SIETE  DIAS  CASMA

miércoles, 5 de noviembre de 2014

SANCION TAMBIEN PARA LOS QUE ROMPEN LA MANO Y PAGAN LOS FAMOSOS "DIEZMOS"

IVÁN SLOCOVICH PARDO

DELDIRECTOR

¿Y los que rompen manos?


En los últimos meses, desde que la corrupción nos estalló en la cara y el olor a podrido comenzó a llegar a Lima, tardíamente, desde las regiones Pasco, Áncash, Cajamarca y Tumbes, y desde municipalidades como las de Chiclayo, hemos visto caer en desgracia a sus máximas autoridades por haber incurrido en casi la misma modalidad de delito, consistente en recibir dinero de empresas privadas para adjudicarles millonarias obras públicas. Me refiero a los famosos "diezmos".

Hay que reconocer que la justicia ha tardado, pero llegado para las mencionadas autoridades y algunos de sus funcionarios. Sin embargo, ¿por qué no pasa nada con aquellos que les rompen la mano? ¿Alguien en estos meses ha visto en prisión al responsable o los responsables de esas empresas y consorcios que "aceitan" a funcionarios públicos para ganar licitaciones irregularmente, y llenarse de plata valiéndose de la laxa moral de los presidentes regionales y alcaldes?
Veamos los casos de Áncash y Chiclayo, donde los "postores" dejaban bolsas de dinero en efectivo para obtener la buena pro en diferentes obras, que en su mayoría o han sido un desastre o quedaron inconclusas.

Habría que ver por qué nadie apunta a estos corruptores que lo único que hacen es formar una empresa semanas antes de las licitaciones, conseguir "un jugador" dentro del gobierno regional o la municipalidad, pagar por lo bajo y esperar la apertura de sobres para celebrar.
Ahora, conocidas las "movidas" del prófugo Martín Belaunde en el gobierno de sus amigos Ollanta Humala y Nadine Heredia, habría que ver el accionar de esa empresa española llamada Antalsis, que por lo visto estuvo muy interesada en mover cielo y tierra para ganar millonarias licitaciones. ¿Si fue capaz de recurrir a un "lobista" en lugar de seguir los procedimientos regulares para contratar con el Estado, por qué no pensar que fue capaz de romper algunas manos débiles por ahí?

Si se busca sancionar a los corruptos, pues que también se castigue con todo el peso de la ley a los corruptores, para que al menos en el futuro lo piensen dos veces antes de sobornar a algún otro delincuente enquistado en la administración pública. ¿No era que se iba a castigar a todos, caiga quien caiga? En el caso de Belaunde, estamos ante una oportunidad de oro para demostrar que también les puede caer a los malos empresarios.
Unknown en 8:57 p. m.

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