Otro peruano que ve un Ovni
Publicado: 07 junio, 2013
Ocurrió el 11 de abril de 1980 en la base aérea de La
Joya, Arequipa. 1,800 oficiales en formación vieron un objeto
estacionado en el aire. Óscar Santa María Huertas, hoy piloto retirado,
recibió la orden de subirse al cazabombardero ruso Su-22 y descerrajarle
todos los obuses necesarios a esa cosa metálica y voladora, circular,
sin ventanas, escapes, motores, alas, antenas. Nada a la vista que se
asemejara a un mecanismo de propulsión. Santa María disparó, pero la
nave no acusó recibo de la descarga. Más bien se quedó quieta, a
prudente distancia y, luego, cuando el piloto tuvo que volver a tierra
por una mezcla de miedo y falta de combustible, siguió allí, muda y
estacionada durante dos horas sobre las cabezas de los 1,800 oficiales.
Era 1980 y los teléfonos con cámaras no existían.33 años después, Santa María contó su experiencia en el congreso sobre ufología que anualmente se celebra en Washington, en el National Press Club. ¿Por qué esperó tanto tiempo? Si era un piloto de la FAP, ¿quedaría registrado en algún documento oficial que un cazabombardero disparó 64 obuses a un objeto volador no identificado? Pienso en eso mientras recorro los pasillos de la Biblioteca del Cuartel General del Ejército del Aire de Madrid, ubicada dentro de una dependencia militar seriamente resguardada por una gran cantidad de policías y vallas que impiden que un paseante se acerque a menos de 100 metros sin ser interceptado. Es, digamos, un edificio sensible. Sin embargo, para acceder a la biblioteca sólo hace falta presentar un DNI y mostrar cierto interés por la ufología.
Los verdaderos expedientes X españoles se encuentran aquí, en la biblioteca donde se pueden revisar los 75 expedientes desclasificados entre 1992 y 1997 sobre avistamientos en España. Se trata de cerca de 2.000 páginas sobre 100 casos, la mayoría de ellos ocurridos entre los años sesenta y setenta. Lo que antes fue secreto de Estado hoy está a disposición del curioso.
“Tiene forma de calamar, presenta dos luces laterales y realiza movimientos ascendentes”. Así describe un piloto la nave que vio durante 45 segundos. Otras descripciones apuntan a la imagen habitual: objetos metálicos de posición estática, naves brillantes que no emiten sonido alguno, puntas de lanza multicolores o luces cegadoras. Entre los informes también se pueden leer las transcripciones de las conversaciones entre pilotos de líneas aéreas comerciales y la torre de control al ver surcar en el aire “objetos extraños no identificados”. Uno de los expedientes contiene el Caso Manises, casi 200 páginas narran al detalle el día que un avión comercial, en 1979, tuvo que aterrizar de emergencia al sentirse perseguido por unas luces de colores que hasta ahora no pueden explicarse. En ninguno de los casos, diría una abogada, existen pruebas.
Con todos los ovnis que se han visto o creído ver en Perú, probablemente no existiría una dependencia capaz de albergar tantos informes. Óscar Santa María Huertas vio uno. Yo creí ver otro, el primo del amigo de mi tío también, Shirley McLaine en Cuzco seguro que vio un montón. Sixto Paz, ni se diga.
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