YA NO LE DIGAN VASITO: ADER NO SE PONE LA CRUZ

YA NO LE DIGAN “VASITO”
Ader no se pone la Cruz

Por: Maurico Gil

En el distrito de Nuevo Chimbote se construyó la estatua de una familia. El padre marmóreo, con el brazo izquierdo levantado, saluda en un gesto perenne e inmutable. El alcalde de la ciudad fue acusado de querer ser el molde de perpetuidad, por lo que ordenó cambiar el rostro de piedra. Quizá, si hubiera accedido a colocar la cara de Ader Cruz, bajar el brazo y levantar la pierna izquierda de la escultura, y colocar una pelota siempre inmóvil, hubiera tenido menos problemas. Y el gasto hubiera cobrado mayor sentido.

Es que al ex jugador, a pesar de ser de Casma, le reclaman que no sea él la razón del tributo, la constante presencia en el óvalo, el recuerdo de toda su carrera en equipos con el aroma latente de Chimbote. Si había que eternizar a un ídolo, debió ser “Vasito”. En realidad, ex “Vasito”. Aquel apodo que, según él, es una exageración y que ya perdió actualidad y certeza, lo acompañó durante su carrera profesional. Nueve años en que el alias alcohólico se inmiscuyó entre su nombre y apellido; sobrenombre que Cruz no niega ni acusa remordimientos.

Ya es pasado los finales de los partidos con el Ovación Sipesa —que luego fue Deportivo Pesquero y más tarde Deportivo Wanka—, cuando se tomaba su cervecita, siempre en diminutivo, y no podía negarse a la gente que le ofrecía el brindis, el cariño equivocado, y a su propia condición campechana; ya es solo memoria el festejo que nunca mutó a indisciplina, la alabanza a su nombre en el estadio Gómez Arellano y la exposición en una ciudad tan pequeña como Chimbote.

Ahora el ex puntero izquierdo está lejos del salud: Ader Cruz decidió hacer añicos el cristal del vasito. Desde hace dos años no toma. Aquel imparable puntero de “dribbling” zigza-gueante tuvo una revelación. Estuvo varios días en coma por una ampolla vencida que le inyectaron por una infección. El Todopoderoso, como él le llama, le mostró otro rumbo cuando abrió los ojos y recobró la conciencia. Se alejó del círculo de amistades y se acercó a su familia. A sus cinco hijos que tiene en Casma, ya que ellos son los únicos que estarán con él hasta el final. “Decidí dejar el vicio, porque la vida me dio una oportunidad más”, dice con una voz ronca y trasnochada. No tuvo otra arma que la fuerza de voluntad, la misma con la que arremetía y dejaba en ridículo a los defensas, la misma que le valió firmar un contrato por 45 mil dólares anuales por el Sipesa, y por la que el “Puma” Carranza alguna vez le rompió la muñeca izquierda.

Renunció de golpe a su apodo y recibió la chance. Hoy es parte de la dirección técnica de menores del José Gálvez. Es hora de abrir la puerta del profesionalismo. Cruz nunca pudo escapar de su crianza amateur, la que nació en el Unión Juventud de Casma, se alimentó en el Libertad de Trujillo y el Cultural Casma, y maduró en el Ovación Sipesa. Ya cuando subió a Primera División y compitió en la Conmebol de 1993, seguía siendo un jugador amateur en la profesional. Esto lo llevó a perderse un contrato con Sporting Cristal —que firmaría a Julinho en su lugar—, a desconocer una convocatoria a la selección de Vladimir Popovic —los dirigentes del Sipesa le escondieron la invitación—, y a consolidar su apodo.

Quizá, también, fue el motivo por el que estancó su desarrollo en el fútbol. A dar el gran salto final. Tras eliminar al Emelec por la Conmebol de 1993, el Sipesa debía jugar su clasificación en Brasil, contra el Atlético Mineiro. Ader Cruz decidió no viajar. No por su miedo a volar, tampoco por indisciplina. Se quedó en el Perú como protesta contra Moisés Barack, el entrenador, quien le dijo que no sería titular. Sabía que los dirigentes del Mineiro lo evaluarían, pero no podrían hacerlo si él estaba en la banca. Para él, que era el capitán, Barack rompió los códigos del fútbol.

Aún no encuentra explicación y busca la respuesta. No se arrepiente de no haber viajado, a pesar de que pudo haber entrado en el segundo tiempo. Tampoco le pesa estar donde está, en su ciudad de siempre, de la que nunca salió.ASÍ SOY YO

Edad: 42 años
Club: Comando técnico de menores de José Gálvez
Equipos como jugador: Ovación Sipesa, Deportivo Pesquero, Deportivo Wanka
Año del retiro: 2000
Certamen internacional: Conmebol 1993
ADER CRUZ. EX FUTBOLISTA

P.D. Reproducimos este material por su importancia y por la lección de vida que transmite