almirante AP Alfonso Cueto a CARETAS. Al cierre de esta edición, César Caso sigue en calidad de prófugo. La camarada ‘Amalia’ declaró que éste era “colaborador” de Sendero y su propia esposa Aquila Paucarcaja reconoció que los senderistas cultivaban maíz, calabaza y cebolla en la chacra de la familia. Antonia, la hermana de Aquila, pertenece a Sendero, según la PNP.
Ranrapata, en suma, es una zona de domino senderista y los pobladores, quieran o no, se ven obligados a colaborar con ellos.
Una operación en zona de población civil debe manejarse con extremo cuidado, más aún si involucra a niños. Tanto los “pioneritos” como menores ajenos al senderismo, como es el caso de Sorayda, están expuestos al fuego cruzado de esta contienda.
Se sospecha que son 150 niños los que se encuentran cautivos en la organización de los hermanos Quispe Palomino.
La mayoría son hijos de cabecillas y militantes senderistas, mientras que otro tanto ha sido extraído de grupos indígenas.
El drama de los menores inmersos en conflictos no es ajeno al Perú. Amnistía Internacional (AI) calcula que existen alrededor de 300,000 niños “combatientes” repartidos en 84 países del mundo.
La ONU calculó en 2008 que fueron 6,000 los niños, algunos de tan solo 11 años, cautivos durante los conflictos de Darfur, en Sudán, tanto por las fuerzas rebeldes como por las gubernamentales.
Y en Myanmar (ex Birmania) se cree que 70,000 menores de edad llegaron a servir en las Fuerzas Armadas del régimen militar y otros 5,000 en las guerrillas étnicas de oposición hasta el 2011.
Sin ir muy lejos, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha denunciado que unos 120 municipios están en alerta debido al reclutamiento de menores de edad a manos de las FARC y el Ministerio de Defensa del país cafetero advirtió que en los últimos 6 años suman 2,787 los niños raptados. Estos aumentarían en 11,000 si se cuentan a los involucrados con los paramilitares o clanes del narcotráfico.

‘Tenemos Activistas en Ancón’

El abogado Alfredo Crespo, dirigente del Movadef, y el camino por una línea cada vez más delgada.
Subsecretario del Movadef, Alfredo Crespo.
El Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) organizó el sábado 15 una reunión en el pequeño poblado de Cora Cora, Ayacucho. Moviéndose en peligrosa ambigüedad, su líder, Manuel Fajardo, no descartó volver a la lucha armada en el futuro. “El problema de la lucha armada se puede dar como no se puede dar”, dijo Alfredo Crespo, subsecretario del Movadef, al programa periodístico Cuarto Poder. “Yo podría maldecir la violencia pero con eso no gano nada ni voy a evitar que se produzca”, continuó.
Un claro indicio de esto serían los tres simpatizantes del Movadef detenidos por pobladores en Ancón luego de que detonaran explosivos artesanales en la base de una torre de alta tensión (CARETAS No 2249).
“¿Con unas Ratas Blancas van a volar una torre? Todo eso es absurdo y montado en contra de nosotros”, declara a CARETAS el abogado Alfredo Crespo. Eso sí, no niega la existencia de la base de Ancón: “Nosotros tenemos bases en varios distritos del país y en Ancón también tenemos activistas. ¿Y qué problema hay si estando en mi casa grito “viva el pensamiento Gonzalo?”.
Siempre según su versión, la mente maestra detrás de este incidente habría repartido también los volantes en la Universidad de Huamanga apoyando las huestes del VRAEM.
“Cualquiera que conozca algo de nuestra línea política claramente se dará cuenta de que eso es apócrifo. Ese grupo mercenario del VRAEM que para lo único que sirve es para justificar las acciones represivas del gobierno y del imperialismo contra nuestro pueblo”.
Para Crespo, “SL fue un partido político con una ideología y un programa que tenía por objetivo la conquista del poder político, la transformación revolucionaria de la sociedad”.
Según Crespo, el proyecto de Negacionismo “busca imponer una única verdad oficial” y “se está haciendo una campaña de linchamiento contra Osmán Morote de parte del primer ministro Juan Jiménez”, añade. “¿Qué cosa quiere, que lo esperen a la salida del penal para que lo linchen? Él ya cumplió su pena y puede irse a su casa a hacer sus cosas, estudiar o estar activo políticamente”.

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