

Dentro de quince días ya habrá presidente electo. Luego de una campaña tremendamente desigual por el frente mediático a favor de Keiko Fujimori y buscando demoler la candidatura de Ollanta Humala llegamos los electores tenemos que elegir entre estos dos candidatos.
Salvo que la llegada sea tan apretada que se vuelva imposible obtener un resultado con la rapidez que demanda un hecho tan importante, dentro de quince días los peruanos amaneceremos con un nuevo presidente electo pero, en contraste con lo que vienen anunciando las portadas de algunos diarios, lo que existe en el momento actual es un virtual empate entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori que impide prever quién ganará la competencia.
Este fin de semana ha sido prolífico en la aparición de encuestas de intención de voto presidencial. La última de Datum Internacional, cuyo gerente el señor Torrado se encuentra procesado por servir con encuestas amañadas la dictadura de Alberto Fujimori y Montesinos, da una ventaja numérica de cuatro puntos a la candidata de Fuerza 201 pero que estadísticamente sigue siendo un empate técnico.
Algunos medios quieren concluir de todo esto que Keiko Fujimori está en un rumbo inexorable hacia la presidencia de la República pero, si se pretende conservar el principio periodístico elemental de que los titulares deben guardar alguna correspondencia con la información que se ofrece y, en última instancia, con la verdad –no obstante lo complejo de este concepto–, debiera decirse que la carrera está empatada.
Esto es consecuencia de que, durante las cinco semanas que ya lleva la competencia de la segunda vuelta, Humala arrancó con más fuerza y sacó unos puntos de ventaja al inicio que luego la representante del sentenciado Alberto Fujimori pudo remontar gracias a las críticas por las inconsistencias del plan de gobierno de Gana Perú, y a una fuerte campaña negativa contra Ollanta Humala en varios medios. Ha sido deplorable el papel papel de sicario periodístico que viene cumpliendo Jaime Bayly, en Canal 4 América Televisión en contra del candidato que ganó la primera vuelta y que tiene posibilidades manifiestas de ser el próximo mandatario de nuestro país.
Después, sin embargo, y gracias a los anuncios de nuevas incorporaciones al equipo técnico y de un nuevo plan, Humala habría detenido la caída que enfrentó, está creciendo en su apoyo popular, llegándose a la situación actual en donde, a tres semanas de la votación final, se puede hablar de un virtual empate en una competencia intensa.
La última palabra la tendrá el segmento de los que todavía no se han inclinado por ninguno de los candidatos, el cual se puede calcular en poco menos de 20%. Sin embargo, en este sector habría que distinguir entre los que pensarían votar blanco/viciado –que es, sin duda, una opción– y los que piensan elegir a Ollanta Humala o keiko Fujimori pero todavía no saben por cuál de los dos ir.
Cada uno entra al tramo final con ventajas y desventajas que tratarán de explotar durante las tres semanas finales mediante las entrevistas que ofrezcan, a través de las informaciones y opiniones que transmitan los medios cercanos a cada candidatura, con sus publicidades o en el debate presidencial.
Con una carrera tan apretada, absolutamente todo cuenta. El que pestañee, pierde en esta nueva versión de la ya tradicional ‘Copa Mal Menor’.
FUENTE: DIARIO LA REPUBLICA